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Aemond esperaba a su esposa en pozo dragón pues la noticia de que un dragón regresaba de Dragonstone lo había desconcertado pues habían acordado que ella regresaría máximo en dos días, no habían pasado ni doce horas que ella había abandonado King's landing  para estar devuelta. A lo lejos pudo ver como la princesa bajaba totalmente desconcertada del lomo de Silverback, a la peli blanca le costaba caminar pues su mente aun se encontraba en shock por la noticia de quien era su verdadero padre, al acercarse a ella noto como sus ojos estaban rojos al igual que sus mejillas - Mi vida, ¿Qué sucedió? - soltó en alto valyrio el peli blanco para después tomar entre sus brazos a su amada esposa, él podía estar abrazándola pero ella deseaba que fuera otro príncipe quien estuviera envolviéndola entre sus brazos en ese momento pues aunque amaba con cada latido de su corazón a Aemond, sabia muy bien que nunca podía confiarle tal cosa pues él era el hijo de mami que le comunicaba todo y aun no era el momento para confrontar a Alicent, en cambio Aegon siempre la apoyaría sin importar la decisión que la princesa escogiera porque sabía muy bien que el mayor de los príncipes quemaría todo con tal de verla feliz y se vengaría de cualquiera que intentara hacerle daño. 

Todo el camino hacia la fortaleza roja estuvo envuelto en silencio pero no era un silencio incomodo pero tampoco cómodo, la princesa estaba hundida en sus pensamientos y el príncipe no sabia que hacer o decir para que ella pudiera hablarle o poder encontrar alguna reacción en en su rostro, al llegar al castillo se encontraron con la reina y Ser. Criston, Alysanne no sabia que hacer o como actuar, sus palabras amenazaban con salir de su boca pero se limito a solo darles una media sonrisa en cambio la reina fue directamente hacia ella para envolverla entre sus brazos y depositarle un beso en la frente. 

- ¿Estas bien? - los ojos de la reina soltaban preocupación y amor, en ese momento la princesa pensó que tal vez la gente tenían razón al decir que los ojos son el reflejo del alma pero una parte de su corazón dudaba que eso fuera cierto, antes de decir algo pudo divisar al mayor de los príncipes a unos cuantos metros detrás de ellos, se soltó del agarre de la reina y se dirigió a él para abrazarlo y una vez que estaba entre esos brazos, las lagrimas salían sin control alguno de los ojos de Alysanne. 

No importaba que la reina o que su propio esposo divisaran aquel abrazo pues aunque a Alysanne le dolía aceptar, esos brazos eran los únicos que la hacían sentir protegida pues aunque lo ignorara, ella siempre seria la niña pequeña que Aegon siempre defendió. 

- Harwin Strong nunca fue mi padre - le susurro al oido solo para que él escuchara, Aegon se separo de ella para poder conectar sus ojos con los de ella y antes que ella pudiera decir otra cosa supo que era la primera persona que estaba enterado, volvió a abrazarle para después susurrarle que todo estaría bien y que en otro momento hablarían del tema.

En el trayecto que Aemond y Alysanne compartían para dirigirse a sus aposentos fue completamente incomodo pues al menor de los príncipes no le había parecido nada agradable ver aquella escena pues aunque se mostrara como un hombre que ya no le importaba nada aun en su interior vivi aquel niño inseguro por no tener un dragón. 

- ¿Qué fue eso? - Alysanne dirigió su mirada hacia el peli blanco quien se encontraba desabrochando su traje al otro extremo de la habitación 

- No se a que te refieres - la mirada de ella expresaba cansancio 

- No pudiste corresponder ninguno de mis abrazos desde que llegaste pero al ver a Aegon fuiste corriendo hacia él 

- Por favor Aemond, hoy no 

- Me prometiste ante los siete que me amarías - el nudo en la garganta se hizo presente en el príncipe 

- Y lo hago - la peli blanca que se encontraba sentada en una de las esquinas de su cama se levanto bruscamente 

- No lo demuestras 

- ¿Y tu sí? 


Aemond se quedo callado ante eso y así siguió el tiempo, se encontraban a la mitad de la hora del búho ambos se encontraban acostados en la cama aun sin decir algo y sin poder descansar, aquella tensión y enfado que había estado ausente en la pareja durante meses hoy se hacia presente pero inconscientemente Aemond coloco una de sus manos en el vientre de la peli blanca y como si fuese la gota que derramo el vaso, Alysanne se levanto con brusquedad y enojo.

- ¡Maldición Aemond! - él jamas había divisado en ese estado a su esposa, estaba enojada y lagrimas de rabia brotaban de los claros ojos de ella - ¡No hay bebé y nunca lo habrá! ¿Cuándo lo aceptaras? 

- No digas eso - soltó con calma aunque su corazón estuviera estrujándose en esos momentos

- ¡Nos has destruido Aemond! ¡Eras tú el que tenía tanta prisa que engendrara a uno de tus herederos! ¿O tengo que recordarte? 

Tras las palabras de la princesa ambos recordaron la primera y última pelea que habían tenido después de seis meses de la celebración de su boda. 

Alysanne se encontraba limpiando las lagrimas que habían brotado de sus ojos por haber tenido otra luna con su sangrado, Aemond estaba enfrente con un rostro nada amigable y tal vez él no lo notaba pero veía con desprecio a su esposa.

- Helaena se embarazó un año después de su boda - trato de tomar las manos de su esposo pero este se quito del agarre - No veo la prisa 

- ¿No ves la prisa? ¡Maldición Alysanne, llevamos seis meses intentándolo! - recordó las palabras de Ser. Criston Cole - No es lo que esperan de nosotros - tras escuchar eso, la peli blanca dedujo las intenciones de su esposo 

- Tu obsesión por ser mejor que Aegon, en todos los sentidos, esta arruinándonos 

Enemy to lovers (Aemond Targaryen) (Aegon II Targaryen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora