Cinco de abril.
Supe que necesitaba valor para lo que haría y lo busqué.
Supuse que de eso se trata la supervivencia, de buscar la manera de alcanzar aquello que necesitamos para sobrevivir. Mi cuerpo no contaba con ese valor. Mi mente no estaba preparada para afrontar aquello a lo que iba a enfrentarme, entonces, traté de enseñarme, pues de eso tratamos los humanos; de enseñarnos eso sin lo que no podemos vivir. Me enseñé lo que era el valor, lo incrusté en mí a propósito obligándolo a formar parte de mi ser. Lo desarrollé pacientemente para que fuera una de las características fundamentales de aquella misión que me impuse a mí misma.
Sunghoon y yo sí éramos los protagonistas de un libro de amor.
Sí estábamos unidos por una leyenda.
Sí estábamos destinados.
Y sí éramos el espíritu de Blue Valley.
Era simplemente así.
Era una cuestión de razón, solo que a mí me gustaba romper las leyes de la naturaleza. Al fin y al cabo, nací haciéndolo; pudiendo conectarme con la muerte.Siempre fui una fiel creyente del destino y pude incluso llegar a pensar que lo era debido a que nací predispuesta a predicarlo. Jamás dejé de afirmar que el destino era algo, no era material, pero estaba presente en la vida de cada mortal. Y nunca quise superarme, nunca pretendí destacar, pero entendí que aquel poder que la vida me había otorgado, aquellos antecedentes, solo podían aportarme la valentía que necesitaba para proponerme cambiar las cosas. Si ellos no pudieron y mi relevo era el siguiente, si papá también iba a caer y se había rendido ante los encantos de un fantasma, yo utilizaría mi amor por este para salvarme.
Amaba a Sunghoon, él lo sabía. Haberme enamorado perdidamente de un espectro que lo era todo para mí, pero al cual ni siquiera podía sentir, había sido una dañina maldición hasta el momento en el que me di cuenta de que su presencia había sido la mayor advertencia durante todo ese tiempo sobre cómo acabaría si seguía los pasos de todos mis antecesores. Y él, solo él, era la razón de todo, mi destino, el motivo por el que nací con ese poder y, a su vez, yo era su motivo. La razón por l que estuvo destinado a suicidarse. Y pensándolo así, me dolía más que de ninguna otra manera sentirme responsable de lo cruel e injusta que fue su vida, pero por otro lado, tener los hechos tan claros me facilitaba pasar a la acción. Al siguiente paso.
Y sabía que con aquella advertencia solo había dos caminos: la vida, el imposible, arriesgado y duro; y la muerte, el fácil, el que parecía ser el final del túnel.
Yo elegí la vida.
No moriría por mucho que hubiera querido hacerlo antes de conocerlo.
Y tampoco lo haría tras haber atravesado una época de ceguera por su amor y haber reparado en que la única manera de sentirle era morir.Porque seguía creyendo en el destino, en lo maravilloso y mágico de este que escapaba de toda lógica humana, y también creía en mi poder, uno sobrenatural, capaz de cambiar incluso el mismo destino. Si no estaba destinada a ser la que transformara aquella leyenda, entonces me volvería yo misma una revelación y lo conseguiría, por el tiempo que fuera, como fuera, pero no cedería ante la leyenda.
Haberla descubierto fue, al principio, como caer en el abismo, y a su vez tras todo ese pozo de oscuridad vi unas puertas abiertas por las que asomaba finalmente la luz.Acababa de terminar de hablar con Heeseung unos temas importantes acordes a mi plan, un plan del que había privado a mi fantasma hasta el momento porque no quería hacerle daño. Lo que menos deseaba era quebrantar en pequeños cristales su frágil corazón transparente, que a pesar de no existir parecía tener más cabida que cualquier otra parte de su espectro en mi mundo.
Sabía que él se encontraba en mi cuarto esperándome y solo podía sentirme culpable por haber comenzado a llevar una especie de doble vida sin tener en cuenta su opinión. Sin incluir a la persona más importante de mi vida, pero superar la condición con la que nací era así; dejar de depender del fantasma que me haría morir por amor era el primer paso hacia la liberación.
Suspiré pesadamente pensando en que la otra persona con la que acababa de compartir una de las mayores decisiones de mi vida, y que me estaba ayudando a darle forma, se estaba yendo hacia su hogar lleno de plena felicidad. Pensando en que había tomado la decisión correcta y podría incluso llegar a ser feliz mientras ejecutara esta; sin embargo, dolía. Era un calambre constante en el corazón. Un pellizco punzante y frío me atravesaba el alma, donde quiera que esta estuviera guardada dentro de mi cuerpo, cada vez que pensaba en lo que ocurriría durante los próximos días.
Nos conocimos en noviembre, y mientras que ese mes siempre estaría refugiado en los baúles más significativos de mi corazón, abril sería un espacio plagado de dolor y carpetas donde guardaría todo un progreso hacia una nueva vida.
Heeseung no lo sabía todo y aún así ya había tomado la decisión conmigo sin cuestionarme. Nunca jamás podría contarle que veía a aquellos seres muertos en vida, en forma de espectros translúcidos, pero, incluso si no comprendía mis razones, incluso si era capaz de ver una chispa de mentira y culpa en mi mirada cuando le hablaba sobre lo que iba a hacer, no me preguntaba. No me interrogaba. No proyectaba su duda, porque él era esa otra persona que jamás hacía eso.
Y por eso y porque era mi mejor acompañante en vida, no había dudado en escogerlo a él. Porque, sencillamente, no habría podido escoger a otro sin morir ante la culpa comiéndose mis entrañas.Una de las muchas cosas que me generaba aquella odiosa habilidad era preguntarme si estaba tomando las decisiones correctas, porque, una vez muriera y pudiera reencontrarme con todas y cada una de las personas con las que compartí momentos esenciales, ¿cómo reaccionaría?
Pensaba y pensaba en posibilidades futuras mientras mi mente divagaba y se alejaba de lo verdaderamente importante.Sunghoon se merecía una explicación cuanto antes porque a él le pertenecía ese derecho, tan solo a él.
"Nuestra historia es una digna de contar, ¿no? Lástima que tu querido destino nos haya llevado a vivir de una manera en la que no podamos contarla", era algo que me había dicho no hacía mucho, abrazados ambos sin yo poder notar ese agarre pero sintiéndolo en las profundidades preciosas del corazón.
Ahí mismo sentí las puñaladas que eran sus palabras.
Él no merecía una ilusión más extensa. Él merecía descansar en paz hasta que el destino nos juntara de manera justa.Y para eso, yo... yo tenía que irme de Blue Valley.
...
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𝐈 𝐅𝐄𝐋𝐋 𝐈𝐍 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐖𝐈𝐓𝐇 𝐀 𝐆𝐇𝐎𝐒𝐓 | Park Sunghoon ✓
Fiksi Penggemar𝐁𝐔𝐓𝐓𝐄𝐑𝐅𝐋𝐘 | "Me enamoré de un fantasma. De la versión más pura e irreal de alguien a quien no podía disfrutar". Kang Chloe es una chica que, a simple vista, parece normal, pero tras sus ojos existe un poder más allá de lo común. A través de...