RENACIENDO
CAPITULO 31.
.
.
.
.
El plato de panqueques cayo al suelo estrepitosamente, Eleonore sintió el mundo moverse a su alrededor y como todo hizo un abrupto silencio. Era un silencio incomodo, todo seguía moviéndose, veía los panqueques en el suelo, esos que tenia para su hijo que ahora buscaba desesperadamente a su novia Candy, vio a todas direcciones buscándolos ¿Dónde estaban a esas horas? ¿Por qué no estaba ahí? y a Robert acercándose a ella para tomarla de los hombros ¿Por qué se sentía así? ¿Qué fue aquello que agito su mundo de esa manera?
—¿Qué pasa Ellie? Estas pálida.
—No... no lo se... —Se llevo una mano al pecho respirando agitada, trato de ir a la habitación de su hijo para ver si había llegado en algún momento y no se había percatado —Terry ¡Terry! ¿En donde esta?
—Cariño, no ha llegado todavía. Supongo que siguen en búsqueda de Candice.
—No... no... no... ¡Terrence! —Ella no precisaba que era lo que pasaba en su ser y porque toda su atención iba dirigida a su hijo, sentía que se volvería loca, algo estaba pasando con su hijo y su instinto no fallaba.
—¡Eleonore! —Trato de detener a su esposa, pero esos ojos desesperados y anhelantes suplicaban que la soltara —Cálmate, por favor.
—No... entiéndeme en este momento. Algo le pasa a mi hijo y debo ir por él. —Sin mediar mas palabras, la rubia se soltó del agarre de Robert y se dispuso a salir por esa puerta a buscar a su hijo, ella de alguna manera sabia lo que estaba ocurriendo allá afuera, en ese atardecer que teñía de naranja y rosa la ciudad,
Tenia dieciocho años criando y amando a ese pequeño que había nacido de ella, y lo conocía a la perfección. Sabia que en medio de su fachada fría y su madurez estaba destrozado por dentro y no se iba a detener hasta encontrar a Candy ¿Pero hasta que punto estaría capaz de pelear?
.....
Nunca antes había pensado en todo lo que significaba renacer hasta ese momento que iba directo a su propia muerte. Era una de las mil y una paradojas que había creado en su mente en los años que pasaron, ahora iba dispuesto a buscar a Candy, en el tiempo compartiendo con ella pudo al fin revelarlo. Annie nunca fue la mujer para él, nunca lo amo, fue tan solo un juguete, un producto de su avaricia... Esa chica por la cual estaba sufriendo era la que adoraba, si había muerto y renacido era quizás porque estaba esperando a que ella naciera, la indicada para él, su otra mitad.
Ahora no concebía una existencia sin ella, se había convertido en su mundo, ahora sabía quién era el en realidad, su objetivo en este mundo y le había quería seguir peleando a como de lugar. Quizás era su ultima buena acción y quizás asi todas las desgracias para los Winslow y los involucrados se detengan.
—Perdóname, Elia, perdóname mamá —Dijo mientras se detenía a algunos metros de su sitio de encuentro con la muerte, pedía perdón a su hermana y sobre todo a su madre, a Eleonore, a la que consideraba su mejor madre, la que me llenaba de panqueques y amor, la que aun sin saber que su muchacho era mas que mundo complejo y lleno de cosas raras.
Terry, nunca había considerado una despedida de esa forma, siempre tuvo la esperanza de que algún día regresaría a casa, pero estaba resignado a no volver a casa... a ninguna de las dos versiones de su vida. Esta vez se entregaría a la muerte sin pelear, dejando a los suyos tranquilos, amando con fervor, y sabiendo que todos estaban a salvo, sobre todo Candy.
ESTÁS LEYENDO
RENACIENDO.
Fanfiction¿Serías capaz de regresar de la muerte solo para hacer justicia y proteger a los tuyos? ¿Volverías a creer en el amor después de una traición?