El día es soleado y el aire fresco despeina el cabello de la rubia quién, acompañada de su familia, le da el último adiós a la persona más importante de su vida.
Unas cuántas lágrimas más brotan de sus ojos rojos e hinchados. Con una mano sobre el epitafio y la otra en el collar dónde lleva un pedacito de su alma, le da el último adiós a su padre, agradeciéndole a Dios por habérselo prestado tanto tiempo.
Pese a la tristeza, se siente tranquila, pues está consciente de que su papito se fue a un mejor lugar en el podrá guiarla e iluminarla como lo hizo en vida.
De a poco, las personas van retirándose. Ella pide unos minutos a solas y ahí se queda, con una débil sonrisa mientras recuerda las anécdotas más hermosas que vivió al lado de su chulada.
–Te voy a extrañar –dice con la voz quebrada. Su barbilla tiembla y deja salir mediante lágrimas todo el dolor que escondió frente a sus hijos. –No tienes idea de cuánta falta me haces ya –aprieta con fuerza la cadenita que guarda parte de las cenizas.
Sin importar quién pueda verla, cae de rodillas frente al columbario, sollozando en silencio. Allí se mantiene por un par de minutos, liberando sus sentimientos.
Una mano se posa sobre su hombro y respira profundo antes de levantar la cabeza y voltear, llevándose gran sorpresa.
–Hola –le regala una cálida sonrisa.
Aracely frunce el ceño sin entender qué hace su amigo allí, a su lado, de rodillas igual que ella.
Al ver su cara de confusión, Andrés continúa:
–Supe que estarías aquí y quise acompañarte –le entrega un pequeño ramo de rosas blancas. –Mi intención no es incomodar, sólo quiero hacerte saber que cuentas conmigo.
–Gracias –dice apenas.
Debido al estrés, su cuerpo permanece débil. Llevaba algunos días sin dormir y dejar salir todo ese llanto, sólo provocó un mayor nivel de agotamiento, mismo que se refleja en su pálido rostro.
El actor, sabedor de aquello, no duda en atraerla a su pecho, encerrándola en un fuerte abrazo.
–No te guardes nada, déjalo salir –la alienta pasando las manos por su espalda.
La rubia simplemente se deja llevar por las caricias, permitiéndose llorar a gusto en el pecho de su amigo. No lo sabía, pero se sentía bien tenerlo cerca.
Alrededor de veinte minutos después, Aracely levanta la cabeza, limpiando sus húmedas mejillas.
–¿Mejor? –sonríe.
–Lo siento, discúlpame por esto –dice levantándose del piso.
–No tienes porqué –la imita –necesitabas desahogarte, por eso estoy aquí.
–Gracias –dice con total sinceridad –Eres muy lindo y te agradezco la preocupación. Nunca antes habían hecho esto por mí.
–Ya sabes que puedes contar conmigo siempre que lo necesites –dice tomando sus manos.
–Gracias Andrés –repite, esta vez siendo ella la que comienza un nuevo abrazo.
–Ara –su hermano llega rompiendo el íntimo contacto de la pareja quienes voltean a verlo. –ya debemos irnos. Mi mamá y los chicos quieren regresar a casa.
Leo sabía que el actor la estaba acompañando, fue él quién le dio la ubicación de la rubia en la entrada del cementerio. Convenció a su familia de esperar unos minutos, su hermana no estaba bien y sabía que la presencia del moreno le sería de mucha ayuda, sin embargo, todos estaban agotados tanto física, como emocionalmente. Aunque no quiso interrumpir, fue necesario hacerlo.
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LM One Shot
FanfictionNo es historia, sólo son algunos one shots inspirados en capítulos de la novela