Cap.20

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—¡Gabrielle!—. Foran le sorprendió al abrazarlo con fuerza y sonreírle al oído—Eres el hombre,pequeño. Tu plan ha salido a la perfección. Le estrujó los hombros y le sonrió directamente al rostro. Había sido perfecto...
No esperaba que fueran a escucharlo,de hecho,esperaba mas bien que Horas le abofeteara el rostro y le mandara matar después,pero no había sucedido y ahora Gabrielle se sentía un poco mas tranquilo de saber que todo salió de acuerdo al plan.
También sonrió con timidez hacia el único que le había mostrado una sonrisa sincera desde que llegó con el fantôme. Muy por el contrario,todos en el comedor se le había quedado mirando y Gabrielle pudo escuchar algunos susurros de lo que pretendió ser una charla discreta que falló por completo.

—Ah,eso. Me alegro de poder haber sido ayuda un poco.
Giró levemente la cabeza,justo en el momento en que Solan atravesaba el comedor y le miraba de una forma en que cualquiera creería que había mas con confianza entre ellos de lo que realmente sucedía.

—¡Claro que lo fuiste!. Se acercó con poco mas y pegó una mano al oído de Gabrielle para que solo él pudiera escuchar—De verdad creí que morirías.
Al separarse,Gabrielle se dio cuenta de que hablaba enserio. Su vida de verdad había corrido peligro e instintivo buscó a Malaquias pero no le vio.

—Pero estoy aquí,otro día mas. Le respondió a Foran y éste forzó una sonrisa para Gabrielle.

—¡Claro!—. Dijo con fingido entusiasmo—Vayamos a comer algo,que de ilusiones no solo se vive. Y aunque no entendió de que hablaba,solamente le siguió en silencio y se sentó justo a lado de Horas que aún no le había dicho nada hasta el momento. Fue una situación incómoda,pero Gabrielle tenía la leve esperanza de que Horas no le odiara,porque,finalmente era su pajarito ¿no?.

Una de las mujeres se acercó al muchacho y le sirvió un enorme plato y le sonrió levemente. Gabrielle no supo si era bueno responder aquella sonrisa o simplemente tratar de pasar inadvertido,algo que parecía ser ahora una tarea imposible, ya que los hombres frente a él al ver el trato de la mujer para él le lanzaron algunos gruñidos y miradas de hastío.

—Come pajarito,no les hagas caso,lo suyo nunca fue el compartir. Entonces Gabrielle pudo respirar con tranquilidad. Ni siquiera se había dado cuenta el trabajo que le estaba costando el poder respirar adecuadamente, los hombros habían perdido su peso y ahora sentía una calma que no había tenido hasta escuchar la voz de Horas.

—¡Horas,yo!...
Quiso agregar algo con prisa,pero él siguió comiendo y empezó una charla con Solan que,por supuesto,no le incluía a él.

—¿Está mejor?.
Al ver el gesto inexpresivo de Horas volvió a preguntar—¿Ella está mejor?.

—Tanto como puede—Dijo sin ganas—Algo le pasó en ese lugar que no es la misma. Y en cierta forma tenía razón, ella no parecía la misma persona,algunas veces la notaba mas frágil,algo que no creyó pudiera llegar a ver.

—Tiempo al tiempo amigo.
Mencionó con un leve golpecito en el hombro de Horas.

—No es tiempo lo que hace falta,sino paciencia. Hoy no estoy de tan buen humor como otros días.

—Puedo verlo. Anda,ve y haz tu rondín y llevate al crío contigo,tampoco creo poder soportarlo por mucho mas tiempo.
Horas torció el gesto y se giró para ver levemente a Gabrielle.

—Será otro día,hoy tengo cosas que hacer.
Gabrielle, que fingía comer y prestarle atención a Foran los escuchó. De inmediato se sintió mal,entendía que Horas estuviera molesto por lo que había pasado con su hermana,pero les había ayudado tanto como puedo,entonces...¿Porqué seguía tratándolo como si fuera un apestado?. Esa situación empezaba a rayar en lo tortuoso,sin Horas que le cuidara en ese lugar seguramente moriría en cualquier momento. Bien,podía esperar lo peor de cualquiera.

El Color del Dolor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora