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El olor a tartas recién horneadas era el único aroma de ayuda a la princesa pues últimamente las náuseas se habían incrementando con cualquier olor e incluso no podía abrazar demasiado tiempo a su esposo pues el olor de este que antes le encantaba ahora provocaba solo vomito, el aroma de las tartas y del príncipe Aegon eran los únicos que la princesa podía soportar en estos días.

Era la tercera luna desde que la princesa había dejado de sangrar y aún no se sentía lista para darle la noticia a su esposo o alguien más en excepción de Aegon, desde aquella vez que su marido la encontró masturbándose y terminaron con buen sexo, la princesa y el príncipe no habían compartido intimidad, ni siquiera dejaba que la viera desnuda pues sus pechos habían aumentado de tamaño y su vientre se podía ver algo abultado, aún no estaba lista, sabía que Aemond anhelaba la idea de ser padre y quería estar más que segura que al bebé no le pasaría nada pues si alguien tenía que sufrir, solo quería que ese dolor recayera en sus hombros.

Aemond se encontraba a mitad de la hora del búho admirando la belleza de su esposa mientras que estaba en un sueño profundo, había pasado aproximadamente un mes desde que ellos habían podido compartir intimidad pues en las últimas noches la princesa ponía bastantes excusas y aunque no sentía indiferencia por parte de ella, sabía muy bien que algo estaba sucediendo pero aún no sabía la respuesta, extrañaba estar dentro de su esposa, extrañaba sentir sus gemidos rozando su pecho, el poder sentir como se humedecía y como sus piernas temblaban cuando se acercaba su orgasmo, extrañaba todo eso y más.

Acariciaba el rostro de la peli blanca con las yemas de sus dedos, bajaban de su mejilla hasta sus hombros, acercó levemente sus labios para dejarle pequeños besos húmedos en su cuello desnudó, pasó una de sus manos en los senos de ella para poder acariciarlos y estrujarlos, esos movimientos despertaron a la peli blanca, como si se dejara llevar por sus impulsos, Alysanne pegó sus labios a los de él de una forma desesperada, colándose encima de él, moviendo sus caderas para poder despertar una erección en él, Aemond bajaba desesperadamente sus pantalones de tela para después subir el camisón de ella, la princesa sintió el miembro de su esposo rozar su feminidad eso hizo que se separa de golpe y aún con la respiración agitada soltó - No puedo, no podemos - bajo de su regazo mientras que él cerraba sus párpados y controlaba su respiración, buscaba algo de paz en su interior pero los comportamientos de ella lo estaban cansando, hecho su cabeza para atrás haciendo que la atención de la princesa se posara en él aunque las velas emitieran poca luz, ella pudo divisar que en el rostro de su amado había desesperación y cierto enojo.

- ¿Cuándo piensas decírmelo? - el rostro de Alysanne cambio de pena a sorpresa y en cierto modo igual a miedo - Soy tu esposo y el hombre que deberías amar, ¿Por qué no confías en mí?

- Eres el hombre que amo - Aemond negaba repetidamente

- Te amo Aly pero no eres mía - el peli blanco estaba cansado de pelear e incluso de la idea de que Aegon siempre estaría en las primeras opciones de su esposa, en el último mes había notado como esos dos habían compartido más tiempo juntos y tras el abrupto cambio de su esposo, él ya se había dado por vencido e imaginaba el porque

- No digas eso - la voz de la peli blanca se quebraba - soy tu esposa - antes de seguir la princesa con ayuda de sus rodillas volvió a colocarse encima de él para poder juntar sus frentes - soy el amor de tu vida y tu el mío, jure que siempre sería tuya y tu mío - con cuidado tomo las manos de él para dirigirlas a su vientre - Soy la madre de tu hijo - una sonrisa se dibujó en el rostro de la princesa, la forma en la que él la miraba era tan suave, una lagrimita recorrió la mejilla de este para después besar delicadamente los labios de su esposa pero el beso se veía interrumpido por la sonrisa de ambos

- Entonces, ¿esa era la razón? - Alysanne asintió divertida y a Aemond se le escapa algunas risitas - Según los libros no afecta en nada al bebé

- Lo se pero tengo miedo Aemond, mi vientre es hostil...

Enemy to lovers (Aemond Targaryen) (Aegon II Targaryen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora