Siempre Tú [RESUBIDA]

Capítulo 42.

Lorena

-No vais a dormir juntos -sentencia mi madre cuando entramos por la puerta de casa-. Id olvidándoos, Dani duerme con Lucas.

-Pero mamá, que no vamos a hacer nada -me quejo quitándome el abrigo.

-He dicho que no. Estáis en una edad muy tonta, y no vais a hacer nada con nosotros en casa -se cabrea mi madre quitándole el abrigo a Manuel con cuidado de no despertarle-. Y no habléis alto, que están tus hermanos dormidos.

-¿Dónde le dejo? -pregunta Lucas, que tiene a Miguel dormido en brazos.

-Ven, sube conmigo y yo acuesto a los enanos -sonríe su padre cogiendo a los mellizos con cuidado-. ¿Les pongo el pijama?

Mi madre asiente con una sonrisa y Manuel desaparece junto a Lucas escaleras arriba.

-Venga, mamá. Si ya hemos dormido juntos otras veces -suplico cuando me quito los tacones.

-Y ya me imagino cómo acabasteis.

-Oh, vamos, no vamos a hacer nada estando vosotros en casa. ¿Por quién nos tomas?

-¿Confirmas que has mantenido relaciones sexuales entonces?

-Tengo dieciocho años, ¿tú qué crees? -sonrío con confianza-. Por favor, mamá.

-Déjalo, Lore -interviene Dani soltando una carcajada-. Duermo con Lucas, ¿qué más da? Suficiente es que me haya dejado venir.

-¿Vas en serio, mamá? Creía que eras más moderna -me burlo mirándola.

-Oye, colega, soy la madre más moderna que te ha podido tocar. Es que no me basta con aguantarle en el trabajo, ¿que encima te le echas de novio y tengo que aguantar cómo os lo montáis bajo mi techo? -vacila mi madre de buen humor-. Va a dormir en la habitación de Lucas, y no hay más discusión.

Asiento en respuesta y veo como sube las escaleras, cruzándose con Manuel, que las está bajando a toda prisa.

-Cuando tu madre se duerma, que se pase a tu cuarto -me susurra cuando llega a nuestra altura-. Vamos, tenéis dieciocho años y es Nochevieja, la vida es corta. Que no se entere de que os he dado permiso -dice con una sonrisa antes de volver a subir.

-Bueno -habla Lucas bajando-. Miguel ya está dormido y con el pijama puesto, los mellizos también y nuestros padres se acaban de acostar. ¿Queréis jugar a algún juego de mesa?

-Creo que nosotros nos vamos a dormir -ríe Dani cogiéndome de la mano-. Tú padre es genial, nos deja dormir juntos.

Asiente con una mueca de diversión y, después de darnos las buenas noches, subo a mi habitación con Dani y Lucas se mete en la suya.

Rápidamente, me quito el vestido y me pongo un pijama de invierno. Cuando me giro, me encuentro con Dani tumbado en la cama, solo con unos calzoncillos puestos.

-¿Vas a dormir así con el frío que hace?

-Ya sabes que no puedo dormir con ropa puesta -sonríe-. Además, que yo te abrazo y se me va todo el frío.

Suelto una carcajada ante su comentario y me tumbo para apoyar la cabeza en su pecho.

-Te quiero mucho -susurra antes de que me quede dormida.

***

Me despierto a la mañana siguiente como consecuencia de los gritos que los mellizos están pegando desde su habitación. Envidio la profundidad del sueño del resto de mis familiares.

Giro la cabeza despacio, encontrándome a Dani completamente dormido a mi lado, con el pelo totalmente despeinado y la boca ligeramente abierta. Con una sonrisa, le doy un beso en la mejilla con cuidado de no despertarle y me levanto de la cama para salir de la habitación.

-Iba yo -dice Lucas cuando nos encontramos en el pasillo-. Buenos días.

-Buenos días -sonrío dándole un abrazo antes de entrar en el cuarto de los mellizos-. Vale, vale -susurro cogiendo a Rodrigo en brazos-. Ya está, Rodri.

Veo cómo Lucas coge a Manuel en brazos y se esfuerza por calmarle, provocando que agradezca mentalmente que haya entrado el año nuevo con un regalo tan increíble como él.

-Trae, dámele -sonrío mirándole-. Cuando se despiertan así me les suelo llevar a mi cama y se quedan dormidos conmigo.

-¿No vais a estar un poco faltos de espacio con Dani? -ríe de buen humor-. Llévate a Rodrigo, me quedo yo con Manuel. No te preocupes.