Capítulo 24: Boda Asgardiana

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Estábamos ya adentrados en octubre, me quedaban 195, casi la mitad

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Estábamos ya adentrados en octubre, me quedaban 195, casi la mitad. Pero aquellos días no me importaban. Estaba más feliz que nunca junto a Loki. Era el hombre más maravilloso que jamás había conocido.

Aquella noche me había pedido que lo acompañara. Me tenía una supuesta sorpresa, y yo me dejaba guiar. Así que me preparé con ayuda de Dennis y las chicas. Llevaba un sencillo vestido celeste asgardiano y el cabello trenzado. Me reuní con Loki en los jardines y nos pusimos en marcha.

Montamos en Seth. Yo iba delante. Era bastante bajita (por no humillarme diciendo que soy un puto tapón), así que Loki veía perfectamente tras de mí. Cogió las riendas rodeándome con los brazos y condujo al horizonte.

En una de las leves colinas, no muy alejado del castillo, realmente, había preparado un picnic sutil y elegante a la luz de las velas, con el atardecer como el paisaje estrella.

—¿Loki Laufeyson es un romántico? —me burlé.

—Oye, no te rías. Esto es culpa tuya.

Me ayudó a bajar del caballo y me tendió la mano para sentarme en la manta. Había toda clase de frutas frescas y demás.

—Estaba deseando ver el atardecer contigo en algún momento —admitió—. Supongo que fue porque me pediste que te acompañara a ver tu último atardecer en la playa y he estado preocupado por si... no llegabas.

—Hades dijo un año, ni más ni menos. Moriré el mismo día que reclamé vuestras almas. Tardaron bastante en reaparecer, pero...

—Entonces sabes el día exacto en el que vas a morir —interrumpió.

—Sí —contesté seriamente.

—¿Cuándo, Harley?

—No...

—Por favor, te lo ruego —suplicó.

—Loki, no. Estarás en vela por la noche hasta ese día. ¿Acaso no te basta con esto?

Por un momento, me temí su respuesta. Pero él alargó una mano y acarició mi mejilla.

—Claro que sí, mi vida. Eres todo lo que siempre he anhelado. Y es tanto lo que te amo que no puedo evitar querer que esto sea eterno, sobre todo cuando sé que tenemos una...

—Una fecha de caducidad. Sí, lo sé —lo miré a los ojos.

Nos sostuvimos la mirada por unos segundos. Él acortó la distancia para besarme y ambos nos tumbamos en la hierba bajo el atardecer.

•••

—Estás hermosa —le sonrió Wanda a Jane.

—Definitivamente, eres la novia más guapa que he visto nunca —dije—. Aunque también eres la única.

Ella rio.

El último atardecer || Loki LaufeysonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora