Renaciendo.
Capítulo 17.Durante semanas, la policía busco a Susana Marlowe incluso por debajo de las piedras. Candy daba todos los días detalles del auto que se había llevado a su amiga, quería con todas sus fuerzas poder encontrarla y sacarla de ese embrollo que ella misma le había metido. Porque algo que atormentaba a Candy era la mismísima culpa.
Era a ella a quien querían en realidad, se suponía que era Candy quien debería estar teniendo miedo, no Susana. Pero no podía seguir recriminandose, especialmente cuando Terry estaba delante de ella. Cómo siempre, él levantaba sus ánimos y hacia lo imposible para sacarle una sonrisa.
Pero aún así, el miedo ante el incierto futuro de Susana.
—..Candy —Llamo a la puerta su padre, quien se sentía terrible por ver a su hija en ese estado. George deseaba poder hacer cualquier cosa para darle esperanzas a la chica —Creo que alguien te busca. Es tu amigo Terrence.
—¿Está aquí? —dijo con anhelo la chica levantándose de la cama y limpiándose las lágrimas.
—Sí. Puntual como siempre.
—¿Me dejas ir con él?
—Preferiria que se quedarán aquí los dos —Explico George acercándose a ella para limpiarle las lágrimas —Te quiero sana y salva, mi chiquita.
—Terry se encarga de eso. No te preocupes, iremos a buscar a Susana.
George agacho la mirada, su hija estaba apegada a ese muchacho tan serio. Sin embargo, los ojos le brillan cuando él salía a la conversación, la ve preparando sus cosas y usando ese gorro rojo que la madre del chico le obsequio.
Sin embargo, George era alguien que no olvidaba rostros, recordaba haber visto el rostro de la bella Eleonore y a su bebé milagro, ese que ahora custodiaba a su amada hija.
Ve a la chica salir con Terrence a través de la puerta, el muchacho maneja una bicicleta y Candy se sube la parte posterior, aferrandose a la cintura del muchacho, cómo si solo él pudiera protegerla, y el apenas estuvo seguro de que ella iba bien sujeta emprendió camino junto con su único tesoro en el mundo, ese que sin el saberlo estaba bajo amenaza.
—Pecas ¿Estás bien? —Pregunta Terry mientras siente a Candy aferrada a su espalda y sus lágrimas humedeciendo su camiseta.
—Por favor, solo ayúdame a encontrar a mi amiga —Suplica la chica con angustia, Terry traga las lágrimas, odia verla en ese estado. Y ahora más que nunca estaba al tanto de que estaba enamorando de esa atrevida chiquilla que hasta ese día bien había atrapado su corazón... Uno que creía no volvería a sentir algo similar.
Desvío su camino a otro lugar, eso atrajo la atención de Candy ¿Hacia donde la llevaba Terry? Alzó la mirada y vio al joven con mirada tensa por el esfuerzo del pedaleo, la rubia se sonrojo ante la imponencia de ese chico que era capaz de robarle suspiros. Se aferró más a él mientras decidía dejarse llevar al lugar donde él muchacho decidiera llevarla.
El castaño siguió pedaleando hasta Central Park, en ese trayecto en donde un camino de árboles se abría para ellos, el sol de la tarde era cálido y daba una sensación placentera. Candy sigue aferrada a la cintura de Terry incluso cuando él se detiene y se gira para bajar, ella no quiere soltarse de él, sigue llorando en especial por saber que ese muchacho esta a su lado y está haciendo lo posible por mantenerla a salvó de cualquiera que se atreva a tocarla.
—Candy... ¿Qué sucede, pecosa?
—Nada... solo quiero quedarme así contigo —Aquello provocó un nudo en la garganta de Terry. Colocó una de sus manos en la espalda de Candy, temblaba porque la sentía tan delicada, no quería manchar con sus manos aquello que a su existencia había llegado para pintar de colores todo.
ESTÁS LEYENDO
RENACIENDO.
Fanfiction¿Serías capaz de regresar de la muerte solo para hacer justicia y proteger a los tuyos? ¿Volverías a creer en el amor después de una traición?