Capítulo 38: Atardecer en la playa

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Acto II: DENNIS

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Acto II: DENNIS

No quería levantarme de la cama.

Desde que Harley me había dado aquel estúpido cuaderno, todo me parecía más real y más... triste. La muerte de mi amiga estaba cerca y no podía hacer nada para evitarlo. Deseaba cambiarme y estar en el lugar de ella. Harley tenía padres, una hermana, a su marido. Yo no tenía a nadie.

Cuando el barullo del mediodía me impidió conciliar el sueño, me levanté. Me di una ducha fría para intenta despejarme y me vestí de cualquier forma. Abrí las persianas de mi habitación y el sol me cegó por completo.

Era un día cálido de mayo. Había pocas nubes pasajeras, una brisa muy leve y refrescante, y un sol alto y brillante.

Bajé tranquilamente las escaleras y todos parecían felices. Extrañamente felices. Entonces, me fijé en Harley, en pie en la cocina y haciendo la comida con ilusión. Hacía días que ella decía que se encontraba mucho mejor, pero no pensé que fuera a salir de la cama.

—Buenos días —la saludé algo confuso y desconfiado.

—¡Dan! —chilló ella felizmente, lanzándose a mis brazos.

Le devolví el abrazo aún extrañado.

—Mira, me encuentro mucho mejor —sonrió—. ¿Me ayudas con la verdura? ¿Necesitas un café primero?

—Me tomaré un zumo, gracias.

Me eché zumo de manzana en un vaso mientras seguía vigilando a Harley. Estaba contento de que se sintiera bien, pero algo me daba mala espina.

Me acerqué a ella como si nada. Wanda, que la estaba ayudando con la cocina, se fue por un momento y me puse a su lado.

—Es hoy, ¿verdad? —solté.

Ella me miró como si no supiera de lo que hablaba, con la sonrisa aún puesta en su rostro.

—No sé lo que...

—Vale, es hoy —afirmé.

Solté el vaso frustrado y me alejé, dándole la espalda.

—Dan... ¡Dennis! —me llamó Harley, viniendo hacia mí—. Dan, si se lo dices a alguien, te corto los huevos, ¿me oyes?

El último atardecer || Loki LaufeysonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora