Enemy to lovers (Aemond Targaryen) (Aegon II Targaryen)

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- Me importa una mierda tener herederos- Aemond estaba furioso tras escuchar la petición de la mano del rey, su abuelo

- Aemond - la Reina le llamó la atención pero comprendía la furia que estaba sintiendo el menor de sus hijos en aquel momento

- No pienso disolver mi matrimonio con Alysanne, solo ha pasado un mes desde lo sucedido - miro a ambos para después soltar junto con un suspiro - Lo intentaremos en los próximos meses...

- ¿Cómo puedes estar tan ciego habiendo perdido un solo ojo? - La poca paciencia que tenía el abuelo del peli blanco se había esfumado - Aunque la princesa Alysanne es una ejemplar dama y una buena esposa, su vientre es hostil y jamás podrá darte el heredero que necesitas, la Reina y yo, cumpliendo la buena voluntad del rey podemos disolverte de ese infértil matrimonio

- ¡Es suficiente! - azoto ambas manos en la mesa, la Reina cansada de la palabrería de su padre y de ver cómo sus decisiones egoístas iban a afectar al menor de sus hijos y a quien amaba como una hija propia, dio por terminada aquella reunión que solo estaban presentes los tres pero antes de que ella se quedara sola le pidió a su hijo que esperara y con delicadeza se acercó a él para tomarlo de ambas manos y con todo el dolor de su corazón a la respuesta que podría obtener  - Mi dulce niño - acarició con cuidado los cabellos blancos de su hijo - Es una decisión precipitada pero tendrás mi apoyo sin importar cual sea tú decisión

- Ya he tomado una decisión madre - la Reina se preparaba mentalmente para la respuesta - Lo que me importa es pasar una vida al lado de Alysanne - pudo sentir algo de alivio tras esa respuesta pues nunca permitirá que la antes mencionada saliera lastimada y estaba muy segura que sus dos hijos compartían la misma inquietud de proteger a aquella princesa que amaban como si fuera un miembro más de aquella familia.

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Alysanne daba un grato paseo en los verdes jardines del palacio aunque solo había estado casi tres meses embarazada y su vientre no fue muy notable, le había quedado la costumbre de acariciarlo e incluso lo hacía inconscientemente

- Cuando nacieron los gemelos, tarde varios meses en quitarme esa costumbre - la peli blanca ya había divisado a su sobrina desde un largo tiempo pero tal parecía que ella no había notado su presencia

- Helaena - fingió una sonrisa, no le había parecido nada grato aquel comentario pues la pequeña gran diferencia es que el embarazo de ella si había llegado a su término, brindándole dos pequeńos sanos y fuertes, lo que era todo lo contrario al embarazo de la esposa de su hermano. Aunque nunca había tenido una buena relación con su tía tampoco se podía decir que habían llevado una mala o que se odiaran a muerte, solo se eran indiferentes o era lo que Alysanne pensaba pero no fue ante ese comentario que pudo notar un poco de desagrado  - No me había percatado de tu presencia - Helaena no dijo nada más pues divisaba a lo lejos a Aegon que cada vez se acercaba más a ellas, se limitó a sonreír y retirarse. Una vez que el peli blanco llegó con su prima no dijo nada y se limitó a poner en sus manos uno de los dragones de piedra que habitaban la maqueta de la antigua Valyria en los aposentos del rey

- ¿Qué quería Helaena? - Alysanne lo miró extrañada pues nunca había demostrado importancia por la que era su esposa, ella se limitó a alzar los hombros pues si algo sabía era que su prima podía decir cosas sin sentidos y tal vez no había dicho aquello queriendo lastimarla - ¿Cómo estás? - ambas miradas se conectaron perfectamente pero algo había diferente en los ojos del peli blanco, esos expresaban culpa, tal vez igual algo de arrepentimiento pero sobre todo tristeza

- Tus ojeras han incrementado - la peli blanca pasó su pulgar por las mejillas de él

- Pregunté como estabas no si mis ojeras habían incrementado - la princesa rodó los ojos con gracia pero después soltó una mueca, el dolor de haber perdido a su bebé y la idea de qué tal vez jamás podría ser madre, la hacían sentir miserable y al no notar señales de que Aemond quisiera estar con ella, la hacía sentir peor, tal vez él ya no la veía como una mujer o tal vez le había tomado algo de resentimiento por perder a su heredero - Padre me permitió tomarla para dártela creo que la leche de amapola lo ha hecho recordar nuestra infancia - soltó una risita pero está no duro mucho pues si el peli blanco sabia algo era que nunca había sido del agrado de su padre e incluso sabía que si de pequeños los dejaba juguetear con la maqueta era por Alysanne y no por él