Solan dio una vuelta mas en su cama, no lograba conciliar el sueño, había algo que le estaba molestando y claro que sabía el qué. Pero era demasiado obstinado para reconocerlo en voz alta, de nuevo dio un gruñido voluntarioso y soltó un golpe al costado de su cama, se sentó un momento y restregó los dedos en el cabello. Esa maldita situación lo iba a volver loco, ya no era suficiente el verlo a lo lejos y saber que lo tenía ahí, para cuando él quisiera, ahora quería tenerlo un poco mas, oler su frágil piel y perderse en ella, en sus pequeños ojos que lo miraban con admiración. Lanzó las sábanas y salió fuera de su habitación dispuesto a encontrarlo, si estaba en lo correcto, Gabrielle se encontraba con Foran dando el rondín. Se detuvo al escuchar un par de voces agudas.
-Ya era hora de que aparecieras, creí que te quedarías en esa choza tuya.-Este es mi sitio, le guste a quien le guste.
-Ya,eso es lo que crees.
-No vine para escuchar tus discursos.
-¿Entonces? ¿A qué has venido? No, mejor no me digas, no quiero saber.
Era Malaquías que había vuelto. ¿De verdad creía que podía ir y venir como se le diera la gana?. Lo dicho, no podía confiar verdaderamente en alguien. Se dio la vuelta, antes de que entrara y le pateara hasta el alma a ese traidor. Recorrió el pasillo cerca de la habitación de Horas, no era precisamente su intensión y tampoco le ordenó a sus pies el seguir ese camino, pero era algo que su cuerpo quería hacer. De pronto se encontró con Gabrielle, llevaba las manos ocupadas con una charola y una jarra vacía. Realmente no sabía que era lo que tanto le llamaba la atención de ese torpe, si su forma tan ingenua de ver la vida, la idea de que nadie antes haya tocado su cuerpo, o... Quizá ambas,Gabrielle quizá era lo único inocente que conocía en ese lugar, y deseaba con todas sus fuerzas no equivocarse.
-¿A dónde te diriges? La voz de Solan sorprendió a Gabrielle, que dio un pequeño brinco de susto.
Las manos del chico tomaron con fuerza la charola que llevaba, no esperaba verlo esa noche, sin embargo, algo dentro de su cuerpo se removió al tenerlo enfrente.
–Es para Horas– agachó el rostro avergonzado, después lo subió de nuevo y se encontró nuevamente observado con esa intensidad que provocaba que su cuerpo se estremeciera involuntariamente–Debo agradecerle,yo...Horas me llevó a ver a mi padre.
Estaba agradecido con el gigante,todo ese tiempo que no había tenido noticias de su padre se había sentido miserable, ahora podía estar tranquilo por un tiempo.¿Qué había hecho qué?...
–Ve con Foran.
–Pero aún no llevo esto con Horas.
–Luego le llevas tu presente, por ahora harás lo que te he ordenado.
Gabrielle no discutió, se dio la media vuelta y se alejó por el mismo pasillo por el que había llegado, pero Solan si tenía algo que discutir con Horas. No tocó simplemente empujó la puerta con fuerza y vio al gigante levantarse con prisa, al verlo relajó un poco la expresión.
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El Color del Dolor
RomanceSinopsis: Gabrielle es un joven soldado ingenuo y noble, que tras una dura pelea cae en manos del delincuente mas despiadado que ha pisado las calles de París, entregado a su venganza de hacer pagar a los malditos que marcaron su cuerpo y alma de do...