Capítulo 23. ⚔️ El rescate. ⚔️

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Una vez que finalmente Fugaz  salió del ataúd comenzó a toser debido al humo que se había acumulado a su alrededor

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Una vez que finalmente Fugaz salió del ataúd comenzó a toser debido al humo que se había acumulado a su alrededor. Justo en ese momento, una nueva oleada de humo amenazaba con envolverla nuevamente, y el pensamiento de que podría morir de nuevo la invadió.

Aprovechando su debilidad, un soldado se lanzó hacia ella con la intención de cortarle la cabeza con su espada, pero una hoja que surgió de la nada detuvo su ataque.

-Eres demasiado lento; quizás deberías considerar otro oficio -comentó con desdén una voz que Fugaz reconocía demasiado bien.

El soldado, avergonzado, optó por retirarse.

-¿Mirah Alí? -preguntó Fugaz, observando cómo una figura se formaba entre la cortina de humo.

-La misma, querida bruja.

Mirah la tomó del brazo y la llevó fuera de la nube de humo.

-Es sorprendente cómo aún no hemos chocado con nada -comentó Fugaz, tratando de recuperarse del susto de hace un rato.

-Cuando has vivido en lugares como Eptenia, este humo no es nada -explicó Mirah, a medida que el humo se desvanecía lentamente.

-De nuevo, llegaste en el momento justo. Eres mi heroína.

-Aún no lo soy. Ahora, ¿puedes explicarme por qué quieren matarte?

-No estoy segura, pero tengo la sospecha de que tiene algo que ver con Antho. Alguien debe considerarme una amenaza para lo que sea que estén planeando.

-Entonces, debemos encontrar a Antho.

Mirah se detuvo frente al imponente castillo, manteniéndose alerta ante la posibilidad de un ataque inminente, lo que permitió que Fugaz recobrara el aliento. Sus miradas se posaron en siete soldados que custodiaban la entrada, un enigma en cuanto a su lealtad. Fugaz determinó que sería arriesgado desplegar sus poderes en ese momento, por lo que ella y Mirah comenzaron a concebir una estrategia sigilosa para adentrarse en el castillo.

A medida que avanzaban, se detuvieron y se ocultaron al notar que Dackmon y Areon se dirigían hacia la misma dirección, señal inequívoca de que estaban al tanto de la situación.

Fugaz percibió cómo uno de los soldados extraía furtivamente una navaja de una bolsa, aunque su movimiento no fue lo suficientemente sutil, ya que ella lo había detectado. A esas alturas, quedaba claro que tenía la intención de atacar a Dackmon y Areon.

En un primer momento, los soldados intercambiaron palabras sobre temas militares, como si el mundo a su alrededor no estuviera al borde del caos. No obstante, la tensión en el aire era palpable, incluso a varios metros de distancia. Impaciente por la situación, Mirah se aproximó a ellos sin mostrar temor, lo que llenó de inquietud a Fugaz. A pesar del miedo que la embargaba, esta última decidió seguir a Mirah.

Reinos: El árbol de plata. (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora