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—No te separes mucho, ¿sí? Nosotros estaremos con algunos amigos —advirtió Nick.

—¿Quieres venir con nosotros? —preguntó Asher—. La fiesta está repleta de gente que va al instituto, no pasará nada si te quedas sola. Pero por si las dudas...

Estábamos los cinco a un costado de la pista. Asher, Logan, Tyler, Nick y yo. Alex se había quedado en la casa, pues aún no se sentía muy bien.

En cuanto llegamos, Logan se aseguró de que cada uno tenga en vaso en mano. Y no nos había servido agua, exactamente. Se trataba de un trago que tenía más alcohol del que tomé en toda mi vida. Tal vez exageraba un poco.

—He visto a algunos de sexto cerca de las bebidas, por si quieres familiarizarte —comentó mi hermano. Yo comenzaba el anteúltimo año de instituto, mientras que ellos estaban en el último, es decir, séptimo año.

—Pero intenta no familiarizarte demasiado con los chicos —pidió Logan. Rodé los ojos.

—En eso estoy de acuerdo —concordó Nick.

—Vayan con sus amigos. Estaré bien.

—De acuerdo, adiós.

—Cualquier cosa nos llamas —advirtió Asher antes de plantar un beso en mi frente. Asentí.

Suspiré cuando quedé sola. Bueno, en realidad, rodeada de personas que no conocía y compartiría pasillos por los siguientes dos años. Podía deducir que habían, al menos, cuatrocientas personas.

Caminé entre la gente hasta llegar a la mesa donde estaban las bebidas. Había olor a marihuana mezclado con cigarro normal y jugo de naranja. Todo eso acompañado del calor que hacía allí adentro. Recargué mi vaso con vodka, naranja y hielos. Pero antes de que pueda beber, alguien me lo arrebató de la mano.

—Gracias por el trago.

No era ninguno de los chicos, pero sí alguien que parecía de su edad. De un cabello rubio oscuro y ojos claros. Lindo. Parecía un muñeco.

—No era para ti —respondí.

—No te había visto antes. ¿Eres nueva?

—Si. ¿Podrías devolverme el trago, por favor?

—Mmh... No —contestó. Alcé mis cejas.

Le di la espalda y tomé otro vaso descartable para preparar el mismo trago. Sin embargo, el tipo siguió ahí parado, mirándome.

—Soy Matthew.

—Capitan del equipo de fútbol, imagino —pensé en voz alta. Era verdad. Sus rasgos concordaban con el típico chico popular, rey de los bailes y del instituto.

—En realidad, no. Pero sí formo parte del equipo. ¿Cómo te llamas? Porque dudo que seas de las chicas a las que le gusten que la llamen muñeca.

—Alisson. ¿Siempre andas por las fiestas robando tragos a las chicas que te quieres ligar?

—¿Quién dijo que quiero ligarme contigo?

—Supongo que no te acercaste a una extraña en medio de una fiesta para formar una amistad.

—Es verdad. Quiero ligarte —respondió con una sonrisa inocente.

La Alisson de Boston no se hubiera demorado más de diez segundos en lanzarse a un chico tan guapo como Matthew.

Pero la Alisson de Londres no quiere tener fama de fácil antes de comenzar el instituto. Porque, siendo sinceros, Matthew tiene pinta de ser un chico que no pasa desapercibido ante la mirada de las chicas.

Viviendo con 5 idiotas [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora