CAPITULO 12

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RENACIENDO.
CAPITULO 12.
🙂🙂🙂🙂

Eleonore dió el grito al cielo cuando supo lo que Terry había hecho, y el mero hecho de no decirle nada y confiarselo a Richard. Pero en parte debía aceptar la decisión de su hijo, ya era mayor de edad, y eso le daba derecho a muchas cosas. Sin embargo, temía que aquello le quitará tiempo o lo distraería de cuidar a Candy. Ella misma se había dado cuenta de que no dejarían de perseguir a Candy, de que debía mantenerse oculta y ahora conocernia a ella protegerla.

Sin embargo, Eleonore seguiría ignorante de las actividades de su hijo y sus verdaderos planes.
Terry debía contarle sus planes a Candy, y dejar en claro que desde ese instante ella no solamente sería su cómplice en su plan personal de venganza que había iniciado, sino que debía cuidarse la cabeza. Ahora empezaría la verdadera pesadilla. Habían decidido encontrarse en un sitio concurrido y donde estaba más que seguro, no se atreverían a buscar a la chica. La biblioteca pública de Nueva York era concurrida y por lo tanto, era un sitio seguro para la rubia, Candy no había podido tener tranquilidad, y mucho menos entender las razones Terry para ayudarla.

Pero necesitaba creer en él.

—..Hola. —Escucho detrás suyo la voz de Terry. Él mismo le había dado una serie de instrucciones que seguir, empezando por que atuendo usar. El camuflaje era de sus primeras armas. —Llegaste a tiempo ¿Todo en orden? ¿Nadie te siguió?

—No. Y realmente me siento incómoda.

—Descuida, lo importante es que sepas no estarás sola.

—Tu mamá sigue muy preocupada. Deberías hacerle caso y dejarme ir a dar mi declaración.

—¿Y dejarte a merced de esos locos? Oh no, jamás.

Candy rodo los ojos, el muchacho parecía querer tener el control de todo. Ahora no sabía que podía ser peor, si caer en las garras de un asesino o en las de ese joven del cual no sabía nada más que su comportamiento extraño.

—¿Qué pasa? ¿Tienes algo que decir?

—Oh, por supuesto. Conseguí trabajo en Constructora Winslow.

—¡Que! —Grito la chica aterrada, recordó el lugar en donde estaban, respiro profundo y se acerco a Terry hablar sin tener que alzar la voz —¿Estás loco? Ese tipo esta allí, y él te vio.

—Oh no preciosa. Él vio a un fantasma, y creéme, eso sera la mayor de sus pesadillas.

—No te entiendo.

—Házme caso Candy Jhonson, todo esto tiene un propósito, igual que tu. —La tomo de la barbilla con autoridad, mirándola y sorprendiendose de esos ojos. Nunca había visto semejantes ojos hasta ese día  —Ademas, tu también eres su pesadilla.

—Si... Pero...

—No, tu descuida, solo quiero que aprendas a protegerte, a ser una camaleona, una danzarina en las aguas. A ser ágil e invisible ante sus ojos.

—Suena tentador. —Dijo Candy, pero en el fondo tenia miedo. El había demostrado ser todo lo que dijo, protector, pero sombrío a la vez. —Pero sigo sin entender ese odio que sientes.

—Candy... ¿Crees en las vidas pasadas?

—Bueno... —La rubia intento analizar esas palabras que sonaban tan misteriosas cuando brotaban de los labios de Terry. Se relamio los labios para contestar : —No.

—Pues empieza a creerlo. Podrías sorprenderte.

—Lo dices como si tuvieras experiencia.

—¡JA! Si tu supieras pecosa. —Terry tomo a Candy de un brazo para salir de la biblioteca, debían mezclarse entre las personas. No esperaba que Mark o alguien que trabajará para él estuviera ahí, pero prefería no hacerse llamar mucho la atención.

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