CAPÍTULO 7Los Negros llegan a King's Landing
Caminaba muy despacio por los pasillos, para estar llegando tarde a absolutamente todo. Contemplaba las ventanas con tranquilidad, observando como el sol lentamente se adentraba nuevamente.
La cena ya pronto estaría lista y la princesa Rhaenyra estaba próxima a llegar al desembarco del Rey. Estaba ansiosa por ello, deseaba conocer a la princesa en persona. Sin embargo, después de lo que Helaena me dijo sobre las peleas, no estaba con muchas ganas de asistir a ninguna cena. Y en el caso de que Daemon Targaryen estuviese presente, mucho menos.
-¡Cariño! -no sabía de que pasillo había salido la reina Alicent de pronto, venía con una bonita caja de madera en manos. -Qué bueno que te encuentro. ¿Has visto a Aegon?
Se notaba en su mirada la angustia de una madre que no quería que sus hijos lo arruinásen todo.
-Mí reina -sonreí, animándola- No se preocupe, la mano encontró a Aegon en las afueras de la fortaleza. El Príncipe ya está en su habitación, probablemente a punto de estar listo.
Omití el hecho de que encontré a Aegon borracho tirado en las escaleras y que su abuelo lo había golpeado. Alicent ya de por sí se veía bastante estresada. La llegada de Rhaenyra representaba un caos para ella y su familia. Aquello me resultaba especialmente intrigante.
Me había encargado personalmente de llevar a Aegon a su habitación, había sido toda una odisea. No era fácil arrastrar a un borracho por todo el Castillo, asegurándome de que nadie lo fuera a ver.
Las criadas se encargaron de bañarlo y escogieron su mejor traje, yo le dejé un té de hierbas y así se le iba pasar, aunque sea un poco, la borrachera.
-Oh, gracias a los siete... -la reina exhaló aire aliviada. Estaba muy bonita. Traía una corona en la cabeza, un vestido verde oscuro cubierto de joyas plateadas y el cabello cobrizo recogido perfectamente. -Me alegra oír eso. ¿Por qué aún no te has preparado?
-No, mí reina. A eso iba.
-Entonces te encontré en el momento
justo, ten -me entregó la caja y la tomé entre mis manos, confundida.-No tenía por qué... -sonreí avergonzada y la reina demandó;
-Ábrelo, querida.
-Está bien -obedecí y levanté la tapa de la caja, curiosamente. Era tela, no, era un vestido de un hermoso color verde agua. -¿Un vestido?
Y verde, como no. Al parecer era el color típico de ésta familia.
-Así es, es un regalo de mí parte por haberte portado tan bien con nosotros -la reina esbozó una de sus sonrisas dulces.
-Realmente es un honor... -involuntariamente me puse roja- Verde, eh. ¿Por qué yo debería ser digna de usar el color de su familia?
Alicent se puso seria. Suspiró y tomó una de mis manos, clavándome una mirada profunda.
-Por que los negros están llegando, Beiha. Y tú eres parte de nosotros -apretó mí mano-El Rey te necesita, Heleaena te necesita. Yo te necesito, tú... debes estar ahí.
Separé ligeramente los labios, sorprendida por sus palabras. No entendía como mí belleza y carisma me habían traído tan lejos. El aprecio que la reina y su familia me tenían era casi obsesivo. Me tenían en sus manos como un diamante precioso, al cual cuidar y jamás dejar caer.
No sabía cómo reaccionar ante eso, ni las consecuencias futuras que me esperaban.
-Allí estaré, mí reina -abracé la caja contra mí pecho- Su familia cuenta con el apoyo de la casa Royce.
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JUDAS | Daemon Targaryen - Aemond Targaryen
FanficBeiha Royce era tan sólo una niña cuando el peso de la casa Royce cayó sobre sus hombros. Desde pequeña, su familia tuvo muy en claro que Rhea Royce era la guerrera y Beiha, la damita dulce. Así que ésta última tuvo una infancia feliz en el valle, l...