DELTA [ShowKi]

⊰Capítulo 37⊱

Sus manos se tensaron; sus uñas hicieron gran presión, ocasionando que el quebradizo sonido de la madera siendo destrozada bajo sus palmas resonara en el interior del lugar.

Luchó por mantener su boca cerrada, queriendo retener su voz que amenazaba con salir en débiles quejidos, delatando su debilidad por el calor correspondiente al cuerpo que le aprisionaba sobre esa superficie de madera.

Sus piernas, en busca de estabilidad, se entrelazaron en la cintura de la figura ante sus ojos.

La mirada que podía percibir, y que conectó con la suya, era intensa, conocida...

Bastó solo una mirada para poder ser testigo de todo lo que esos iris le querían transmitir. Muchos mensajes sin uso de palabras, que solo le generaban escalofríos.

Sintió una mano acariciar su pecho, subiendo por toda su piel que hormigueaba con cada contacto. El viaje tortuoso en forma de caricia pareció tener fin cuando los dedos llegaron hasta su boca, acariciando sus labios. Podía sentir como lo observaba con intensidad mientras movía de forma sugestiva la yema de los dígitos.

El calor que generaban sus cuerpos era muy asfixiante. Le costaba respirar, su aliento pesado lo delataba; y a pesar de sentirse mareado, no podía apartar la mirada de los ojos ajenos, quien lo retenía con posesividad.

Como si algo lo controlara, movió su cabeza hacia atrás para dejar completamente libre su cuello; sintió una caliente respiración contra su piel. Cerró sus ojos cuando sintió el contacto de la lengua; lo hizo temblar, haciéndolo suspirar por el contacto.

La mano que lo estaba acariciando en todo este momento tomó una gran fuerza y lo sostuvo para evitar que se moviera.

Abrió sus ojos cuando los dientes ajenos hicieron una fuerte presión contra la piel de su cuello.

Los dientes tomaron la piel con fuerza hasta que ambos lograron escuchar un sonido húmedo y repugnante por la carne siendo molida por los colmillos.

Su cuerpo comenzó a luchar en un intento por liberarse, pero la fuerza con la que era sostenido era superior. Cada movimiento que hacía solo generaba que los dientes se cerraran más, y su cuello fuera mordido con mayor intensidad. Quiso abrir la boca para pedir ayuda, pero solo el sonido del gorgoteo fue lo único que su voz transmitió; lentamente sintió que la sangre comenzaba a salir por sus labios, al igual que en las aberturas que los dientes ocasionaron.

Escuchó un gruñido de placer.

HyunWoo movió su cabeza hacia arriba aun manteniendo los dientes en el cuello. La carne se desgarró, la sangre voló por todas direcciones, manchando el rostro del hombre que sonreía de forma sádica.

Al mover sus manos con desesperación, encontró que sus dedos se tensaron repentinamente alrededor de un objeto. No quiso detenerse a verificar qué era lo que había comenzado a sostener, su instinto dominó su cuerpo y sus extremidades se movieron con velocidad. Su brazo se balanceó y golpeó el cuello de HyunWoo.

Entonces, el alfa se detuvo. Su rostro estaba impasible, ninguna emoción llegó a sus facciones.

KiHyun observó lo que su mano usó como arma.

Era esa daga.

Estaba clavada en el cuello del hombre contrario.

Lentamente, HyunWoo llevó su propia mano hasta la zona donde la daga se había incrustado. Sus dedos acariciaron la mano del delta, para después jalarla para que el filo abandonara su carne. Tosió apenas el arma abandonó su cuello; cantidades de sangre comenzaron a salir a través de la herida generada, y por cada movimiento brusco que hacía, más chorros aparecían.