⊰Capítulo 17⊱

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Ella fue la única testigo de lo que hicimos, ahora fuimos bañados en sus lágrimas.


Siento... como mis entrañas se retuercen.


¿Algo ha cambiado...?

Su mente y sentidos aún podían distinguir el aroma que la piel contraria tenía, y como en esa fragancia se había quedado en él como una marca que desconocía que le haría daño. Su corazón ardía de manera monstruosa y le causaba temor aquello, no sabía por qué e incluso sentía miedo de la confusa respuesta que traería ello. Algo dentro de él le decía que ya nada se podía cambiar, la decisión se había tomado y que nada que intentara podría remediarlo aunque se preguntaba ¿qué ya no se podía cambiar? Su cuerpo tembló aquella noche, como su voz llamaba un nombre con desesperación, en como aquellas gentiles caricias dolían como no se imaginaba a pesar de los suaves que eran dejando unas invisibles cicatrices en su piel. Todo daba vueltas en un bucle, su pecho se calentaba con profundidad y no podía hacer nada. Se convirtió en el pecado. Ignoraba lo que el destino tenía para él, no sabía cuál sería su trágico final.

Poco a poco sus párpados iban perdiendo pesadez logrando abrir los ojos sin esfuerzo y sus pulmones dejaron salir el aire que mantenía retenido en su cuerpo que le asfixiaba. Su vista se fijó directamente en el dosel que se balanceaba con suavidad cual neblina que abrazaba las montañas y cubría el bosque. Poco a poco movió su cabeza conforme su conciencia se despertaba para mirar en la cama donde estaba acostando. La habitación en la cual despertó era tan distinta a la suya, no se sorprendió en lo absoluto al analizar su entorno, pues recordaba a detalle lo que sucedió ayer en la noche y era predecible el despertar en esta cama. Afortunadamente las cortinas de las ventanas estaban cerradas, y la cómoda oscuridad le hizo acostumbrarse a que se haya recién despertado sin causarle algún mareo o inconformidad.

Lentamente se sentó pasando las palmas de sus manos sobre su rostro y acomodando el cabello que le estorbaba, las sábanas que le cubrían el cuerpo se deslizaron lentamente por su piel dejando su pecho y hombros totalmente descubiertos, se quitó completamente las sabanas al necesitar moderar su temperatura, y cuando la blanca sábana abandonó en su totalidad su cuerpo sintió un alivio inesperado al ver que llevaba puesto un pantalón siendo su única prenda de vestir, dejó que sus manos descansaran en sus muslos y sus hombros se tensaron cuando unas marcas se divisaron dibujadas en su piel, tocó suavemente y no había rastro de dolor, sin embargo las marcas de un brillante rojo eran difícil de ignorar y analizándolo con detenimiento eran las marcas que una mano era capaz de dejar, por precaución movió sus muñecas en círculos para verificar que nada haya sido lastimado. Miró a su lado cuando dejó en segundo plano sus marcas, ahí durmiendo plácidamente estaba HyunWoo. Sus ojos estaban cerrados, su respiración era calmada al ver que su pecho subía y bajaba sin prisas. Su castaño cabello estaba esparcido por la almohada haciendo que la cabellera pudiera apreciarse de mejor manera ese cálido tono castaño. Una ola de calor inundó a KiHyun de golpe, las imágenes de la noche anterior se mostraban en perfectos detalles en su memoria con drástica claridad y tuvo que recapitular lo que ocurrió, pero en un punto indefinido sus oídos zumbaron y las imágenes de su mente se cortaron dejándolo en blanco.

Sus dientes rechinaron por el esfuerzo de no gritar por el dolor de cabeza, sin esperar se levantó con cuidado de la cama y evitar acercarse a pesar de los insistentes zumbidos. Sus piernas se movieron con velocidad y poder llegar al baño, logrando tomar la puerta y cerrarla sin poner fuerza. Abrió la llave y ahueco sus palmas para tomar agua y mojarse el rostro, permaneció encorvado dejando descansar sus codos sobre la superficie del lavabo y tomó aire dejando que el dolor de cabeza fuera apaciguándose poco a poco. Se preguntó internamente el porqué de ese repentino dolor, si recordaba, el día anterior no se sentía mal o no había hecho algo por el cual debía de tener ese síntoma ¿qué le estaba pasando? Su atención fue directamente al espejo viendo su reflejo ya cuando se sintió mejor. Comenzó a mirarse a detalle cada parte de su piel con sumo cuidado para poder distinguir algo que se viera fuero de lo normal.

DELTA [ShowKi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora