–Señor Esteban, el contrato que me pidió.
–Gracias Socorro –recibe la carpeta.
–¿Necesita algo más?.
–Es todo –le sonríe.
La secretaria abandona la oficina y Esteban revisa el contrato antes de firmar. Una vez termina todo su trabajo, se levanta del escritorio, toma sus pertenencias y pasa a retirarse.
–Socorro –dice pasando por el puesto de la secretaria –Ya me voy. Recuerda enviarme al correo los avances del nuevo show, luego puedes retirarte también.
–En cuanto arme la carpeta completa se lo envío –asiente.
Esteban toma el elevador que lo saca de la empresa, una vez en el estacionamiento, busca su auto. Antes de llegar a casa, quería pasar por un obsequio que había encargado para su mujer.
Su teléfono móvil vibra anunciando la llamada entrante. Observa la pantalla y desliza el botón de cancelar. Segundos después, el teléfono se ilumina, obligándolo a repetir la acción hasta que la insistencia de su hermana lo agobia y decide tomar la llamada.
–¡Esteban! Por favor no cuelgues –pide desesperada.
–Lucrecia, sólo levanté la llamada para pedirte, exigirte que no llames más. ¡Déjame en paz!.
–Yo, yo entiendo que no quieres saber de mi –se muerde las uñas presa de los nervios –pero por favor, escúchame, es importante.
–Tienes un minuto.
–Necesito verte. –suplica –Sólo te pido una oportunidad, prometo que después de esto no volveré a molestar. Es más, saldré de tu vida para siempre.
–Bien, mándame la ubicación. –asiente resignado –Te advierto que sólo tendrás un par de minutos.
–No necesito más –sonríe mordiéndose el labio –Gracias.
Al cortar la comunicación, el empresario recibe la ubicación que lo lleva al sitio dónde su hermana lo citó. Media hora después, llega a dicho lugar y duda si entrar o no, pues la fachada no se le hace nada agradable a simple vista. Confundido, busca en Internet la ubicación que aloja un contundente resultado: el edificio fue una construcción que se inició a principios de año en la ciudad, lamentablemente la constructora a cargo del proyecto quebró, dejando el lugar en ruinas.
Decidido a cerrar ese ciclo, entra al edificio. Necesitaba dejarle las cosas en claro a Lucrecia, después de sus actos, no había manera de que pudiera perdonarla y tampoco quería hacerlo. Esa mujer lo hizo vivir bajo sus faldas, convirtiéndolo en el tipo hombre que aborrecía.
Pese a que las plantas inferiores estaban a medias, la superior, a diferencia del resto, estaba en perfectas condiciones <en lo que a estructura se refiere, pues la instalación carecía de luz natural, siendo predominante la humedad y el mal olor> para ser habitada.
El moreno se acerca a la puerta dónde supone, se encuentra Lucrecia y toca dos veces antes de ser recibido.
–Esteban –sonríe emocionada al verlo –Gracias por venir –toma su rostro entre sus manos y deja varios besos en su mejilla.
–Lucrecia –se aparta entrando al departamento, si es que podía llamarse así –¿Qué es este lugar? ¿Vives aquí?.
Le es inevitable no asombrarse con cada ojeada que lanza a sus alrededores. Su hermana, la mujer más fina y quisquillosa que conocía, viviendo en un lugar dónde se podía apreciar todo aquello que odiaba.
–No me dejaste opción –cierra la puerta –me sacaste de la casa sólo con lo que traía puesto.
–Lo merecías por...
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LM One Shot
FanficNo es historia, sólo son algunos one shots inspirados en capítulos de la novela