Después de largas horas donde sus aposentos estuvieron repletos de sirvientes, al fin la princesa Alysanne podía gozar tiempo a solas con su pequeña hija, tenerla entre brazos con solo una luz tenue que emanaba de la chimenea hacia que el cuerpo de la princesa comenzara a adormilarse al igual que todos sus sentidos pero el sonido de la puerta abrirse fue como una alarma para ella, se incorporó y tapo levemente a su hija. Una gran sonrisa se hizo presente en su rostro al divisar quien era pero un leve ceño fruncido se dibujo en su rostro cuando aprecio que la nana de su hija lo acompañaba.
– ¿Aemond? – la princesa aun tenía una leve, cálida y sincera sonrisa en su rostro
– Alysanne – el tono de Aemond era frio, nada extraño para otras personas pero era todo lo contrarío para Alysanne, ella sabía que algo estaba mal pero lo había tratado de ignorar durante todo el día.
La nana tomo con cuidado a la pequeña, dandole leves palmaditas para que no se despertara y después dirigirse hacia la puerta.
– ¿Sucedió algo? – Aemond negó levemente con la cabeza mientras tomaba con cuidado una de las manos de su esposa
– El día que comenzó la celebración de nuestro compromiso – no la podía mirar, le dolía en cada parte de su ser las próximas palabras que iban a salir de él – mencionaste sobre cómo el matrimonio es un acuerdo político al igual que cumplirías con tu deber de darme un heredero... lo has hecho ahora eres libre de ir y escoger a quien realmente ama tu corazón
Los ojos de la princesa se inundaron de lagrimas, tomo con fuerza la mano de su esposo y con voz severa y dura soltó – Mírame a la cara Aemond – una vez que sus miradas estuvieron puesta una en la otra – Después de todo lo que hemos pasado, después de años de intentos para tener nuestra familia feliz... ¿Crees que es tan fácil dejarme de esta manera?
– Ahora Aegon es el rey
– No estamos hablando de Aegon, estamos hablando de tu y yo... de nosotros – las lagrimas comenzaban a recorrer todo el rostro pálido y delgado de la princesa
– Aegon es el rey y no dudara en usar su poder para poder disolver nuestro matrimonio
– Él nunca haría eso
– Te ame con todo mi ser y eso me destruyo, no puedo permitir que eso vuelva a suceder
– ¿Aunque eso signifique perderme?
Hubo un pequeño silencio, Aemond soltó la mano de Alysanne y se dirigió hacia la puerta pero antes de salir, la miro por última vez.
– No puedes perder algo que nunca fue tuyo.
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El sol salió y las lagrimas se habían secado, deseando que todo fuera una pesadilla, la princesa Alysanne extendió su brazo buscando a su esposo a su lado pero solo encontró sabanas frías y vacías
Pidió a todas su damas, ayuda para bañarse y cambiarse, jamás había sido una princesa que tuviera demasiada confianza con sus damas así que lo único que hacía era escuchar lo que ellas murmuraban.
" El príncipe Aemond partirá a bastión de tormentas para dar la mano de su sobrina al único nieto de lord boros"
– ¿Por qué Aemond haría eso? – la voz de la princesa hizo que las damas saltaran, tal vez ellas pensaban que sus murmullos no llegaban a los oídos de la princesa
– Disculpe princesa, no era nuestra intención hablar sobre el príncipe Aemond
– No me interesa si hablan de él, solo quiero que contesten a lo que pregunté
Otra de las damas dio un paso enfrente y mientras pasaba nerviosamente las manos por la falda de su vestido, miró a la princesa –Después de lo sucedido en la coronación del Rey Aegon, existe una gran posibilidad de una guerra por parte de la princesa Rhaenyra y después de lo que sucedió con el gusano blanco...
– ¿Qué sucedió con el gusano blanco? – los ojos de la princesa se abrieron de par en par, una preocupación que jamás habían visto se apoderó de su rostro y ella podía sentir con los latidos de su corazón empezaban a acelerarse
– ¡Oh, princesa! – otras de sus damas se limpió las lágrimas que apenas salían – La guarida del gusano blanco sufrió un gran incendio hace días, se dice que no hubo sobrevivientes...
– Aegon... – la voz de la princesa colgaba de un hilo mientras sus ojos se llenaban de lágrimas y una gran cólera nacía en su estomago
– Cuando el rey Aegon se enteró de aquello fue el mismo a buscar sobrevivientes – una de las damas contestaba aquello con una sonrisa de orgullo.
Aunque sus piernas aun no se acostumbraban a su peso, eso no fue impedimento para ir hacia los aposentos que alguna vez fueron de ella y donde ahora se encontraba su esposo y su hija, divisó como Aemond se cambiaba mientras guardaba su espada y una daga en su cinturón. La peli blanca soltó una pequeña risa, los rumores de las sirivientas eran ciertos, él iría a bastión de tormentas en busca de aliados.
– Avisaría a tus damas para que ellas se encargaran de la bebé
– También es mi hija Aemond – él no dijo nada, ni siquiera la miró, se dirigió a la puerta pero antes de poder salir la voz de su esposa volvió a inundar la habitación – La guarida del gusano blanco sufrió un incendió hace días y no hubo sobrevivientes – la voz de la princesa se volvió fría – pero eso tú ya lo sabias y no te importó, no te importo Gaemon. Ahora harás lo mejor que sabes... huir, huir de tu realidad y pensar que solo al subir al lomo de Vhagar serás el hombre que siempre quisiste ser pero que jamás pudiste ser. Crees que montar al dragón más grande de todo Westeros te hará el hombre más valiente pero ni siquiera puedes luchar por tu esposa... por la mujer que amas
– Alysanne desde hace mucho dejaste de ser la mujer que amaba
– Entonces dímelo a la cara, mírame y dime qué ya no me amas
Aemond cerró de un golpe la puerta, se dirigió hacia donde se encontraba su esposa para tomarla de ambos hombros y mirarla directamente a los ojos pero antes de poder decir algo el llanto de la pequeña Alicent invadió toda la habitación, la princesa Alysanne la sostuvo entre sus brazos pero el llanto no cesaba hasta que Aemond con cuidado la pasó a los suyos, los grandes ojos azules de la bebé se calmaron al poder mirar a su padre, pudo notar como el rostro de su esposa se entristecía y levemente se acerco a ella – Solo es cuestión de tiempo y se acostumbrara a ti – Alysanne asintió levemente mientras daba algunos pasos hacia atrás – Llevabas a mi hija en tu vientre y lo único que te importo fue que si ibas a morir sería a un lado de él, tal vez desde ese momento te dejé de amar
– No puedes dejar de amar a alguien tan rápido
– Tal vez me estoy obligando a hacerlo
– No lo hagas... no dejes de amarme
– Alysanne – la miro y delicadamente le paso a la bebé a sus brazos – por favor no deseo hablar de eso, no hoy.
Holaaaa! no saben cuanto las extrañe pero ya estoy de regreso <3 espero que les guste demasiado este cap, me gustaría saber que opinan y que creen que vaya a pasar
Muchas gracias por todo <3 lxs amo
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Enemy to lovers (Aemond Targaryen) (Aegon II Targaryen)
Fanfiction"No me hagas escoger entre los bastardos de mi padre o tu, porque sabes que siempre te elegiré a ti Aemond" Alysanne III, la hija de la primogenita del Rey Viserys y de Sir. Harwin Strong, estará obligada a elegir entre hermanos o esto ocasionara...