1 mes después...
Lorena
Las cosas van cada vez mejor. Estamos a 20 de julio y mañana nos vamos a un campamento de música que le recomendaron hace un tiempo a Eva. Mi madre sigue siendo súper amiga de Eva y bueno, digamos que los gemelos y yo lo hacemos todo juntos; somos algo así como mejores amigos.
-¿Ya está? - pregunta Jesús tirándose en mi cama cuando terminamos de guardar mi ropa en la maleta.
-Sí. Venga, vamos a hacer la vuestra -digo feliz cogiendo mi móvil y dirigiéndome a la puerta de mi habitación.
-Eh, no tan deprisa - dice Dani cogiéndome del brazo y sentándome encima de él-. Vamos a descansar un poco, que estoy cansado -ruega apoyando su cabeza en mi pecho, haciendo que le acaricie el pelo.
-Vale. Vamos a esperar un poco. ¿Bajamos a la piscina? -propongo mirándole a los ojos.
-No me apetece -contesta haciendo un puchero.
-¿Vamos a ver la tele? -vuelvo a preguntar mientras me mira.
-No quiero moverme de aquí -dice colocando sus brazos alrededor de mi cintura y volviendo a apoyar su cabeza en mi pecho.
-Eres un vago - sonrío tocándole la nuca.
-Ya -contesta escondiendo su cabeza en mí como un niño pequeño.
Sonrío y me quedo tocándole el pelo, la verdad es que se me ha olvidado que Jesús está en la misma habitación que nosotros.
-Me ponéis de los nervios - dice Jesús frustrado mientras se coloca el pelo-. En serio, no puedo con vosotros. ¿Cuándo pensáis comeros la boca?
-Cállate -dice Dani levantando la cabeza y tirándole un cojín-. Vamos a hacer las maletas.
Cuando llegamos a casa de los gemelos, entre comentarios y burlas por parte de Jesús, subimos a sus habitaciones y empiezan a hacer la maleta mientras yo me divierto mirándoles.
-Oh, madre mía -digo cogiendo unos calzoncillos de Iron Man-. ¿De quién son?
-Míos, déjalos -contesta Dani quitándomelos y guardándolos en la maleta.
-¿Y esto? -pregunto sacando un pijama de Mickey Mouse.
-Eh, eh, eh, eso es mío -dice Jesús guardándolo de nuevo.
-¿Te vas a llevar un pijama de Mickey? -pregunto extrañada.
-Sí, ¿qué pasa?
-No, nada -río.
Cuando terminamos, me voy a mi casa a ducharme y dormir, ya que mañana tengo que despertarme a las ocho.
***
Despierto cuando noto unas caricias en la mejilla. Lentamente, abro los ojos encontrándome con Dani mirándome con una sonrisa.
-Vamos, que llegamos tarde -susurra con una sonrisa.
Gruño cuando me da un beso en la mejilla y empiezo a prepararme. A las nueve, el autobús que nos va a llevar al lago está en la puerta de nuestras casas.
-Hija, ten cuidado y pórtate bien -dice mi madre dándome muchos besos en la cara, provocando las risas de los gemelos.
-Ay, que si mamá. Qué pesada -protesto soltando un suspiro.
-Lorena pobre tu madre, encima que te da besicos -ríe Dani.
-Tu cállate -le miro mal.
-¡Daniel! -grita Eva saliendo de casa-. Toma, el antimosquitos. Espero que este año no me tengan que llamar porque hayas hecho alguna trastada -le amenaza apuntándole con el dedo-. Ay, lo que os voy a echar de menos -dice dándoles muchos besos a los gemelos.
-Ay, mamá. Quita ya, quita ya -dice Dani apartándose y colocándose el pelo.
-Dani, pobre tu madre, encima que te da besicos -repito divertida llevándome una mala mirada por su parte.
-¡Que os lo paséis bien chicos! -gritaron las madres cuando subimos al autobús.
Río y subimos para sentarnos en nuestros asientos. Jesús y Dani han decidido sentarse juntos mientras que yo me siento al lado de Lucía, que también viene al campamento.
Veinte minutos después de que el autobús se ponga en marcha, Jesús llama mi atención desde el asiento de delante.
-Lorena, ¿te puedes sentar aquí un momento? Tengo que hablar contigo.
-Claro -contesto poniéndome de pie-. Quita pesado -digo al ver que Dani no me cede el asiento.
-¿Cómo se piden las cosas? -pregunta con tono divertido.
-Dani, guapo, déjame sentarme aquí un momento, por favor -río dándole un beso en la mejilla.
-Mmmm... no.
Le miro divertida y cuando voy a darle otro beso en la mejilla, Dani gira la cabeza sin darse cuenta y la cosa acaba en pico.
-Eso es un extra -le resto importancia al ver que se ha sonrojado-. ¿Me dejas ya?
-Si -sonríe levantándose para cambiarme el sitio.
-He cortado con Belén -me dice Jesús nada más sentarme.
-¿Qué? ¿Pero por qué? -pregunto con los ojos como platos.
-Se acostó con Javi, uno del instituto, ya le conocerás. Lucas les vio liándose en el parque y... ya sabes.
-Lo siento mucho Jesús, se veía que la querías mucho -susurro poniéndole una mano sobre la pierna-. ¿Qué tal lo llevas?
-Bueno, confío en que el campamento me ayude a olvidarme de lo cabrona que ha sido -sonríe mirándome-. Y ya si Dani y tú me regaláis un drama amoroso con el que entretenerme...
-No seas tonto -río dándole un golpecito en el hombro-. Tú hermano y yo... no lo sé. Sinceramente, yo también confío en que el campamento nos ayude para aclararnos.
Hablando y hablando se nos pasa todo el viaje. Cuando llegamos a las instalaciones en las que vamos a pasar las próximas semanas, nos damos cuenta de que es uno de los sitios más increíbles que hemos visto nunca. Creo que no hay un lugar mejor para montar un campamento como este.
Se trata de un lago grande, rodeado de montañas y bosque. En vez de un gran edificio con habitaciones, hay cabañas de madera. Es genial. También hay un comedor, un escenario, canoas, tirolina y un montón de cosas más. Sin duda, este va a ser el mejor mes de mi vida.
Lucía y yo hemos escogido una cabaña de dos, que está al lado de la de los gemelos y de la de Lucas, que a pesar de que no sepa nada de música ha venido para aprovechar el verano junto a sus amigos.
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Siempre Tú [RESUBIDA]
Dla nastolatkówLorena Martínez. Daniel Oviedo, y toda la aventura y la pasión que conlleva su nombre. ¡Primera temporada!