Capítulo 15.

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Lorena

-Me estoy clavando tu móvil en la espalda -río haciéndome a un lado para que lo retire.

-Uy, lo siento -contesta con una sonrisa antes de volver a besarme.

-Chicos, nos vamos al... ¿interrumpo vuestra sesión de cine? -dice Jesús entrando en la habitación-. Qué película tan interesante.

-¿Qué quieres, Jesús? -suspira Dani de mala gana.

-Nos vamos al club, hemos quedado con Lucía y con Ana. ¿Venís?

-Nos quedamos aquí -decido antes de que Dani pueda contestar-. Vamos a ver una película. Pasadlo bien.

-Sí, una película -se burla saliendo de la habitación entre risas.

Al día siguiente...

-¡Daniel Oviedo! ¡Levanta tu estúpido culo de la silla ahora mismo! -grito al verle jugar con el móvil-. ¡Llegamos tarde!

-Ya voy, pesada -contesta bloqueando el móvil con pesadez.

-Están todos esperándonos fuera, ¿a qué esperas? -me cabreo cogiendo su maleta y caminando hacia el jardín-. Mi madre nos mata, no nos va a dejar dormir juntos otra vez.

Hoy nos vamos a Santiago. Los chicos tienen un concierto allí y Lucas y yo vamos a ir con ellos. Me hace muchísima ilusión poder viajar en su furgoneta y conocer a su equipo, sus métodos y de más. Mi madre también viene, ya que es su representante y les lleva la agenda de prensa, ensayos y fotografías, así que mis hermanos se quedan dos días con dos chicas que hemos contratado.

-¡Dani! ¡Coño, ya! ¡Vamos con veinte minutos de retraso! -exclama Jesús entrando en casa cabreado-. ¿Qué cojones estás haciendo, tío?

-Hago pis y salgo, esperadme en la furgoneta -dice con total tranquilidad.

-Es increíble -susurro saliendo a la calle.

Le doy las maletas al conductor y cuando las mete en el maletero, entro en la furgoneta para sentarme junto a Lucas.

-¿Dónde está tu novio? Tiene a todo el mundo desesperado -dice cuando me ve.

-Yo qué sé, es un pesado -murmuro poniéndome el cinturón.

-¡Daniel, ya! -grita mi madre asomándose a la puerta de su casa-. ¡Nos vamos sin ti y lanzo a tu hermano en solitario! ¡No te lo repito!

-Ya estoy -informa subiéndose en la furgoneta y sentándose junto a Jesús.

-Te odio -le escupe su hermano de mal humor cuando cierra la puerta-. En serio, te odio muchísimo. Eres un puto desastre, tienes que empezar a ser más puntual.

-Ya, sí, perdona.

-¿Listos? -pregunta Juan Carlos desde el asiento del copiloto-. Rumbo a Santiago -sonríe mirando al conductor.

-¿Te puedo usar de almohada? -me pregunta Lucas cuando el coche se pone en marcha-. Es que esta noche no he dormido mucho y estoy agotado.

-¿No vas a contarme nada? -sonrío cuando apoya la cabeza en mi hombro-. ¿Nada relacionado con Ana?

-¿Cómo te has enterado tan rápido? -se extraña alzando la cabeza para mirarme.

-Vamos, en cuanto te pusiste los calzoncillos nos escribió a Lucía y a mí por el grupo que tenemos -río tocándole el pelo con cariño-. No veas cómo estaba.

Lucas mira por la ventana pensativo, dejándose hacer cuando comienzo a jugar con su pelo.

-¿Qué os ha dicho? -se interesa en un susurro.

-Que estuviste increíble -admito, provocando que suelte una carcajada y los gemelos nos miren extrañados-. Y que debería hablar contigo porque no sabe dónde va lo vuestro.

-Fue un lío de una noche, somos amigos -sentencia duramente-. Aunque no sé si quiero ir a más.

Siempre Tú [RESUBIDA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora