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La mirada de Alysanne analizaba cada movimiento que Aemond realizaba, con ayuda de sus dos manos se cargó en el frío suelo para descansar su espalda - La ultima vez que estuve sola en una habitación con vino y  alguien de cabello blanco, termino en un muy buen orgasmo - el peli blanco ignoro por completo aquellas palabras y tomo la copa que se encontraba en la mesa para verter la bebida morada. - Es ilógico que pidas que venga hasta la torre más alta del maldito castillo y no digas ni una sola palabra - Alysanne aun no obtenía ni una respuesta, tomo lo ultimo de vino de su copa y se preparaba para levantarse pero la voz de él la detuvo.

-  ¿Qué debo de hacer para que me perdones? - movía los dedos de su mano derecha, un gesto que Alysanne reconocía pues él siempre lo hacia cuando estaba nervioso - Te perdone lo de Aegon - la peli blanca soltó una risita sarcástica

- Porque tu hiciste algo peor

- Al menos no te recuerdo lo que hice cada vez que tengo la oportunidad

- Porque lo que hiciste da asco - Aemond aparto su mirada y la dirigió hacia el piso

- Quiero luchar por nosotros

- ¡No hay ningún nosotros! - la joven peli blanca tomo con brusquedad su barbilla para que la mirara

-  Quiero luchar por ti - el tono de Aemond era pacifico y tranquilo pero no fue eso lo que hizo que el agarre de la princesa se volviera menos brusco sino lo que había dicho, Alysanne no esperaba esas palabras y mucho menos de su esposo - No me importa si tu no quieres luchar por mi porque lo único que me importa en este absurdo mundo eres tu, me importa una mierda Helaena, Aegon y cualquier persona que no seas tu - Sus dedos fríos recorrieron las mejillas de la peli blanca, haciendo que un escalofrío bajara correteando por su columna, Aemond no necesito ni una sola palabra de ella pues ya había obtenido su respuesta cuando ella beso con delicadeza sus labios

- Te odio tanto - dijo con una sonrisa en su rostro para después seguir con el beso, Alysanne nunca podría odiar a Aemond pero se odiaba así misma por permitir que la dañara de esa forma

- Nunca ame a Helaena pero se que tu amas a Aegon - pudo observar como el ojo de Aemond se cristalizaba - Puedo ser mejor que él pero eso nunca sucederá si nos quedamos aquí


Alysanne sabía que Aemond tenía razón, nunca podría amar por completo a su esposo si Aegon estaba presente aunque lo tratara de evitar era inevitable con solo verlo caminar a lo lejos su corazón latía desesperadamente pero su esposo era Aemond y era incorrecto que sintiera aquello por alguien más que no fuera su esposo.

Aquella tarde la pareja de peli blancos fueron completamente sinceros ante sus sentimientos, nunca había compartido tantas risas y la sinceridad que estaban teniendo era una que jamas habían tenido en todo el tiempo transcurrido de su matrimonio o antes de este. Alysanne le causaba gracia notar cómo la sobriedad de Aemond lo había abandonado tras la cuarta copa de vino y en algunas ocasiones solo se reía de las expresiones que ella hacía.

- Debo confesar que llore cuando cocinaron a terror rosado - Alysanne exploto en una carcajada tras escuchar eso, una risa tan fuerte que al final un pequeño sonido de cerdito salió de la princesa haciendo que la habitación se llenara aun más de risas - ¿Terror rosado? - la gran sonrisa de Aemond y las ganas de aguantarse la risa hicieron que el momento fuera sumamente especial para ambos.

Trataban de recuperar el aliento mientras que un dolor se hacia presente en el abdomen de ambos, Alysanne sin percatarse estaba viendo con una mirada que jamas había visto a Aemond, era una mirada que solo habitaba en ella cuando era una pequeña y veía entre risas a Aegon quien imitaba a Helaena cuando estaba con sus insectos pero de una manera cómica.

Enemy to lovers (Aemond Targaryen) (Aegon II Targaryen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora