𝐄𝐌𝐏𝐈𝐑𝐄 - 22

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—No sabía que ese uniforme blanco te iba a quedar así de bien

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—No sabía que ese uniforme blanco te iba a quedar así de bien. Te ves sexy.

T/n sonrió inocente ante el halago que Tzuyu le había propinado. La azabache estaba terminando de acomodar la corbata negra de su uniforme militar blanco, el mismo que uso meses atrás durante la última ceremonia antes del festival.

—No sé cómo es que puedes verme sexy usando un uniforme así -musitó la azabache, soltando la coleta que usaba en el cabello, dejando que este cayera por sus hombros- ¿Estás segura de querer usar el negro y no el blanco? Créeme que te verías espectacular de banco.

En la mañana, después del desayuno T/n había llegado a la habitación que compartían durante su estadía en el portaaviones con varios atuendos que la morena podía usar. Entre ellos, aparte de haber hanboks y kimonos tradicionales -gracias a las raíces coreano japonesas de T/n- habían dos uniformes militares similares al que T/n estaba usando en ese momento, solo que en colores blanco o negro.
Luego de meditarlo unos pocos segundos Tzuyu asintió, mirando a T/n a los ojos. La morena alisó el blazer de su uniforme negro.

—Hace unos días ví en tu oficina una foto de tus padres sobre la repisa más grande -esta dijo, T/n hizo un puchero mientras recordaba- En la foto estaban ellos dos, bastante jóvenes, usando unos uniformes similares a estos -dijo- Sakura estaba usando el blanco, y tu padre... Bueno -agregó sonriendo- Quiero creer que ahora mismo soy tu mano derecha, tu mayor confidente, tu segunda al mando... Tal cual lo fue tu padre para tu madre por tantos años -musitó ella, un sonrojó cubría ligeramente sus mejillas, T/n sonrió totalmente enamorada- Quiero que la gente entienda eso al verme usando un uniforme distinto al tuyo. Por eso elegí el negro.

T/n asintió comprendiendo las razones de Tzuyu para usar tal ropa, luego, acercándose a esta le plantó un beso en los labios, seguido de otro en su frente.

—Entiendo -dijo- Si deseas eso... Que así sea -esta dijo- Tú no eres mi segunda al mando Tzuyu, eres la primera en todo, eres mi igual en cualquier sentido, recuerda eso. Tú no eres un trofeo, o una meta, eres más que eso. Eres mi esposa y así quiero que la gente en todo el mundo lo entienda, que Zhou Tzuyu ahora es la mujer más poderosa que jamás han visto, ¿Crees que puedas pensar en eso tú también?

La morena asintió de inmediato. Sintiéndose débil ante la mirada llena de autoridad de la azabache.

—Perfecto, ahora... ¿Bajamos? -preguntó, acariciando las mejillas de la menor- Debemos de darle unas indicaciones al capitán Hernández sobre lo que haremos en los siguientes días.

—Vamos.

Algunos minutos más tarde en el puerto de Tokio

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Algunos minutos más tarde en el puerto de Tokio...

—Entonces, haremos lo siguiente -explicó T/n, los hombres en la sala de mando junto a Tzuyu miraron fijamente al mapa en la mesa- En este momento tenemos a la cuarta, quinta, sexta y septima flota estacionadas en los puertos Navales de Tokio, Jeju, Incheon y Luzón en las Filipinas, hasta ahora hemos hecho pasar esta masiva movención militar como parte de ejercicios navales contra la piratería, nuestros agentes en Beijing nos han dicho que nadie ha sospechado nada, así que contamos con el factor sorpresa contra el concejal Wong. Esto es una enorme ventaja.

T/n hizo silencio por unos segundos. Ni un alma se atrevió a hablar en ese momento.

—Capitán Hernández, como capitán del buque insignia el H.M.S ZHOU TZUYU l su deber será estar estacionado, en todo momento, en la ciudad portuaria de nixhou, en Tianjin, habrá comunicación radial en todo momento con el mando central dirigido por el general Jinyoung por si algo llegará a suceder, además, de ser necesario, usted dará la orden de iniciar la invasión en caso de que yo, o Tzuyu, autoricen la invasión, ¿Comprende? -el joven capitán asintió- Perfecto, ahora mismo hay cinco millones de soldados estacionados en aguas internacionales cubriendo todas las rutas marítimas de comercio y militares, además, hay por lo menos diez submarinos patrullando en todo momento las costas chinas fuera del radar desde la isla de Jeju hasta las Filipinas, además hay por lo menos veinte destructores y siete portaaviones a espera de órdenes de atacar. Técnicamente toda la flota entera del Pacífico está a menos de mil kilómetros de distancia de China, quiero que usted capitán Hernández y el general Jinyoung sean los generales encargados del tercer ejército. Confío en que harán lo posible para que todo salga bien.

Luego, sin rechistar a las órdenes de la emperatriz los hombres la reverenciaron para luego irsen de allí a cumplir con sus tareas asignadas. T/n suspiró profundamente.

—Eso es mucha gente -bromeó Tzuyu, T/n sonrió negando- Entonces... ¿Cuando saldremos?

—De inmediato -respondió T/n- mi tío Jinyoung nos verá abajo en diez minutos, tu amiga Elkie nos consiguió un puerto que estará vacío y libre de soldados y de gente por al menos dos horas, como habíamos dicho entraremos en total incógnito, quiero que el concejal Wong se de cuenta de nuestra presencia cuando nos vea frente a él.

Tzuyu asintió comprendiendo. —¿Cuál es mi tarea?

—Supuse que ibas a preguntar eso, así que... Te voy a encomendar la tarea más importante de todas.

Rápidamente T/n le hizo algunas señas a un joven soldado que las seguía a todos los lugares  que se movieran. Tzuyu veía todo con confusión, más un cuando T/n se quitó un collar de corazón de su cuello, entregandoselo a ella. La morena lo recibió dudosa en sus manos, ¿Que tenía de importante un collar con forma de corazón?

—¿Que es esto? ¿Por qué me lo entregas? -preguntó.

—En tus manos tienes la cosa más importante para mí además de ti y de mi familia -esta dijo, Tzuyu seguía sin entender- Ese collar es la llave del maletín que el soldado tiene en sus manos -la azabache señaló al joven, el cual enseñó el maletín negro en sus manos, Tzuyu abrió sus ojos tanto como pudo al reconocer el dichoso maletín- Ahí adentro están los códigos de lanzamiento nuclear, tanto de los submarinos como de los misiles continentales en América. De caer en las manos equivocadas, como las de Wong, estaremos en un grave peligro.

Tzuyu quiso devolver el collar, pero T/n no se lo permitió. —Todo el mundo en este portaaviones sabe que su primera prioridad es mantenerte a salvo, en este momento eres mi heredera, así que tu estatus cambio al mismo de tesoro imperial. En caso de que me llegue a suceder algo tú serás la única en todo el planeta que podrá tomar la decisión final.

Tzuyu titubeó, no estando segura de tener tan... Alta responsabilidad.

—¿Estás segura de esto? -preguntó, T/n asintió sin dudarlo un segundo- Es demasiado... Demasiado peligroso.

—Lo sé, por eso quiero que lo tengas tú -respondió la azabache- Sé que podrás hacerlo bien, y que solo harías algo de ser estrictamente necesario.

Luego, otro soldado llegó hasta ellas, interrumpiendo la conversación que estaban sosteniendo.

—Su majestad, el transporte está listo -este dijo, T/n agradeció dejando que este se fuera.

—Bueno, ya es hora -dijo, finalmente tomando ka mano de Tzuyu para quitarle el collar y ponerlo en su cuello, siendo ayudada por la morena- ¿Nos vamos?

—Vamos.

—Vamos

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𝐄𝐌𝐏𝐈𝐑𝐄 | ᵀᶻᵘʸᵘ ʸ ᵗᵘDonde viven las historias. Descúbrelo ahora