—Esteban, buenas noches —dice acercándose a él —discúlpame por la tardanza.
—No te preocupes. —comenta antes de recibir los labios de su esposa. Fue un corto beso, pero le sorprendió bastante que ella tomara la iniciativa, sobre todo porque estaban solos. —¿Te sientes mejor?.
—Si, ya no me siento tan mareada.
Toman asiento en la mesa y rápidamente son alcanzados por sus hijos los cuáles aparecen para cenar. El tiempo de la comida pasa como de costumbre, con cortas conversaciones y alguna que otra ironía por parte de los jóvenes, aunque esta vez había algo raro. El empresario y cabeza de familia no emitió sonido durante los largos minutos que se le hicieron eternos.
Aunque podría ser una tontería, incluso para ella, Esteban seguía pensando en el pequeño beso que compartieron minutos antes.
Finalmente termina la cena y Esteban no duda en tomar la mano de su mujer para subir con ella a la habitación. Necesitaba respuestas.
—Tomaré un baño, estoy un poco cansada —dice mientras se quita el blazer. —¿Todo bien? estás muy callado y eso, querido mío, no es común en ti —sonríe con algo de ironía.
—¿De verdad te sientes bien? Puedo acompañarte al baño si deseas. No lo tomes a mal, es para cerciorarme de que no te suceda algo.
—No es necesario —frunce el ceño sin entender la actitud del moreno —regreso en unos minutos.
Él asiente y ella desaparece por el pasillo que lleva al baño. Se tarda un poco más que de costumbre pues se toma un tiempo para relajarse debajo de la cascada caliente.
Sale envuelta en una toalla, llevándose la sorpresa de que Esteban seguía sentado en la cama, en la misma posición que lo dejó cuando entró a bañarse, con la diferencia que ahora sostenía un vaso de whisky.
—Bueno, ya dime que sucede contigo. —cruza los brazos — Estás muy rarito.
—¿Por qué me besaste? —pregunta sin rodeos.
—¿Cómo?.
—Cuando llegaste —deja el vaso en el piso para luego ponerse de pie y acercarse a ella —me besaste. ¿Por qué lo hiciste? Estábamos solos, no había necesidad de fingir.
—Fue un impulso, un beso sin importancia.
—Para mí no es así —la toma del brazo.
—Si tanto te molesta no lo vuelvo a hacer —rueda los ojos —bájale al drama Esteban, sólo te saludé.
—No es eso, pero me molestan tus actitudes cambiantes.
—¿Las mías? —ríe —aquí el bipolar eres tú.
—¿Y si yo me dejo llevar por mis impulsos? Fue lo que hiciste hace rato ¿no?.
—Si —da de hombros.
La habitación se llena de un silencio lleno de tensión. Los ojos de Esteban recorren con lujuria el cuerpo de su mujer, haciéndola temblar.
—¿Sin arrepentimientos? —cuestiona acariciando su mejilla.
Aunque quiso disimularlo, se le notaba lo nervioso, Marcia lo observa y se percata de ello. Dudosa de la respuesta que debe dar, se muerde con suavidad el labio inferior.
—Me vuelves loco cada vez que haces eso —susurra frotando la nariz en la mejilla de la ojiverde.
—Esteban... —cierra los ojos dejándose llevar por las caricias.
El moreno le sostiene la cintura y la alza. Marcia enreda las piernas en su cintura mientras él camina hasta la cama dónde se sienta con ella en sus piernas. Sus miradas se conectan y es ella la que acaba con la distancia de ambos. Enredando los dedos en su cabello, disfruta besando a su esposo.
La toalla que cubre su cuerpo cae al piso, dejándola desnuda sobre el empresario quién, entre besos, se deleita paseando sus manos por el cuerpo de su mujer.
Los besos y las caricias toman intensidad, sintiendo que ya no son suficientes, Marcia empuja a Esteban para acomodarse sobre él. Baja a su cuello y deja pequeños mordiscos mientras sus dedos abren uno por uno los botones de la camisa.
Desesperada, termina rápidamente de quitarle la ropa restante para acomodarse nuevamente sobre él. Mueve sus caderas provocándolo hasta que Esteban le sostiene con fuerza la cintura y alzándola un poco se adentra en ella de golpe. Marcia deja escapar un gemido de sorpresa y satisfacción. Una vez se acostumbra al grosor, se inclina hacia adelante para dejar un dulce beso en los labios del moreno y así comenzar una tortuosa danza con sus caderas.
Lento, rápido, lento, rápido...
Así estuvo varios minutos volviendo a Esteban aún más loco de lo que estaba por ella.
Cuando siente que no puede más, Esteban gira en la cama para tomar el mando. Hunde la cabeza en el cuello de su mujer mientras arremete contra su cuerpo una y otra vez, hasta que estallan juntos de placer.
Jadeantes, se mantienen abrazados mientras sus respiraciones regresan a la normalidad.
Esteban levanta la cabeza y se acerca a besar los labios de Marcia.
—¿Estás bien?.
—Si —le sonríe —ahora tendré que tomar otro baño.
—Que sea juntos, así ahorramos agua —sonríe besándola nuevamente.
—No Esteban —dice rompiendo el beso —si entramos juntos se me hará imposible salir de aquí y tengo un compromiso.
—¿Compromiso? No me digas, vas con el abogado ese —enojado se aleja de ella y toma asiento en el borde de la cama.
—No es con "el abogado ese" —se acerca a él para abrazarlo por detrás. Apoyando la barbilla en su hombro, suelta un suspiro —quedé de verme con la teniente Acuña para seguir una pista sobre mi investigación.
—¿Sigues con eso?.
—¿Ves por qué no te digo nada? —se aleja de él molesta. Baja de la cama y se cubre nuevamente con la toalla. —Nunca vas a creer en mí.
—Es difícil para mí, entiéndeme. Además, no me gusta que te pongas en riesgo.
—No tiene caso discutir contigo —sale de ese espacio para entrar al baño.
—Espérame —la sigue logrando que esta no le cierre la puerta en la cara —iré contigo.
—No.
—Si —le toma la cintura para pegarla a su cuerpo —eres mi mujer y que estés a salvo es mi responsabilidad. No estaré tranquilo esperando otro secuestro o algo peor.
—Con los escoltas es suficiente, —intenta soltarse de su agarre —no te quiero conmigo y menos si continúas desconfiando de mí.
—Iré contigo —replica —necesito pruebas para confiar ¿no?.
—Esteban, no...
Sus palabras quedan en el aire cuando él se apodera de sus labios.
—Anda, vamos a bañarnos. —jala su labio inferior — Prometo no hacer nada que retrase tu cita.
—Te voy a demostrar que estás equivocado —asevera caminando hacia la regadera. Después de tantos daños, debería importarle poco lo que su marido creyera, pero no podía seguirlo negando; Lo amaba y le dolía horrores su desconfianza.
Cortito porque lo iba a subir a Twitter pero me da miedo con el mapacho suelto 😂. Disfruten! Las amo💗
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LM One Shot
Fiksi PenggemarNo es historia, sólo son algunos one shots inspirados en capítulos de la novela