-"Y entonces la princesa saltó de su caballo, con su espada en mano y el ceño fruncido en una expresión que demostraba su enorme felicidad, y como en toda buena historia ella simplemente dejó caer su espada al suelo, y cerrando sus ojos respiró fuertemente" el mayor leyó, pasando a la última página del libro, todo bajo la expectante mirada de la menor "Ella había derrotado al temido señor oscuro, y con solo su espada, un escudo muy mal tratado y su feroz corcel pudo hacer lo que nadie nunca antes había logrado; derrotar al mal." -luego de leer lo último, el hombre cerró el libro, haciendo el peculiar sonido cuando las portadas chocaron- Y fin.
Finalmente este miro a la menor, y con una sonrisa dejó de lado el libro encima de la mesa de noche.
-¿Qué tal te pareció?
-¡Estuvo increíble! -respondió la menor, esta hizo de lado las cobijas y se arrodilló en la cama, quedando al mismo nivel que su padre- ¿Solo con una espada? ¡Es una heroína!
-Una princesa heroína -corrigió este, luego incitó a la menor a acostarse nuevamente- Solo con una espada, ingenio, poder, amor y esperanza -dijo- Si las juntas todas, y le agregas un poco de compasión y responsabilidad obtienes las cualidades que un rey o una reina necesitan.
-¿Cómo tú? -preguntó ella, sosteniendo sus manos por el borde de la manta- No, espera... ¿Cómo es que tú te llamas, papá?
Su padre sonrió.
-La gente me llama "emperador" -respondió éste- Pero antes solía ser solo un rey... Creo que eso no importa mucho ahora -dijo- Pero tú solo llámame papá, creo que ese el nombre más importante para mí.
-¿Entonces yo soy una princesa?
-Una princesa, mi heroína.
-¡Cómo la del cuento!
Este solo rió, y besando la frente de la menor de puso de pie, apagando la tenue luz de la lámpara para luego salir de allí.
-Tú ya eres una heroína para mí, Tzuyu -dijo, en la oscuridad escuchando como la menor reía- Y muy pronto serás mi emperatriz.
Luego, con una sonrisa inocente la menor cerró sus ojos y se durmió. Teniendo esa paz que no sabía que tenía y que ahora tanto anhelaba.
Los pensamientos de Tzuyu fueron interrumpidos cuando aquel hombre farfulló las mismas palabras que repetía cada semana en ese mismo lugar. Las reuniones del consejo solían ser tediosas y aburridas, y aunque a Tzuyu le gustaba tener todos los temas relacionados a la estabilidad de su gente al orden del día -cosa que pasaba todo el tiempo- lo que venía después de que los temas principales de la reunión terminaban eran su suplicio.
El viejo hombre que sostenía un sombrero extraño en su decadente calvicie golpeó con su viejo puño la madera de la mesa. Tzuyu solo lo observó aburrida, jugando con las líneas de grabado de su silla.
-Las estadísticas hablan por si solas, más del cuatro porciento de la población no aprueban a la señora Tzuyu solo por-que-no-esta-casada -remarcó el hombre palabra por palabra, casi escupiendolas con rabia- La señora Tzuyu necesita casarse, contraer matrimonio con algún principe y tener herederos que puedan seguir con el legado que su padre dejó.
Finalmente, luego de unos largos e interminables cuatro minutos después el hombre terminó de hablar y se sentó en su lugar correspondiente. Tzuyu, al saber que ya era su turno de hablar se puso de pie, alisó las arrugas en la parte baja del vestido que usaba y comenzó a caminar por los alrededores del salón, poniendo nerviosos a algunos hombres y mujeres que allí habían. Seguidamente aclaró su garganta.
-Primero que nada, no soy señorita o señora Tzuyu, para usted soy "Su majestad imperial Zhou", concejal Wong -esta dijo despectiva- En ningún momento le he dado la autorización para tratarme informalmente por mi nombre, no sea descarado -esta dijo- En segundo lugar, si lo incluimos a usted y a su familia más cercana que claramente le seguiría sus berrinches sin rechistar entonces ese cuatro porciento del que usted habla será relevante, por ahora no lo es -luego encaró al hombre- Si usted tiene sus "estadísticas" yo también tengo las mías -al decir esto le entregó el papel que guardaba en sus manos al concejal más cercano- Concejal Lim, ¿Podría por favor leer lo que hay ahí?
El hombre asintió nervioso.
-Dice que el índice de aprobación de su majestad Zhou sobrepasa el 98.7%, sin contar con la opinión de las personas que han muerto de causas naturales y/o accidentes, o que simplemente no se encuentran radicadas en el país -este dijo leyendo cada palabra allí impresa- El otro 1.3% manifestó en forma de broma que él o ella deseaban ser los que contraen nupcias con su majestad Zhou.
Tzuyu sonrió satisfecha, la mirada cargada de odio de aquel anciano no pasó desapercibida para nadie allí. La morena simplemente lo ignoró y continúo.
-Por el momento no tengo deseos de contraer matrimonio, no tengo interés en ningún prospecto y dudo que lo tenga algún día -esta dijo- Y tampoco deseo compartir el trono que algún día le perteneció a mi padre con un idiota ansioso de poder -luego miró al anciano Wong- Mucho menos si es su hijo.
-Las leyes estipulan que el trono debe de ser compartido -pero el anciano insistió- Así lo dicta la ley, así dice el consejo.
-¡Yo soy la ley! -explicó Tzuyu furiosa, sus ojos bien abiertos demostraban perfectamente la furia de su interior, está respiraba agitada, todos allí hicieron silencio al sentirsen intimidados- ¡Soy la maldita emperatriz de este imperio, mi palabra es decreto, yo soy la maldita personificación de la ley! -luego paso sus manos por su rostro sonrojado de la ira, soltando algunos respiros agitados- En ningún momento de más de los cinco mil años de historia de nuestro imperio el consejo ha tenido el poder de decidir sobre lo que se hace o no se hace, ustedes solo están aquí para der veracidad de los hechos y de que no se cometa ninguna injusticia contra el pueblo -esta dijo- Limitese a cumplir las leyes que tanto defiende, concejal Wong, de lo contrario será mejor que renuncie a su cargo. No lo diré dos veces.
Ese solo era el primero de muchos problemas.
𝐄𝐌𝐏𝐈𝐑𝐄 ®
02 - 11 - 2022¡Muy pronto!
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𝐄𝐌𝐏𝐈𝐑𝐄 | ᵀᶻᵘʸᵘ ʸ ᵗᵘ
Fanfiction[ ᴇ ᴍ ɪ ᴛ ɪ ᴇ ɴ ᴅ ᴏ ] Cuando su rol como la líder y monarca del imperio es terriblemente cuestionado, la emperatriz de China, Zhou Tzuyu, buscará ayuda para conservar su corona además de obtener consuelo para su atormentada alma en la persona que me...