Capítulo 51.

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Daniel

Me despierto de golpe cuando escucho cómo Lorena grita y se revuelve a mi lado.

-¿Qué pasa? ¿Qué? -me sobresalto sentándome en la cama con preocupación-. ¿Estás bien?

-Una pesadilla -susurra llevándose una mano a la frente-. Muy real.

-Pero no lo era -susurro abrazándola y obligándola a tumbarse de nuevo a mi lado-. No era real, cariño. Intenta dormir, aún es pronto.

Dicho eso, cierro los ojos sin separarme de ella y me concentro en intentar quedarme dormido otra vez.

-Dani -me llama segundos después-. ¿Crees que Rebeca va a volver a pegarme?

Nada más escucharla, abro los ojos y me siento en la cama mientras la miro extrañado.

-¿Eso es lo que te atormenta en sueños? -pregunto con una mueca de preocupación-. No va a volver a tocarte, Lore. No se va a acercar nunca más a ti, sabes que no lo vamos a permitir. Nadie va a volver a hacerte daño -aseguro mientras noto cómo se acomoda cada vez más en mi pecho.

-Daniel, te quiero muchísimo.

-Yo también a ti -sonrío antes de darle un beso en la mejilla-. Ahora duérmete.

Me quedo pensando unos minutos, hasta que noto cómo la respiración de Lorena se regula dándome a entender que se ha dormido, y consulto la hora en mi teléfono. Al ver que son las ocho y media de la mañana, me levanto de la cama con cuidado de no despertarla y la arropo bien para que no coja frío. Después, bajo en calzoncillos a la cocina y me encuentro con Lucas desayunando en la barra junto a Marcos y Miguel.

-Tío, vale que duermas en mi casa y te tires a mi hermana, pero tápate -ríe Lucas de buen humor-. Buenos días, colega -sonríe tendiéndome una taza de café-. ¿Qué tal está Lorena?

-Dormida, ha tenido pesadillas -suspiro preocupado-. Tiene miedo de que Rebeca vuelva a hacerle algo -informo dándole un beso en la mejilla a Miguel-. ¿Y tu hermano? -pregunto mirando a Marcos.

-Ha salido a correr hace un rato, no creo que tarde -contesta con una sonrisa-. Ya le irás pillando, le encanta salir a correr a las siete de la mañana y hacer todas esas frikadas de deportistas.

-No son frikadas -ríe David desde la puerta de la cocina-. Es salud: física y mental.

-Ya, bueno, tenemos opiniones contrarias en eso -suspira Marcos-. Para mí una persona que sale a correr antes de que salga el sol, es un psicópata.

-Me voy a dar una ducha -dice soltando una carcajada después de quitarle un trozo de croissant a su mellizo-. Por cierto, papá ha firmado el contrato. El traslado es definitivo, iremos mañana a Madrid a prepararlo todo y a despedirnos de la gente. Este fin de semana estaremos aquí viviendo.

-Genial, estáis por nuestro cumpleaños -sonrío quitándole una galleta a Miguel-. Saldremos de fiesta.

-El 21 de febrero es como una fiesta regional, no sabéis la que se lía en el pueblo con el cumpleaños de estos dos -suspira Lucas mirándome-. Lo pasaréis bien, ya veréis.

Mientras ellos siguen hablando, yo me concentro en hablar con Miguel de los tipos de dinosaurios que se ven en las galletas que estamos comiendo. La verdad es que podría alimentarme toda la vida de estas galletas.

De un momento a otro, el timbre suena y me levanto de la silla para abrir.

-¿Vas a abrir así? -se extraña Marcos al verme en calzoncillos.

-Son las ocho y media, a estas horas solo puede ser Jesús.

Cuando abro la puerta de la cocina, me encuentro con unas treinta chicas mirándome sin poder creerse que les haya abierto la puerta.

-Genial, hoy soy noticia -susurro para mí mismo cuando un flash me ciega-. ¿Queríais algo?

-¿Está Lorena? -pregunta una de las niñas.

-Está dormida -contesto amable-. ¿Queréis dejarle algún recado?

-Veníamos a traerle este regalo. Nos hemos enterado de que ya ha vuelto a casa y... bueno, ya sabéis que los de Mairena no son muy discretos con las direcciones de vuestro grupo -sonríe otra chica-. ¿Qué tal se encuentra?

-Está bien, muy contenta de haber vuelto a casa y de estar recuperándose -sonrío cogiendo la bolsa de papel que me tiende-. ¿Sois amigas suyas?

-Somos fans tuyas y de tu hermano -dice otra-. Lorena ha sido noticia en el fandom este último mes y estábamos preocupadas.

Qué seguidoras tan majas tengo, ¿verdad?

-Dani, ¿todo bien? -pregunta Lucas apareciendo por mi espalda-. Genial -suspira mirando a las chicas con las que estoy hablando.

-¡Lucas! Dicen que eres el nuevo hermanastro de Lorena, ¿es verdad? -se interesa una chica al verle.

-Sí, y no se van a hacer más declaraciones sin la presencia de su agente de prensa -asegura mirándome-. Que resulta que soy yo. Lo siento, chicas, vamos a tener que dejarlo aquí.

Asiento al entender su postura y miro a las chicas con ternura y comprensión.

-Y tú ponte esto -ordena dándome unos pantalones suyos de chandal-. Mira que te lo he dicho, tío. ¿Quieres que me despidan?

-¡Espera! Una última pregunta -grita una de las chicas del fondo-. ¿Cuándo volverán los gemelos a los escenarios?

-Bueno, ha sido un mes muy duro para todos, pero ya está todo a punto para que la gira y las firmas vuelvan a la normalidad. Esta misma tarde se hará un comunicado en redes sociales -informa Maite desde la puerta del garaje-. Y ahora, tengo que pediros que os vayáis, chicas. Entended que no podemos permitir que las fans vengan a la puerta de casa.

Todas asienten y después de hacernos una foto conjunta, entro en casa junto a Lucas, Maite y Manuel, que acaban de venir de no sé dónde. Qué le pasa a esta familia con madrugar e irse.

Después, hablo un rato con Maite y los chicos y subo a la habitación a despertar a Lorena.

-Buenos días, dormilona -sonrío besando su hombro, su cuello y finalmente sus labios.

-Buenos días -sonríe contestándome al beso con ganas-. Qué guapo estás hoy.

-¿Sí? -murmuro contra su boca, a lo que asiente en silencio-. Qué suerte la mía -carcajeo antes de besarla de nuevo.

Siempre Tú [RESUBIDA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora