Dieciséis de marzo.
Desconocía que era posible enamorarme de alguien sin poder tocarlo.
Y desconocía que aquella intensidad con la que pensaba en él era una característica fundamental del amor.
Tampoco sabía hasta aquel día que la viva imagen de su espectro y las sensaciones que provocaba en mi estómago se debían a que estaba enamorada.
Ni mucho menos me imaginé que, quien me hiciera descubrir un sentimiento tan inalcanzable e imposible de superar, sería alguien a quien conocí el día que se suicidó.Sunghoon era el regalo de mi maldición. La paga con la que me recompensaron por el castigo, y ningún otro factor lo era.
Supongo que, tras haber descubierto que sentía ese sentimiento que tanto había anhelado por un fantasma, las cosas se complicaron un poco. Pero ahí estaba él.
—Me dijiste que creías que alguien podía cambiar su destino.
—¿Eso dije?Me miró serio, yo a él burlona.
—Realmente crees eso, ¿no es así? Tú eres la experta del destino. Bueno, o la viva imagen de él.
—Sí, lo creo.
—Pues entonces, no te precipites No te encierres en una idea repleta de lobreguez solo porque crees que así debe ser.Suspiré.
—Saca conclusiones. Razona. Crea una hipótesis.
—No puedo. No ahora —impuse, con una firmeza tan dura que Sunghoon pudo sentir que realmente no estaba preparada.
—En algún momento, Chloe, tendrás que hacerlo. Tendrás que suponer por ti misma qué es todo esto que estás viviendo y decidir a partir de ahí. Cambiar tu destino.
—¿Y si no puedo?
—Entonces todas tus teorías no tendrán sentido, no tendrás fuerza y estarás echando a perder tus creencias.Y me llegó un mensaje. Tuve esa esperanza, esa chispa de "¿será él?", pero sabía que no, porque era imposible.
Por un momento me sentí encerrada en un amor normal... doloroso, pero normal, compartiéndolo con alguien vivo. Aunque claro estaba que, si hubiera estado vivo, tal vez habría sido menos dañino.
Menos asfixiante.
O tal vez no habría existido, no nos habríamos conocido.
Siempre llegaba a la misma conclusión: el destino. El destino nos hizo conocernos así. Ahora estaba más que confirmado.Sunghoon se había marchado hacía un rato dejándome más que confundida. Ya era una costumbre, por lo que no me sentía mal, tan solo mareada, hundiéndome en el remolino que estaban formando mis pensamientos en mi cabeza.
No miré el mensaje, si no era él, en ese momento no me importaba quién fuera, tan solo aparté el teléfono de mala gana y continué abrazando mis rodillas.
Y de repente sonó el timbre.
No sabía si estar agradecida o molesta con todas esas distracciones que estaban pasando aquel día desde que Sunghoon se había marchado de mi habitación. Podría haberme molestado porque, en general, me impedían pensar con claridad, pero ese era el mismo motivo por el que opté sentirme agradecida. Pensar no siempre era bueno, sino más bien difícil y un arma letal para mí misma.
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𝐈 𝐅𝐄𝐋𝐋 𝐈𝐍 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐖𝐈𝐓𝐇 𝐀 𝐆𝐇𝐎𝐒𝐓 | Park Sunghoon ✓
أدب الهواة𝐁𝐔𝐓𝐓𝐄𝐑𝐅𝐋𝐘 | "Me enamoré de un fantasma. De la versión más pura e irreal de alguien a quien no podía disfrutar". Kang Chloe es una chica que, a simple vista, parece normal, pero tras sus ojos existe un poder más allá de lo común. A través de...