Capitulo 17:

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La sesión de besos se alargó un poco más hasta que Ginny recordó que estaban en medio del pueblo, con mucha gente a su alrededor, algunos de los cuales los miraban con unas sonrisas divertidas, así que algo avergonzada, le pidió a Harry que regresaran a la madriguera.

Cuando ya estaban cruzando el patio trasero, se detuvieron al encontrarse con los gemelos.

—¿Ustedes no deberían estar en la reunión de la Orden? —les preguntó extrañado Harry.

—Deberíamos —dijo Fred con gesto despreocupado.

—Pero no queremos —agregó George.

—Además, ya tenemos muy claro lo que debemos hacer en la próxima misión.

—Somos los bromistas, por lo que con cada misión nuestra tarea no cambia.

Ginny sintió que una idea se iluminaba en su cabeza.

—Oigan —empezó—, sé que no deberían, ¿pero podrían decirnos donde será la próxima misión?

Fred y George alzaron las cejas e intercambiaron miradas burlonas.

—No deberíamos decirte —recalcó George—. Sirius ya nos habló de tu petición para entrar a la Orden.

—Petición que, obviamente, te fue negada —siguió Fred.

—No les afectará en nada decirnos el sitio y el día —apoyó Harry.

—Depende también de lo que vayan a hacer con esa información.

—No haremos nada —aseguró Ginny—. Sólo queremos saber.

Los gemelos volvieron a mirarse en silencio. Ginny tuvo la impresión de que casi podían comunicarse a través de sus mentes, pero eso no era un alivio, ¿cómo entonces podría adivinar si les darían esa información? Luego de pensarlo unos pocos segundos, tuvo una solución.

—Hagamos un trato —dijo, cruzándose de brazos como gesto de concentración—. Ustedes nos dicen dónde será la siguiente misión de la Orden, con detalles incluidos, y yo le pagaré veinte galeones a cada uno, por eso y por guardar el secreto de nuestra curiosidad.

—¿De dónde vas a sacar cuarenta galeones? —preguntó Fred, frunciendo el ceño.

—Puedo conseguirlos fácilmente.

—¿Y los tienes ahora? —agregó George.

—Se los traeré mañana.

Con eso los gemelos se vieron mucho menos convencidos, pero Ginny se apresuró en comentar:

—En caso de que no traiga los galeones mañana en la noche, tendrán mi total y absoluto permiso para realizarme una broma, de las peores que se les ocurra.

—Bonita, no creo que sea una buena idea... —comentó Harry, mirándola algo nervioso.

—Tranquilo, déjamelo a mí —contestó Ginny confiada—. ¿Y bien, chicos?

—¿Podremos hacerte una broma? —preguntó George.

—De las peores y más pesadas bromas.

—¿Estas segura? Porque aún no has visto nuestras bromas, y estoy seguro de que no te gustará ser víctima de una —aclaró Fred.

—Seré víctima de una en caso de que no traiga sus galeones mañana.

—¿Y cómo estas tan segura de que regresarás mañana?

—Ahora, por si no lo sabían, soy la novia oficial de Harry, así que me verán más a menudo por aquí. No creo que vayamos a romper en un solo día...

Paredes de Mentira [Harry y Ginny]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora