6. Un Príncipe borracho

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CAPÍTULO 6

Un Príncipe borracho

Aquel día, fue aburrido por la mañana, pero en la tarde... se puso ciertamente interesante.

No había mucho que hacer en el Castillo, ya que ya había conocido a la mayoría de la familia Targaryen. Eran amables y dulces conmigo, a excepción de Aemond que era todo un enigma. Afortunadamente, se marchó con Ser Criston a los siete sabrán donde. Helaena dijo que a entrenar. Porque Aemond era excelente en batalla.

-Mí madre no está feliz hoy -había comentado Helaena, clavando sus dulces ojos sobre mí. Yo me encontraba sentada en la alfombra con Jaehaerys, Jaehaera se encontraba dormida. Solo jugábamos en compañía de su madre.

-¿Puedo saber por qué? -inquirí, confusa. Helaena suspiró y tomó asiento a mí lado, cruzándo sus piernas.

-Mí hermana mayor, Rhaenyra. Ella se encontraba en Driftmark por la muerte de la prima Laena. Se suponía que debía regresar a Dragonstone pero mandó a su mensajero para anunciar que ella y su familia pasarían la noche aquí. Rhaenyra quiere ver a nuestro padre.

-Pero eso no es malo ¿o sí? La princesa tiene todo el derecho.

No entendía aún toda ésta riña que la reina Alicent y sus hijos tenían en contra de Rhaenyra. Sin embargo, fuese lo que fuese, no podían negarle a una hija ver a su padre enfermo. Sería inhumano.

-Claro que no es malo -aclaró rápidamente la peli-plateada- Es sólo que cuando Rhaenyra y su familia pisan King's Landing, suelen suceder cosas malas. Mis hermanos no se llevan bien con nuestros sobrinos y ciertamente mí madre no soporta ver a Rhaenyra. Yo no tengo ningún problema con verla, es solo que no quisiera presenciar más desastres.

-¿Son tan fuertes sus peleas? -solté una risita y Helaena me miró con seriedad.

-Con decirte, que en una de sus peleas... Mí hermano Aemond perdió un ojo, es una locura.

-Vaya, eso no lo sabía. Lo siento.

-No te disculpes -Helaena tomó mí mano, cariñosamente- No sabes nada de aquí, ya aprenderás. La casa Targaryen es una tormenta de la que no cualquiera puede soportar.

-Sí... eso es mucho estrés para mí tranquila alma. Prefiero no meterme a ese asunto.

Helaena soltó una risa y también me contagió.

-No te preocupes, la cena pasará rápido. Además, tu eres nuestra invitada de honor. Debes estar ahí, Beiha.

-Claro, sí la reina está de acuerdo -asentí con una sonrisa y luego me puse pensativa. -¿Crees que el Príncipe Daemond también venga en compañía de Rhaenyra?

Helaena se encogió de hombros.

-No lo sé, estaban juntos en Driftmark. Pero, quizás no quiera venir. ¿Por qué? ¿Deseas verlo? ¿Te interesa el?

No sabía que cara poner ante eso, pero era entendible, Helaena no sabía. Así como yo no sabía sobre la rivalidad entre la reina y la princesa Rhaenyra.

-El mató a mí hermana, si quisiera verlo sería únicamente para preguntarle el por qué.

Helaena se sonrojó furiosamente y se tapó el rostro, avergonzada.

-Oh mierda, qué estúpida soy. Perdóname, no sabía.

Reí, divertida.

-Helaena Targaryen ¿Acabas de decir groserías?

-Y frente a mis hijos -Helaena no sabía que expresión poner, estaba completamente roja- No creí que...

Las puertas se abrieron causando un ruido estruendoso y la reina Alicent entró a la habitación. Me puse de pie rápidamente, al igual que Helaena, y realicé una reverencia.
Jaehaerys corrió a saludar a su abuela y la castaña lo saludó con cariño.

JUDAS | Daemon Targaryen - Aemond TargaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora