¿Por qué no me respondes? Ya renté un departamento. Te voy a mandar la ubicación.
Corto y directo, muy típico de ella.
Esteban suspira releyendo el mensaje que llegó a su teléfono.
Ir a verla... ¿Sería eso lo correcto?.
¿Que debía hacer? ¿Dejarse llevar por los impulsos o hacerle caso a la razón?.
En cualquiera de los casos saldría perdiendo... ¿o no?.
Finalmente bloquea la pantalla y deja el teléfono sobre la mesa de luz antes de acomodarse para descansar. La noche serviría para meditar el asistir a la cita con aquella mujer.
[...]
—Viniste —dice sorprendida y con una sonrisa en los labios. Sus ojos brillaban ilusionados luego de pensar que él la dejaría plantada, una vez más.
—Sólo para decirte que no me busques más. —entra al departamento —¿Cómo conseguiste mi número?.
—Se lo pedí al padre José.
—¿Con qué derecho te metes en mi vida? —explota —¿No te bastó con destrozarme una vez? —la encara — ¿Qué pretendes buscándome después de tantos años?.
La pelirroja lo observa con los ojos llenos de lágrimas. Sus palabras la estaban lastimando, pero en el fondo entendía que se sintiera así. Ella también había sufrido el abandono.
—Sólo quiero hablar —dice en un susurro —escúchame, por favor.
—No vale la pena. —niega —Escucharte no cambiará nada, tampoco me hará olvidar tu traición.
—¿Traición? —frunce el ceño —¿de qué hablas?.
—No seas cínica —dice irritado —me abandonaste para irte con Nicolás. ¡Íbamos a casarnos! Ahora veo que todo lo que decías sentir no era más que una farsa, otra más de tus mentiras.
—No, no, no —intenta acercarse —mi amor...
—No me toques —la evita como si se tratara de una plaga mortal.
—Fue Lucrecia, ¿verdad? —cuestiona con lágrimas en los ojos —esa maldita te dijo todas esas mentiras.
—Mi hermana sólo me abrió los ojos y me hizo ver la clase de mujer que eres.
—Me duele que pienses así. —se limpia las lágrimas que nublan su vista —Es cierto que te abandoné, pero lo hice por ti.
—¿Por mí? —ríe negando —¡Deja de mentir, maldita sea!.
—No importa que ahora me odies, ¿sabes por qué? Porque al final mi esfuerzo valió la pena. Mírate, eres un importante empresario, te convertiste en todo lo que soñaste.
—Pero no de la mano de la mujer que amaba —suelta con rencor.
—Lo siento —dice con la voz quebrada —quizás no fue lo mejor,... pero no me arrepiento de lo que hice.
—Si es todo lo que ibas a decir, te pido por favor no vuelvas a buscarme. En una semana me casaré con Paula, la mujer que amo, y no quiero sombras en mi nueva vida.
Con un fuerte dolor en el pecho, se mantuvo de pie viendo como el único hombre que amó la sacaba de su vida para siempre.
Su cuerpo tembló cuando sintió el portazo que retumbó en las paredes de aquel lugar. Abrazada a sí misma, se dejó caer en el sofá, llorando sin consuelo.
Con una sonrisa entró al bonito salón.
Se sentía radiante.
Esa noche se había arreglado demás y las miradas sobre ella eran la prueba fiel de que había acertado con el atuendo.
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LM One Shot
Fiksi PenggemarNo es historia, sólo son algunos one shots inspirados en capítulos de la novela