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Alysanne jugueteaba con el collar que una vez Aegon le había regalado, admiraba como el día llegaba a su fin y se preparaba mentalmente para poder dejar todo atrás y empezar la vida que siempre había soñado. Pudo escuchar como la puerta de sus aposentos se abría y lentamente se volteo para divisar quien era, una sonrisa se mostró en su rostro al ver que era el peli blanco a quien le había entregado su corazón pero en el rostro de él no se encontraba ninguna sonrisa o algo parecido, estaba serio y sus ojos estaban mas triste de lo normal. 

- Aly - una vez que ambos estaban frente al otro, Aegon tomo con cuidado una de las manos de ella - Lo siento, no puedo - aquellas palabras hicieron que el entre cejo de la peli blanca se frunciera y que sintiera aquella sensación en el pecho que tanto le desagradaba 

- Es una puta broma, ¿cierto? - la sonrisa de nervios se desvaneció al divisar como el peli blanco negaba con la cabeza - Maldición - la falta de aire invadía el cuerpo de la princesa, se soltó del agarre de él y dirigió su mano hacia su pecho como si con esa tratara de sentir sus latidos. 

- No puedo hacerle esto a Aemond... le conté todo - Aegon noto como la piel de ella palidecía, trato de tomar otra vez su mano pero Alysanne la quito rápidamente 

- Suéltame - una ira que jamas había visto se apoderaba de sus ojos - Vete... necesito que te vayas 


Aquella conversación y la que se suscitó después pasaba por la mente de la peli blanca. Era un día nuevo pero no había vuelto a cruzar palabra con ninguno de sus tíos, le dolía aquello pero aparentaba lo contrario así que decidió disfrutar aquella taza de té junto con la bella vista del mar pudo divisar de reojo como Helaena se sentaba en una de las sillas que estaban a su lado. 

- Sobrina 

- Tía - aquella compañía era lo ultimo que Alysanne necesitaba 

- Hermoso día, ¿no lo crees? - Helaena que era solo un año y unos cuantos meses mayor que Alysanne miraba con entusiasmo los jardines y el cielo que estaba sobre ellas 

- ¿Necesitas algo? - soltó con cierto tono irritado y dejo bruscamente la taza sobre la mesa 

- Compartir un poco de tiempo con mi sobrina y esposa de mi hermano, no tiene nada de malo, ¿cierto? - Alysanne paso saliva, odiaba aquel comportamiento de su tía o tal vez siempre lo odio pero ahora lo notaba porque sabia que era ella con quien su esposo le había sido infiel pero sobre todo odiaba que ella estaba casada con Aegon y era la madre de sus hijos 

- No lo tomes a mal pero tu compañía no es de mi agrado en estos momentos - le regalo una sonrisa falsa y cuando estaba lista para levantarse de su asiento las palabras de Helaena la dejaron pasmada 

- Tienes el corazón y la atención de mis dos hermanos pero no te envidio - la mayor presente dio una leve sonrisa - No te envidio porque ni todo el amor que sienten ellos hacia ti, hará que dejes de tener un vientre hostil y bueno para nada 

- Al menos no soy una esposa que solo usan para el público y para procrear

- Porque lo ultimo no lo puedes hacer, querida - antes de que alguna de las dos pudiera decir otra palabra fueron interrumpidas 

Aemond pudo sentir la tensión que había entre las dos peli blancas e incluso pudo notar cómo las pupilas de su esposa estaba dilatadas y cómo inconscientemente enterraba sus uñas en su palma - ¿Todo bien? - la sonrisa de Helaena desapareció al escuchar aquella voz detrás de ella a lo que asintió rápidamente 

- Todo esta perfecto - Alysanne paso sus manos a su espalda  - solo hablábamos de lo bien que le sienta el embarazo, Helaena bajo su mirada y solo se pudo escuchar el típico "mhm" de Aemond 

Enemy to lovers (Aemond Targaryen) (Aegon II Targaryen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora