JUDAS | Daemon Targaryen - Aemond Targaryen

16. Los Verdes llegan a Dragonstone

CAPÍTULO 16

Los Verdes llegan a Dragonstone

-¿Estás nerviosa? -Baela se veía preocupada. Yo negué, con una sonrisa pasiva.

-No, princesa.

-Pareces nerviosa -Rhaena, en cambio, sonreía con diversión. -¿Es por la visita del ladrón de dragones?

-¿Qué? ¿Te refieres a Aemond? -inevitablemente me reí. Era un interesante apodo.

-Sí, cómo sea -Rhaena rodó sus ojos, digna hija de su padre. -¿Lo conoces mucho? ¿Te agrada?

-Es igual de agradable como cualquiera de los Targaryen -le resté importancia. Estábamos en la biblioteca y no sabía por qué caminaba de un lado a otro, como sí estuviera huyendo de algo.

Rhaenyra y los demás fueron a recibir a Aemond, pues no confiaban en el.

-Sí es así... -Baela me miró-¿Por qué te escondes de él?

-¿Yo? -me puse roja- Para nada, sólo me siento curiosa. Deseo saber cual es la razón de su llegada.

-Podríamos ir a averiguarlo -propuso Jace, quién leía un libro de idioma valyrio. Casi me olvidaba que también estaba aquí, al igual que Luke.

-No, Jace -Luke negó inmediatamente, intimidado- Madre nos ordenó quedarnos aquí.

-Padre también -Rhaena sonrió con travesía- Pero me muero de la curiosidad, deberíamos ir a ver.

-¿Qué opinas, Beiha? -preguntó Jace, dándome la decisión final.

Todos voltearon a mirarme y detuve mí caminata, confusa. Ah, me tomaban por la adulta responsable, claro.

Sí solo era como dos años mayor que ellos.

-No deseo que la princesa Rhaenyra se enoje -aunque en parte, me emocionaba la idea de ver a Aemond, es decir; saber el por qué de su llegada a Dragonstone.

-La mayor ha decidido -Luke sonrió alegremente y los demás tuvieron que volver a sus quehaceres, aburridos.

Una criada ingresó al salón y dejó una jarra de agua.

-Lina, ¿Sabes algo de los recién llegados? -le preguntó Baela, sin poder evitar su sentido del chisme. Aunque, inevitablemente todos nos acercamos para oír lo que tenía que decir.

La criada susurró muy suavemente;

-El Príncipe Aemond, el príncipe Aegon y Ser Criston Cole llegaron de King's Landing. ¿La razón? La desconozco. Sin embargo, pude ver sus semblantes preocupados. No vinieron para pelear.

El nombre de Aegon captó por completo mí atención. La criada se marchó y yo dí vueltas en la biblioteca, pensativa.

-Mejor vayamos a ver -acepté y salí del salón. Los demás ni siquiera dudaron, me siguieron como patitos. A excepción de Lucerys, que se quedó un par de segundos hasta que finalmente a regañadientes aceptó seguirnos.

Me sentí como una niña, cuando entre risas trotamos lejos de los guardias, codeandonos con las paredes y agachando la cabeza para que no nos fueran a ver.

-Ahí es el salón de recibimiento -señaló Jace, unas enormes puertas- Pero lo rodearemos, para hallar un lugar donde ver, sin que nos vean.

Sujeté a Luke de la mano, que era el más reacio a seguirnos y continuamos nuestra aventura. Comenzamos a oír voces y cuando rodeamos el salón, logramos encontrar una especie de escaleras que llevaban a un mirador. El lugar perfecto para ver y oír todo, sin ser descubiertos.