Capitulo 4:

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—¡Buenos días, familia! —exclamó Ginny, entrando con una sonrisa al gran comedor.

Sus padres y hermano, que estaban sentados en la larga mesa comedor dorada, levantaron las miradas hacia ella muy sorprendidos, y no dejaron de mirarla hasta que ella tomó asiento junto a su padre, enfrente de su madre y diagonal a su hermano.

Rosier y Dolohov, que la habían acompañado todo el camino desde su habitación, se quedaron aguardando en el umbral de la puerta, para seguir vigilando y guardándole el respeto a la familia.

—Parece que a alguien le gustó su fiesta anoche —comentó Tom, con una sonrisa.

Ginny rió, sabiendo que aquello no estaba ni remotamente cerca de la verdad.

—Estuvo divertida...

—Nos alegra que te haya gustado, cariño, porque tú eres lo único que nos importa —mencionó Bellatrix, tomando la mano de Tom, quien le sonrió.

«Y aun así me ocultan cosas» pensó la pelirroja, tomando un poco de jugo para seguir comiendo.

—¿Y dormiste bien? —preguntó de repente Tommy. Él se había mantenido serio e indiferente ante toda la conversación, y el tono de su pregunta pareció más vacilante que de costumbre.

Tom padre y Bellatrix le dirigieron una mirada dura a su hijo mayor, pero Ginny esbozó una sonrisa.

—La verdad sí dormí muy bien, aunque me dejó un poco insegura las muchas personas que vigilaron mi puerta todo el tiempo —miró a sus padres, quienes sonrieron.

—Solo son nuevas medidas de seguridad, pequeña —respondió Tom—. Solo queremos que estés bien, y por eso de ahora en adelante, siempre estarás acompañada de cinco Mortífagos, dirigidos por Snape, en quien más confío.

—¿Y eso por qué? ¿Por qué tanta seguridad? —preguntó Ginny, fingiendo desinterés.

—Como dijo tu padre, solo son medidas de seguridad. No tienes de qué preocuparte —contestó Bellatrix.

«Ellos saben mentir muy bien» pensó Ginny, viéndolos a los tres de reojo.

—Anoche, Rosier y Dolohov fueron a tu habitación para notificarte de la presencia de un intruso en nuestro territorio —volvió a hablar Tom, después de un rato.

Rosier y Dolohov, que continuaban en la puerta, se tensaron al ser mencionados. Se habían llevado una buena reprimenda en la noche por sus acciones erradas, y les dio un escalofrío recordarlo.

—Sí, y yo les dije que había escuchado algo en el jardín del norte. ¿Pudieron atraparlo? —preguntó Ginny, temiendo la respuesta.

—No hubo tal intruso, pequeña, solo hubo una equivocación.

Ginny frunció el entrecejo y los miró confundida, ahora estando muy segura de que algo grave le ocultaban.

—¿No?

—La seguridad del castillo es infalible, y solo fue un pequeño Escarbato que se infiltró en los jardines, y bueno, mis Mortífagos creyeron que era un intruso. Todo fue una falsa alarma.

Bellatrix y Tommy continuaban con su comida mientras Tom hablaba, como si el tema no les preocupara, lo que le daba más veracidad al testimonio. Ginny estaba segura de que si aquel intruso no hubiera irrumpido en su habitación, se hubiera creído completamente la historia de su familia.

—¡Entonces me alivia! —exclamó, siguiendo el juego—. ¡La verdad me preocupaba!

—No tienes de qué preocuparte —la tranquilizó Tom, tomando su mano.

Paredes de Mentira [Harry y Ginny]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora