El último atardecer || Loki Laufeyson

Capítulo 14: Verano viajero

Creo que papá tenía planeado el resto de los 316 días de mi vida. Al parecer íbamos a viajar por todo el mundo (la parte del mundo que yo realmente quería visitar). Y, por el momento, atravesaríamos el Atlántico pasando por el Mar del Caribe para llegar hasta Santorini, en Grecia. Y viajaríamos ni más ni menos que en el enorme, muy, muy enorme, yate de papá.

Vestida con mi pañuelo a modo de top, unos vaqueros cortos y unas sandalias para el agua, subí al yate con mis 5 maletas. Dejé todo en mi camarote, el cual era uno de los más grandes con diferencia. Y poseía un armario que cubría toda una pared, una enorme cama central con un suave visillo y baño propio con una bañera de hidromasaje.

Definitivamente amo a papá.

Solté allí las cosas y salí a ver un gran barullo que se formaba en el pasillo. Aún con la puerta de mi camarote abierta, pregunté:

—¿Qué carajos está pasando?

Steve, Thor, Bucky y Loki estaban ahí.

—El caso es que no cabemos todos en el camarote, pero es el único libre que queda —explicó Steve.

—Ah, vaya —contesté, por decir algo.

—¿Y en tu camarote cabría uno más? —me preguntó Bucky.

—Pues papá me dio el más grande. Y, aunque solo hay una cama es enorme.

—Genial, degradaremos a alguien —sonrió Thor.

—Alto, ¿qué? —exclamé.

—Que se vaya Rogers —dijo Thor.

—Ni hablar, serás tú el que te vayas —le echó Bucky en cara.

Y ahí comenzó una gran disputa.

—¡Ya! —terció Loki—. Ya basta. Yo me iré si es necesario. Pero ¿acaso alguien le ha preguntado a Harley?

Todos me miraron y se retorcido las manos nerviosos.

—Da igual... Tú... puedes venir. Te espero en el camarote. ¡Y que nadie le diga a mi papá!

—¡Claro! —exclamó Thor.

Me metí en mi camarote y cerré la puerta. Me encerré en el baño y me miré al espejo.

Harley Stark, ¿qué diablos acabas de hacer?

Definitivamente me acababa de volver loca. Acababa de decir una locura. Iba a pasar al menos un mes en el yate con Loki durmiendo a mi maldito lado.

Entró tras llamar.

—¿Harley?

—Estoy aquí —salí del baño y me topé con su verde mirada y su linda sonrisa.

—¿Has deshecho ya las maletas?

—No. Separemos las cosas en el armario.

—Ok.