29- Gotas de Amor

782 69 10
                                    

--Te dije que no era buena idea salir mientras está lloviendo.

Sin prestar atención a los regaños de su novio, la joven peli-(c/c) volvió a estornudar, su nariz estaba tapada y no respiraba de manera regular.

Tenía los labios entreabiertos y un sonrojo en las mejillas.

--Es solo un resfriado.-- Dijo ella tratando de aliviar la situación y sonriendole al pelinegro. --Exageras.

--Calla y come.

Ante esa órden, (T/N) abrió la boca para recibir la cuchara que el ojigris acercaba a sus labios. Law había preparado sopa y a pesar de que tenía un sabor algo inusual, ella comía de lo que él había hecho.

Después de todo, el varón solo la estaba cuidando como buen novio que era.

(...)


Otro día lluvioso, ni siquiera podía salir por la extrema humedad y las calles inundadas en la ciudad.

Disfrutaba de la lluvia, pero odiaba la idea de tener la nariz tapada y estar todo el día en cama, enferma.

Había hecho videollamadas con sus amigas Robin y Nami, aún así el aburrimiento la estaba torturando. Lo peor era que su mente reproducía las imágenes de aquella madrugada.

Lo sucedido antes del encuentro con esa mujer.

Las cálidas y románticas caricias que cierto joven había dejado en su piel, ese rastro por todo su cuerpo, las sensaciones que su anatomía experimentaba al recordar lo ocurrido.

Las marcas en su cuello no habían desaparecido todavía, tampoco las que tenía en sus senos, glúteos, estómago, muslos, piernas, cintura y brazos.

Law se había encargado de marcar su territorio, a pesar de todo, era algo confuso.

¿Por qué Monet estaba ahí esa noche? ¿Por qué Law la dejaría estar en su apartamento si sabía que esa mujer llegaría? ¿Por qué Law le contaría sobre su olvidada relación si lo iba a arruinar al final?

Eran preguntas que no abandonaban su cerebro y no le permitían disfrutar del día con tranquilidad.

Su estómago empezó a rugir, era como una alarma que le obligaba a salir de su cuarto para buscar algo de comida. Se levantó con pereza de la cama y se dirigió a la cocina.

Aparentemente, su hermano no se encontraba en casa y estaba junto a su amigo Killer.

(T/N) se preparó un sándwich, aunque algo en el fondo de su mente le gritaba que no se lo comiese. Sonrió ante el recuerdo que pasó por su cabeza, de cierto ojigris diciéndole que los sándwiches eran un error y que no deberían existir.

Una vez terminó, caminó hacia la sala de estar recostandose en un sofá para distraerse viendo la televisión.

Y a pesar de que estaba cómoda y calmada, el sonido del timbre perturbó su paz.

<< ¿Ese idiota se olvidó de sus llaves? >>

Se dirigió a la puerta y abrió ésta con lentitud, la imagen frente a ella derritió su corazón.

Trafalgar Law se encontraba de pie, sosteniendo un oso polar de peluches de colores grisáceos como sus tiernos ojos, éste osito llevaba un corazón con las palabras "Te Quiero" y un ramo de girasoles. El varón pelinegro llevaba puesto una camiseta blanca de botones que se encontraba húmeda, suponía que a lo mejor él había venido caminando bajo la lluvia y por eso estaba todo mojado.

--(T/N)-ya-...

Le jaló del brazo para meterle en el apartamento y cerró la puerta, no le permitió pronunciar ni una sola palabra y fue a su habitación en busca de una toalla y algo de prendas.

Por suerte, recordó que tenía varias sudaderas y pantalones que pertenecían al ojeroso, en su armario. Así que le trajo una sudadera de color negro y unos pantalones de pijama de color gris.

--Vístete y vete.

--No.

--¿Qué quieres?

--(T/N)-ya, escúchame.-- El varón se acercó a ella, pero ésta se alejó.

Law soltó un suspiro y se quitó la camisa que llevaba puesta, se secó las gotas de agua que recorrían su pecho con la toalla y se deshizo de sus pantalones también.

--¿Por qué viniste?-- Preguntó en un susurro la chica, su tono de voz levemente herido. El ojigris aún seguía cambiándose cuando ella se dio la vuelta y la joven tuvo una linda imagen del chico sin camiseta, dejando a la vista su marcado abdomen con leve humedad y su piel pálida.

La de ojos (c/o) se giró al instante, sus mejillas violentamente ruborizadas y sus labios apretados. Estaba avergonzada.

El ojeroso terminó de ponerse la camisa y soltó un suspiro, posando sus manos en sus caderas.

--Lo siento mucho, (T/N)-ya.

Silencio.

La joven bajó la mirada, apretó sus puños y su respiración estaba algo acelerada. Las inmensas ganas de abrazar al chico aparecieron, provocándole un hormigueo en sus brazos. La confusión le estaba deteniendo, no comprendía nada de lo que estaba pasando.

Si Law le engañó dos veces, ¿por qué seguía pidiéndole disculpas?

--No estoy entendiendo nada, Law...-- Balbuceó la chica, sus ojos empezaban a llenarse de lágrimas, la ansiedad le estaba presionando. Ya no sabía que creer. --No sé por qué sigues aquí, por qué esta pasando todo esto. Yo tan solo quiero ser amada... Y tuve un accidente donde casi muero, perdí la memoria y tuve sexo contigo... Pareciese que fue sacado de una novela o algo así...

El cuerpo de la fémina comenzó a temblar, se sentía vulnerable y el ojigris no tardó en rodearle con sus brazos, refugiándole en un abrazo, donde el acarició su espalda como consuelo.

--Déjame explicarte todo, (T/N)-ya.-- Susurró él mientras la guiaba a uno de los sofás, luego permitió que ella dejase las lágrimas salir por un rato y una vez ella se calmó, Law le contó todo.

Como Monet le estuvo acosando desde que tenía memoria, como ella también les estuvo acosando a ambos cuando empezaron su relación, recogiendo información de la chica y como ella fingió una escena donde Law estaba engañando a (T/N).

La noche del accidente, la peliverde fue al apartamento de Law, quitándose su ropa para aparentar que estaba teniendo relaciones con él.

Todo para provocar que la joven se alejase del pelinegro.

El accidente fue algo inesperado.

CONTINUARÁ...

En Busca de Cenizas (Law x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora