Capitulo 22:

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Ginny se acomodó mejor en su asiento con una sonrisa, aprovechando para quitarse unos cuantos jerseys y mantas que le habían obligado los hermanos Weasley a colocarse, porque según ellos hacía bastante frio y podría enfermarse.

Ya era de noche, y como era costumbre para ella, había viajado con Harry hacia la madriguera. Pero hacía rato que el azabache se había separado de ella para convocar a los otros miembros del ED, junto con Hermione, Neville y Luna. Como los de la Orden estaban merodeando el pueblo y la madriguera, ayudando a quienes podían, Ron y Ginny no pudieron ir con sus compañeros, para no levantar sospechas sobre sus actividades.

Mientras aguardaban, Ron y Ginny habían sacado unas sillas al patio de la madriguera, y pronto se le unieron también Bill y los gemelos, sacando de igual forma una silla para Charlie que saldría después de la casa. Sin embargo, luego de que Ginny se quitara algunas mantas de encima, y observara el tranquilo pueblo, se dio cuenta de que los gemelos estaban colocando algo bajo la almohadilla del asiento de Charlie, teniendo unas sonrisas juguetonas plantadas en sus rostros.

—¿Qué es lo que hacen? —les preguntó Ginny con diversión, haciendo que Bill y Ron repararan en lo que hacían los gemelos.

—Solo es una pequeña broma —contestó Fred, mientras tomaba asiento de nuevo.

—Como en los viejos tiempos —agregó George, sentándose junto a su hermano.

—Saben que Charlie a veces no tiene tolerancia con sus bromas —les advirtió Bill.

—Nos gusta hacerlo enojar.

Ron y Ginny se miraron y rieron.

Aguardaron en silencio, observando el activo pueblo alrededor de la madriguera. Ginny podía ver algunos niños aún jugando, escondiéndose de sus padres que los mandaban a dormir. Un poco mas allá, también se podían ver a algunos adultos, sentados fuera de sus casas o tiendas de campaña, charlando plenamente. Toda esa tranquilidad se le transmitió a ella, y por unos instantes olvidó que era una princesa, y que todas las personas que la rodeaban no sabían su nombre real o que estaba usando una peluca.

Allí podía ser una chica normal, y eso le gustaba.

Poco después, escucharon pasos a sus espaldas y vieron de reojo como Charlie iba hacia ellos. Las sonrisas de los gemelos se ensancharon de forma algo tenebrosa, pero su hermano mayor, que pronto sería víctima, no se percató de ello, hasta que tomó asiento y se oyó un sonido de pedorreo. Bill, Ron, los gemelos y Ginny miraron a Charlie, que se quedó congelado en su puesto; se levantó un poco de la silla y volvió a sentarse, ocasionando otro pedorreo.

Sin poder contener ya la risa, los gemelos estallaron, siguiéndolos poco después sus hermanos y Ginny.

—¡No es gracioso! —murmuró Charlie, acomodándose en su asiento e ignorando los sonidos de pedorreo que provocaba.

—Es divertido —admitió Bill, ganándose una mala mirada de su hermano.

—Y será mas divertido cuando te levantes —comentó Fred, de forma maliciosa.

—¿Qué...? —Charlie ahogó la pregunta en su garganta y se levantó de un salto, girando lo mas que podía su torso y su cabeza para observar como había quedado su trasero.

Los demás, al ver la escena y lo que le había pasado, estallaron entre risas con más fuerza. Ginny no sabía cómo, pero los pantalones de Charlie se habían manchado —a la altura del trasero— con una especie de lodo, o al menos eso quería creer, porque parecía... por decirlo de una forma sensible, materia fecal.

—¡Maldita sea...! ¡Fred! ¡George! —exclamó Charlie enojado, volviéndose hacia sus hermanos.

Los gemelos estaban a punto de resbalar de sus sillas hacia el suelo, debido a que ya no controlaban la risa.

Paredes de Mentira [Harry y Ginny]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora