31. Jamás me casaría contigo

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CAPÍTULO 31

Jamás me casaría contigo

—No creo que mí hermano haya accedido a eso, no lo veo capaz —se negó Rhaenyra.

—No es tan inteligente —bufó Daemon, burlón.

—Les prometo que es verdad, Aegon no es un problema.

—No, solo le usurpó el trono a Rhaenyra. Es un violador de mierda y un borracho asqueroso —Daemon, siempre hablando tan bien de su familia.

Nos encontrábamos en la sala de reuniones, donde se llevaba a cabo la reunión del consejo negro. Los principales éramos Daemon, Sir Harwin, los hijos de Rhaenyra, yo, las hijas de Daemon y Rhaenys, en representación de Lord Corlys que continuaba algo enfermo. Habían más Lores y maestres, pero éstas reuniones eran muy... confidenciales.

No planeo defender a Aegon, pero el desea cambiar y lo hará —dije firme en mí posición—El verdadero problema aquí es...

—Así que cambiará, solo porque tú lo dices —había veces en las que no soportaba a Daemon.

—¿Cuál es su problema, príncipe? —volteé a mirarlo molesta. Rhaenyra y los demás se quedaron en silencio.

Daemon era tan bipolar. Aveces parecía tan atento y amable conmigo, otras veces solo me... detestaba.

—¿El mío? Ninguno —negó haciendo un gesto desinteresado— Solo que está claro que aún tienes algo de verde en tu interior. Defiendes al usurpador y deseas que haga alianza con nuestra reina. ¿En qué cabeza cabe eso?

—Es que tu simplemente no entiendes mis planes...

—No hay nada que entender —me contradijo, acercándose a mí de forma intimidante— Como mano del rey, no pienso seguir ese estúpido plan de hacernos los amiguitos del idiota de mí sobrino. Nos van a traicionar, ¿En serio eres tan ilusa de creer en sus palabras?

—Daemon... —intentó interferir Rhaenyra, tomando la mano de Lucerys como protección. La vida lo había devuelto y no quería soltarlo casi nunca.

—No, ¿y que es lo que quieres hacer? —desafié al príncipe— ¿ir a King's Landing y matar a todos con tus dragones? ¿Te parece sensato?

—Así es.

—Eso no es estrategia, es impulsividad combinada con estupidez.

—¿Tú que sabes? Eres regente hace menos de un año, todavía eres una niñata.

—¡Basta! —Daemon y yo volteamos a ver a Rhaenyra, cuando la situación se había acalorado demasiado. —No peleemos, somos de los negros, no hay que pelear entre nosotros.

—¿Estás segura de que Beiha es de los negros? —Daemon me miró fastidiado— No hace más que defender a los verdes. No me sorprendería si mañana viene a defender a Sir Criston.

—El es un buen hombre, para que sepas...

—¿Lo ven? —Daemon soltó una risotada.

—Cariño, cuéntanos tu estrategia —Sir Harwin volteó a verme, con una sonrisa tranquila. —Dejemos que hable, Daemon. Luego podrás opinar sobre la situación.

Daemon se pasó la mano por la cara y yo sonreí victoriosa.

—Aegon no quiere el trono, el sabe que no es digno, su padre jamás lo nombró heredero. Aquí los culpables son Lord Otto y la reina. Ellos pusieron a Aegon en el trono. Éste planea abdicar, quiere entregarle su corona a Rhaenyra.

—¿Y por qué haría eso? —cuestionó Rhaenys, frunciendo el ceño.

—Porque no quiere ser rey, sabe que no será uno bueno —repetí, firme— El problema aquí es Aemond, el sí tiene ambición por el trono.

JUDAS | Daemon Targaryen - Aemond TargaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora