"Tal vez un... Por siempre y para siempre" [BORRADOR]

capitulo 2: El chico nuevo

Jade:

Empecé mi día como todos los demás.
Me levanté, me cambié y bajé a desayunar.

Mí abuela había preparado unos deliciosos panqueques de avena (mis favoritos) y una gran taza de té de frutilla (también mí favorito).

Tomé mí desayuno y vi la hora.
Se me hacía tarde.

A toda velocidad metí los cuadernos y bolígrafos en mí mochila. También una botella de agua y un libro para leer en el receso.

Salí de mí casa y vi que el día estaba nublado, aunque normal en éste pueblo. Parecía que iba a llover,( y esos eran los mejores días).
Si, amo la lluvia.

Camine rápido hacia el colegio, por suerte no me quedaba tan lejos y podía llegar a tiempo si apresuraba el paso.

En el camino fui observando, cómo siempre en estas épocas, las hojas que iban cayendo de los árboles.

Estábamos en otoño, y todo tenía un aspecto triste, aunque me encanta.

Gracias a ir rápido llegué temprano al colegio. Me fui directo al salón para poder agarrar un buen lugar.

No quería sentarme junto con las chicas coquetas, ya había tenido experiencia con ellas, y no fueron buenos momentos en realidad.

Tampoco quería sentarme en el fondo, con los chicos "rebeldes", tenían la mala costumbre de golpear mí silla con los pies y estar llamándome zanahoria, solo por el color de mí pelo.

Así que el mejor lugar para sentarse era cerca de las ventanas, donde la mayoría que se sentaba ahí estaba a medio dormir en las clases.

Entré al salón y tuve suerte de que solo habían algunas chicas a medio dormir.

Me acomode en uno de los asientos y revisé mí celular, para ver si mí abuela había mandado mensajes.

Había dos de ella:
Que tengas un buen día en el colegio hija :)

Y recuerda que no importa lo que digan los demás, sos única y nadie va a poder cambiar eso <3 te quiero

Mí abuela siempre me motivaba y mandaba mensajes cada mañana, aunque a veces no entendía mucho la tecnología, trataba de siempre estar presente con sus mensajes de motivación.

Gracias a ella pude salir del círculo de amistad en el que me había metido. Ya no podía seguir como estaba, y ella había sido mí ancla en todo el proceso de adaptación.

Antes de las vacaciones, yo tenía amigas. O eso creía que eran.

Las había conocido en la escuela, habíamos sido inseparables... hasta que comenzamos el colegio. Todo cambió desde entonces. Ya no eran las mismas chicas de antes, y yo no me sentía bien con ellas.

Al comenzar el colegio el año anterior, ellas dijeron que teníamos que cambiar nuestro aspecto y empezar a comportarnos como adolescentes, para poder encajar y ser parte del grupo "popular" del colegio.