capítulo 50

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Jeremiah había estado observando todo desde su sitio favorito. Llevaba años visitando a su hermano de esa forma,en ocasiones hasta hablaba con él. Cuando lo veía muy ebrio,y lo miraba más vulnerable que nunca.

Ellos jamás habían sido unidos,su propia madre los había separado al nacer para que nadie supiera que habían nacido gemelos. A uno lo entregó a la hermana mayor del Rey Luis,recién fallecido y el otro lo había criado ella con ayuda de niñeras.

La educación de ambos había sido distinto. Mientras él era criado con disciplina,su hermano había crecido con mimos. No envidiaba su posición,su propia tía le había hablado lo suficiente del tema para saber que para su propio padre había sido una carga la corona. Casado con una mujer que lo despreciaba y llevando todo el peso de su reinado.

Jeremiah observó como Phillippe estaba perdiendo la razón. Y estaba tratando de quedarse con el muchacho. Tenía un hijo, cómo Dios pudo darle un hijo a una persona como su hermano. Entonces recordó los planes con su amada. Entre ellos estaba el ser padres.

Jeremiah llevaba la mitad del rostro cubierto con su cabello,tenía una cicatriz que lo marcaba y lo hacía diferente a su hermano. Ahora era lo único que los diferenciaba. Pero siempre que paseaba por el palacio se cubría el rostro con el cabello,la ventaja era que su hermano era tan arrogante que siempre había odiado que lo miraran al rostro directamente. Así que muchas veces había podido pasar sin que alguien lo mirara directamente. Y al ser tan parecido a su hermano,nadie dudaba que fuera el Rey. Tenía los mismo movimientos,y los mismos gestos que él,los había perfeccionado con el tiempo. Ahora veía lo útiles que podían llegar a ser eso pequeños detalles.

El Rey se quedó dormido con Gabrielle en los brazos. Que asustado había decido jugar el papel que le había dado el Rey. El chico había sobrevivido bastante bien siguiendo sus instintos, Jeremiah estaba impresionado.

Lentamente se acercó al chico y lo tocó en el hombro, rápidamente hizo un gesto con su mano,tratando de evitar que Gabrielle hablara o hiciera algún movimiento.

—¡Shhh! Vendré por ti,aguarda.

Jeremiah le acababa de hacer una promesa al chico. No estaba solo,ahora podía confiar en lo iban a ayudar,la estupidez que había hecho no los había separado,ahora podía ver qué si era uno de ellos e iban a ayudarle. Gabrielle tuvo un poco de paz. No había querido guardar esperanza de ayuda,sobre todo después de casi haber arruinado el plan que él mismo ayudó a hacer.

(...)

—Todo está listo,pero siento que una fiesta en estos momentos es algo que está fuera de lugar.

Monseñor sacudió su servilleta y la colocó con cuidado en sus piernas. Estaba en la mesa con el Rey,pero este se veía distraído.—¿Me escuchas?.

Phillippe subió el rostro.

—Siempre lo hago,pero también siempre pretendo que no. ¡Sirvan vino!.

Dió la orden y Barberino hizo un gesto de reproche.

Ambos hombres se odiaban,pero los unía los mismo pecados compartidos.

—¿Qué planes tienes para el muchacho?.

Realmente estaba intrigado. No sabía cuál sería el próximo movimiento del Rey.

Phillippe no estaba acostumbrado a hablar sobre sus decisiones y tal parecía que Barberino no lograba entenderlo.

—¡Todo está listo para ésta noche! Habrá fuegos artificiales,y entretenimiento para mí gente. El único que podría haberlo arruinado es ese ladrón de mala muerte,pero... Ah,ya está preso. Todo está marchando por fin como debe ser. Y en parte es gracias a ti mi amigo.

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