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Habían pasado dos días desde que me mudé con mi hermano. Ayer habíamos salido de compras y pude terminar con los últimos detalles de mi habitación, completar mi armario y comprar algunas otras cosas que necesitaba.

También fuimos juntos al cine y, en la noche, visitamos la casa de mi padre para cenar juntos los tres. Su novia nos había dejado a solas para poder hablar tranquilos. Al menos ella era más simpática que la pareja de mi madre.

En cuanto a los amigos de mi hermano, tan sólo pude empatizar con Asher y Logan. Apenas y había visto a Alex y Tyler. Durante el día apenas he estado abajo con los demás y, durante la noche, ambos chicos desaparecían de la casa. Supongo que veían a sus novias, porque de lo único y poco que los oí hablar, era sobre dos chicas.

Ahora me encontraba en la cocina, preparando la cena para los cinco chicos con los que vivía. Diría que fue por amabilidad, pero en realidad lo hacía porque ya eran las diez de la noche y ninguno tenía la intención de hacer algo.

—¿Qué haces? —Asher entró a la cocina y tomó una lata de cerveza de la nevera.

—La comida —respondí.

—Lo sé. Me refiero a qué haces —contestó con una bonita sonrisa. Al parecer todos eran perfectos en esta casa. Comenzaba a pensar en la teoría de que mi hermano había escogido sólo a dioses griegos para ser sus amigos.

—Pastel de papa.

Asher me miró con ilusión en los ojos y dejó la lata sobre la mesada para abrazarme.

—No te conozco pero ya te amo —musitó—. ¿Sabes hace cuánto que no comemos comida de verdad en esta casa?

—Puedo imaginarlo —reí.

—Eres mi nueva favorita de la casa, Ali.

—Me gusta como suena eso —sonreí.

—Aunque me caerías mucho mejor si no le decimos a nadie lo que estás preparando y lo comemos todo nosotros dos.

—¿Solos?

—Claro que si —asintió con una sonrisa traviesa.

—Es mucha comida para nosotros solos, Ash. Explotarías.

—Pero valdrá la pena. ¡Es pastel de papas!

—Esta no será la última vez que cocine para ustedes, te lo aseguro. Apenas llevo dos días aquí y ya estoy preocupada por su salud. ¿Sólo tenían coca cola y cerveza en la nevera? Porque hoy tuve que insistirle a Nick para que me llevara a hacer las compras —hablé.

De seguro estos chicos no conocían ni lo que era un tomate. O una lechuga. O cualquier verdura.

—No... Casi siempre pedimos pizza a domicilio. Creo que aún queda una rebanada del mes pasado. No la tiramos porque le salió moho y nos dio asquito tocarla —contó. Hice una mueca.

—Asquito me da de solo oírlo.

—¿Qué hacen? —Logan entró a la cocina.

—La comida —respondimos Asher y yo a la vez. Logan rodó los ojos.

—Lo sé. Me refiero a qué hacen —formuló, obvio. Me contuve la sonrisa al ver lo parecidos que eran él y Asher.

—Pastel de papa.

Logan abrió sus ojos con sorpresa y sonrió.

—Eres el amor de mi vida, pequeña Davies.

—No te molestes en agradarle. Ali ya tiene un favorito en la casa —habló Asher.

—Si, yo.

—Quisieras —respondí burlona a la vez que me acercaba a Asher para pasar un abrazo por detrás de sus hombros. Este asintió con una sonrisa y enredó su brazo en mi espalda.

Viviendo con 5 idiotas [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora