𝐄𝐌𝐏𝐈𝐑𝐄 | ᵀᶻᵘʸᵘ ʸ ᵗᵘ

𝐄𝐌𝐏𝐈𝐑𝐄 - 17

Después de que las cosas en el palacio se calmaron un poco con respecto al comunicado oficial y con los primeros preparativos de la boda, T/n se adentró en el interior de los pasillos en busca de su oficina. Tzuyu estaba teniendo una videollamada con su madre -junto a Sakura, por supuesto- sobre la inminente noticia que sacudió a todo el mundo. Volviendo a lo otro, T/n llegó hasta su oficina, y tras abrir la puerta está se encontró con la figura de un hombre alto y delgado de espaldas a ella, mirando los cuadros de los últimos monarcas del imperio.

El hombre, que al sentir la presencia de T/n en el lugar se dió la vuelta, sonriendo ante la vista.

—¡Tío Jinyoung!

El hombre abrió sus brazos, y T/n, tal cual lo hacía como muchos años atrás se abalanzó para abrazar al nombrado, compartiendo un cálido abrazo.

—Oou~ mi pequeña niña ya creció, estás enorme -este dijo, riendo en medio del abrazo- Tienes que contarme muchas cosas.

T/n asintió efusivamente.

Algunos minutos más tarde...

—Luego de estar siete meses en Berlín logramos atraparlo cerca de la frontera con Austria -el mayor dijo, dejando su taza de té en la mesita ratonera- Desde la coronación de su majestad hace ocho años había tenido está preocupación respecto al señor Karl Müller, y no estábamos tan equivocados -dijo- este sujeto estaba contrabandeando ciertas sustancias peligrosas en Europa occidental, que luego llegarían a nuestro país para finalmente entrar a los mercados de Asia. Era una red de narcotráfico muy grande, aún faltan por concretar varios arrestos, pero no falta mucho tiempo para acabar con ellos totalmente.

T/n asintió sorprendida. Su tío era una especie de James Bond coreano.

—¿Desde cuándo estabas en esto? Y también... ¿Por qué no sabía nada de esto? -preguntó.

—Doce años, aproximadamente -respondió él- Su majestad no sabía nada de esto ya que fue una misión especial que me encomendó tu madre, y no podía regresar hasta terminarla, demasiado peligrosa como para involucrarte en esto -dijo- Es por eso que estoy aquí. Cómo ya hemos terminado nuestra parte regresé para darle el informe final a su majestad.

La azabache sonrió tímidamente. —Puedes decirme solo T/n, tío, no tienes que ser tan formal conmigo.

Jinyoung sonrió, negando suavemente.

—Si te hubieras llamado diferente lo consideraría, pero te llamas igual que mi madre... -este dijo, mirando el retrato de la emperatriz T/n, la primera, en uno de los costados de la oficina imperial junto a los demás emperadores pasados de la familia- Siento que le estoy faltando el respeto, aunque ya ella no esté aquí.

T/n sonrió triste, recordando a su abuela. La emperatriz T/n fue una mujer excepcional y talentosa. Realmente la extrañaba.

—Supongo que no podré hacerte cambiar de opinión, ¿Verdad? -Jinyoung negó rápidamente- Lo supuse. Eres demasiado recto.