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Era extraño para Aemond estar lejos de su hija pero aun lo era mas estar en la sala del consejo, miraba con aquella frialdad a todos los presentes pero sobre todo recordó como hace seis años atrás, Alysanne lo llevaba ahí en su catorceavo onomástico. Lo recordaba como si hubiese sido ayer, la cara nerviosa de su sobrina, buscando en todos lados para revisar si aquella habitación se encontraba vacía, su sonrisa cuando se acerco a él, el calor de las yemas de sus dedos contra su nuca y como le pedía que cerrará los ojos para después depositarle un delicado beso entre los labios.

Aemond pensaba que si cerraba el ojo todavía podría escuchar la risa de su esposa entre aquellas paredes pero antes de poder averiguarlo todos se pararon al divisar como Aegon entraba, acompañado de Ser Criston Cole a su lado y del otro se encontraba la reina viuda, su madre.

Aegon tenía los ojos cansados, las ojeras se le notaban más e incluso la forma en la que respiraba era extraña, era cansada.

Ambos peli blancos no tomaban atención a lo que los demás hablaban y debatían ambos tenían la mente en aquella peli blanca que tanto amaban "¿Ya ha considerado la situación con la princesa Rhaenyra" "Es un peligro para usted y toda su familia... si tan solo ella..." , aquellas palabras hicieron que los dos regresan del limbo de sus pensamientos, se podía ver la cara de preocupación de la reina viuda y antes de que la mano del rey pudiera decir alguna palabra, Aegon lo interrumpió - Es mi hermana - todos se quedaron callados no solo por las palabras que habían salido del rey sino por su mirada - No atentare contra su vida 

- Majestad no deje que el amor de hermandad que siente en su corazón le nuble la vista - la voz de Otto Hightower era pacifica, tan tranquila que incluso daba miedo - La princesa Rhaenyra no es una amenaza pero no puedo decir de lo mismo del príncipe Daemon - hizo una ligera pausa cuando la mirada de sus dos nietos se posaron en él - El príncipe Daemon es una persona cruel, no le interesa nada que no sea la ambición de poder y de obtener el trono, él no ama nada mas que no sea a él mismo sentado en el trono de hierro 

Otto Hightower había soltado aquellas palabras con una razón y claro tuvieron la respuesta que él esperaba, el príncipe Aemond se levanto rápidamente de su asiento - Asesinara a todos los que tengan nuestra sangre corriendo por las venas - soltó en un pequeño susurro, el miedo de perder a su hija recién nacida invadió su corazón, no la podía perder a ella y si Alysanne no sobrevivía era obvio que Daemon tendría mas razones para matar a la pequeña - Aegon - su voz era firme y dura - Eres el rey pero igual eres mi hermano y matare a cualquiera que se oponga a tu derecho de nacimiento - hizo una pequeña pausa, cerro sus puños tan fuerte que se le podían ver los nudillos blancos - Esta tarde volaré a bastión de tormentas, le pediré a Lord Borros que se una a tu causa... 

- Lord Borros no se unirá a la causa de nadie sin pedir algo a cambio - soltó un miembro que Aemond no conocía 

- Según tengo entendido que su nieto nació no apenas hace tres años - los nudillos de Aemond se emblanquecían mas con cada palabra que decía, dio un leve suspiro para prepararse lo que apunto estaba por decir - Comprometeré a mi hija con el nieto de Lord Borros 

Las palabras de Aemond salían con gran pesar de sus labios, la reina viuda soltó un pequeño grito ahogado y Aegon frunció el ceño mientras negaba levemente con la cabeza - Esa no sería la voluntad de Alysanne - dijo para si mismo pero aquello fue escuchado por todos los presentes 

- Con todo respeto majestad, el príncipe Aemond tiene una buena estrategia para buscar aliados a demás él mejor que nadie sabe cuales serian los deseos de su esposa - Ser Tyland Lannister se regocijaba con cada palabra que salía de su boca pero aquella sonrisa se le borro de los labios cuando ambos peli blancos lo fulminaron con la mirada 

Enemy to lovers (Aemond Targaryen) (Aegon II Targaryen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora