Cap.10

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-Se...señor ¿A dónde vamos?.

-Horas.

-¿Co..cómo?.

-Horas,ese es mi nombre,o si prefieres puedes llamarme amo,pajarito.

Gabrielle se quedó paralizado un momento en medio del callejón. Era de madrugada aun y hacia muy poco que se había despedido de Foran. El muchacho no era tan malo después de todo y parecía quererse llevar bien con él.

-¿Se...señor?. Gabrielle no dejaba los balbuceos aun frente a el gigante. Una parte suya quería tomar enserio las palabras de Horas, pero la parte mas racional de su cerebro le ordenaba seguir con la misma actitud precavida.

-Díme,pajarito.

-Usted me confunde,señor.
Por fin Gabrielle se animaba a expresar en voz alta alguna de sus ideas. El temor hacía que su lengua se paralizaba la mayor parte del tiempo.

-¿Ah sí? ¿Y eso porqué?.
Preguntó Horas intrigado luego de lanzarle una mirada escrutadora al muchacho. También Gabrielle pensó que Horas había evadido con gran habilidad el decirle a dónde se dirigían. Porque el "rondín" como había dicho Adasius, el padre de Foran, era en otro sitio, que aun no sabía cual,pues el gigante le había vendado los ojos antes de salir y apenas unos minutos atrás le había quitado el pañuelo con el que lo había cubierto.

-Porque-.Dudó en seguir,pero Horas lo alentó a hacerlo-.Porque usted había dicho que era su mascota,un perro,y ahora me llama distinto,señor.

-Sí,continua.

-Pues verá...que no sé si esto es un juego, un castigo, o una tortura,señor.

-Horas.

-¿Cómo?.

-Te dije que me llamaras Horas.
Meditó seriamente lo que el muchacho estaba preguntando y lo que Julianna le había dicho,por supuesto.
Pero algo no cuadraba en su cabeza,y ese algo le impedía dar una respuesta tajante a la pregunta de Gabrielle. Solo hasta que llegaran a ese sitio podría saber que era Gabrielle para él.

-¿Te he tratado mal,muchacho?. Preguntó el gigante con gesto aprensivo.

-¡No! no señor,no aun.
Le respondió Gabrielle cohibido y ligeramente temeroso de escuchar la respuesta del hombre.

-Entonces no es un juego,ni un castigo si aun no te he hecho daño,y la tortura la descartamos, si es que estar conmigo no te supone eso,puedes tomarlo tal como te digo,pero mi respuesta para ti sería simplemente que eres mi mascota,por el momento.

Nuevas ideas se formaban en la mente de Gabrielle y Horas podía notarlo.

-Eres más como un pajarillo asustado,he visto ovejeros mas peligrosos que tú chaval,así que el mote te iba grande.
Horas soltó una carcajada que vibró entre los pasillos al ver el rostro de Gabrielle ante su respuesta. Había escuchado las suficientes veces que era un cobarde,y también lo creía en parte. Pero la verdad es que las batallas le parecían absurdas,no encontraba un buen motivo por el cual matar a alguien,ni siquiera salvar el pellejo le suponía un buen motivo,entonces su sensatez lucía mas como cobardía y como defecto que como cualidad.

-Vaya pasada.
Respondió el muchacho cabizbajo.

-Ey chaval,tranquilo. Pronto llegaremos al sitio y tendré una respuesta mas exacta para ti.

<<Cuál sitio sería ese>>

Angustiarse de nada le valdría,su futuro estaba en las manos de Horas y si su muerte sería por lo menos parecida al trato que le daba,entonces podía decir que tendría una muerte piadosa.

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