Enemy to lovers (Aemond Targaryen) (Aegon II Targaryen)

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Alysanne jugueteaba con la espuma y observaba delicadamente el humo que salía del agua e ignoraba por completo la presencia del peli blanco. Parado frente a la tina de sus aposentos, esa misma tina que varias veces había sido usada para más que un simple baño.

- Me molesta tú presencia - soltó la peli blanca aún con la mirada en la espuma que cubría sus pechos desnudos

- Aun soy tu esposo...

- Por desgracia - Hubo un gran silencio pero aún podía sentir como él no apartaba su vista - Solo tienes un ojo y aún así tu mirada me incomoda - el príncipe rodeó su solo ojo pues tomaba el comportamiento de su esposa un poco infantil e inmaduro.

Alysanne tomo lo último de vino que había en su copa, un buen baño caliente acompañado de un buen vino era lo único que calmaba a la princesa en la última semana desde que había regresado de Dragonstone.

Sin importarle que Aemond estuviera presente, se levantó de la tina, dejando ver todo su cuerpo desnudó con algunos rastros de espuma. El peli blanco estiró una de sus manos para poder ayudarle a salir y con la otra agarro la bata de seda, al principio la princesa dudó en recibir su ayuda pero aún así accedió, fue extraño para ambos sentir el toque del otro aunque solo fueran sus manos.

Por microsegundos sus miradas se conectaron y una mínima sonrisa se dibujo en el rostro del peli blanco pero no duro demasiado - Date la vuelta - Aemond con cuidado coloco la bata sobre el cuerpo de su esposa, en el ambiente había tensión pero esta vez no era sexual, con cuidado hizo a un lado el cabello blanco húmedo y las yemas de sus dedos rozaron por accidente su cuello ante ese acto Alysanne se separo rápidamente, carraspeo y sus dedos peinaron su húmeda cabellera.

- Gracias - se escucho como trago saliva tras decir eso, mientras cerraba la bata con una de sus manos

- Solo si lo pides puedo retirarme - "Quédate" era lo que Alysanne realmente quería responder e incluso quería perdonarlo pero le era imposible, cada vez que lo veía, cada vez que alguna extremidad de su cuerpo chocaba con una de él, imágenes de lo que paso con Helaena invadían su mente pero esta vez el vino que había disfrutado en la ducha no le jugo a su favor e instantáneamente sus pies corrieron hacia él y sus labios se juntaron en un beso lleno de pasión, necesidad y tal vez había un poco de amor.

Aemond extrañaba la cercanía de su esposa, hubo una mínima esperanza de que tal vez podían salvar su matrimonio pero esa se disolvió cuando la peli blanca lo empujo fuertemente - No, no puedo Aemond... no puedo perdonarte y si lo hiciera, nunca lo olvidaría

- Somos más que eso - tomo ambas manos de ella - El amor es eso, a veces se siente bien, a veces no

- La mayor parte del tiempo odio como me haces sentir - soltó el agarre del peli blanco - No es algo bueno para nosotros, no eres bueno para mi y no soy buena para ti - limpio rápidamente la lagrima que recorría su mejilla, no dejaría que la viera otra vez llorar por él - Date cuenta de que nuestra relación se fue a la mierda y habla con tu madre para que disuelva nuestro compromiso

- No haré eso - el ojo de el expresaba tristeza pero cambio de un momento a otro, donde solo expresaba seriedad - Si realmente quieres eso, ¡Hazlo tú!

- ¡No puedo! - no era extraño que en las últimas conversaciones de aquellos dos terminaran en gritos y enojo

- ¿Por?

- ¡Porque te amo!, te amo tanto que me enferma - sus ojos se cristalizaron - debería de odiarte, después de lo que me hiciste... debería de odiarte - ambas palmas de sus manos se dirigieron a sus ojos para limpiarse las lagrimas que iban a brotar de estos pero aunque hiciera cualquier esfuerzo para que él no notara su llanto fue completamente inútil pues su voz entre cortada fue la que la defraudo - Eras la persona más importante en mi vida y me arruinaste