CAPITULO 10

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CAPITULO 10.

Durante la noche, Mark no pudo dormir, había cometido un homicidio por impulso? Cómo pudo haber actuado de esa manera? Ahora estaba en serios problemas, en especial por el hecho de haber dejado escapar a un testigo de lo que había hecho.

Ese había sido el peor error, haberla dejado escapar a esa muchacha que husmeaba cómo si nada. Si no fuera por la aparición de ese bastardo quizás la hubiera eliminado. Él sabía eliminar evidencias y cualquier cosa que lo incriminara, se había ocultado por dieciocho años luego de la muerte de Terrence y bien podía seguir haciéndolo de no ser por ese error.

—¡Mark! —Escucho la puerta del departamento abrirse, era Annie quien habla entrado a verlo. Ni el taconeo de la pelinegra avanzando hasta él lo saco de sus atormentados pensamientos —¿Qué haces? Debemos irnos.

—Annie... —Logro decir mientras se llevaba las manos a la cabeza, no quería ver a nadie porque lo primero que a su parecer vería era el rostro de Terrence, señalandole y culpandolo de lo que le había hecho —Lo vi... él está ahí.

—¿A qué te refieres?

—Es él... Terrence está aquí... Yo lo ví. —Dijo mientras escondía la cabeza entre sus rodillas.
Annie se estremeció ante esas palabras, lo que ella había visto el día anterior no era una alucinación ni nada por el estilo. Realmente era él quien había regresado para atormentarlos y cobrar venganza por lo que le habían hecho.

.....
En la mañana, Candy despertó muy cansada, no supo lo que era dormir porque cuando lograba cerrar los ojos aparecía cada escenario de lo que había visto la noche anterior. Terry vigilaba que ella no escapará durante la noche, porque sabía que lo haría. Al abrir los ojos en esa habitación se sintió confundida, sobre todo por el hecho de que ese joven tuviera tantas hospitalidades con ella.

Se puso de pie y se recogió las mangas de la camiseta, necesitaba irse a su casa, quería estar con su papá. Pero ahora con todo lo que había ocurrido no estaba segura en ninguna parte.
Con pasos ligeros se dirigió a la cocina, ese aroma le atrajo la atención, escucho una suave conversación, descubriendo así a Terrence hablando con Eleonore. Ese joven era curioso en muchos sentidos para ella, sobre todo por la forma como actuaba, era sigiloso y misterioso en cada uno de sus actos.

—Terry, por fin ¿Qué es lo que ocurrió anoche?

—Mamá... ella... Candy solo tuvo un problema. Nada más.

—Cariño, realmente no se si creerte —Recrimino la rubia dándose la vuelta para mirar a su hijo —¿Qué tan grave es lo que pasa con esa niña?

—La verdad es que... es muy grave —Contesto el joven mordiéndose los labios —Es testigo de un homicidio.

—¿Qué? —Exclamo a varias octavas la rubia —¿Por qué no la llevaste a la estación de policías? ¿Te das cuenta lo que eso puede implicar para ti y para ella?

—¡Casi la matan!

—Y ahora pueden involucrarse en algo peligroso —La rubia se lleva las manos a la frente, sintiéndose ahora preocupa por el embrollo en el que que su hijo se había metido. Iba a tomar el teléfono para llamar a la estación, pero Terry la detuvo.

—Por favor, no digas nada. Puede que aún la estén buscando para lastimarla. —Dijo el muchacho angustiado —Por ahora ella cuenta con nosotros. No podemos hacerle esto.

—Ella corre peligro y un crimen quedará impune si no habla.

—¡Y lo hará! Pero ahora requiere tiempo. Esto apenas es un avance para hacer descubrir a los malnacidos que hicieron todo esto.

RENACIENDO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora