Cap. 11 *Narra Rocío*
¿Estoy soñando o estoy despierta?¿Es verdad todo lo que me esta pasando?
Me siento tan ridícula por lo de anoche... Espero que Pablo no se hubiera asustado.
Son las 12 y media. Lucas llegará ya por fin en la tarde. Le echo de menos. Me dijo que me haría algo especial al regresar y estoy muy impaciente.
-Reloj, marca las 5 ya - suplico.
Tras un rato observando cómo pasaban eternamente los segundos creo que lo mejor es ponerse a hacer algo. Algo como las camas.
Pongo música de fondo. Esta vez no voy a poner a poner a Pablo Alborán, ¿o sí? ¿No he tenido suficiente "señor Moreno" por hoy?
Está bien, hago caso a mi instinto y tecleo ese nombre que tan presente he tenido últimamente.
"Sesión aleatoria".
"Solamente tú" empieza a sonar.
Me quedo paralizada al escuchar su voz. Se le ve diferente, está sentado en un sofá blanco con su guitarra y es... mágico, perfecto, indescriptible... y un sinfín de adjetivos más... Por un momento mi mente se queda en blanco. No soy capaz de hacer otra cosa sino escucharlo.
Termina. Por fin mi cuerpo y mente son capaces de reaccionar. Detengo el reproductor.
Otro recuerdo inunda de nuevo mi mente. Lucas. Él. Siento que le fallo escuchando a Pablo; aunque si escuchar su música es fallarle lo de anoche no sé qué será.
Me siento culpable. Apago el ordenador. Nada más de música por hoy, ni mucho menos de Pablo.
En media hora tengo las camas lentas. Observo mi creación, reconozco que soy lenta, pero es porque soy muy perfeccionista, además, esto de hacer las camas o cualquier otra cosa de la casa no es mi fuerte.
Sigo limpiando la casa y cuando me quiero dar cuenta son las dos de la tarde.
Me dirijo a la cocina y tomo algo rápido para comer; no tengo mucha hambre.
Como Lucas llegará sobre las 5, me da tiempo a echar una siesta antes de que llege. Casi no me cuesta coger el sueño, esta noche no he podido dormir casi nada pensando que tenía al mismísimo Pablo Alborán tras la pared.
Si se enterase Lucía de todo esto, creo que me mataría por no haberle dicho nada. Pero claro, no es fácil contarlo.
De todas formas, Pablo se fue y me apuesto a que si mañana me ve por la calle ni se acuerda de mi, ¿o sí? ¿realmente me gustaría que se acordase? Bueno, eso esta claro que sí. Pero supongo que sólo seré una más entre las muchas que conoce. Pero entonces... ¿por qué me invitó a cenar?¿por qué me dió su teléfono?¿¡por qué es tan diferente a todos los que he conocido!? Son miles y miles de preguntas que mi mente no para de formular. Preguntas que, de momento, no tienen respuesta.
Tras un rato eterno reflexionando sobre eso, por fin me consigo dormir.
Siento como unos labios se posan sobre los mios en un cálido y dulce beso. Todavía con los ojos cerrados acepto ese beso sin reproche alguno.
-¡Es Pablo, es Pablo!>>-me proclama mi subconsciente emocionado.
¿Seguiré soñando y este es él que me besa tras la acalorada bachata de anoche? Rápidamente lo descubro al abrir los ojos.
No es Pablo pero...
-¡Lucas!- y tras decir eso cojo un poco de distancia para poder verlo.
Me tiro hacia él con los brazos abiertos. Unas lágrimas descienden por mis ojos, lágrimas de emoción por el reencuentro.
Beso sus labios una y otra vez.
-Te he echado mucho de menos.- le digo en un susurro al oido.
-Y yo más.- responde.
Agarro mis manos tras su cuello sin parar de besarlo y lo acerco más a mi. Él posa sus manos en mi cintura. Mi punto débil. No dejo a todo el mundo hacerlo.
Lentamente va descendiendo sus manos hacia mi trasero. Acepto la propuesta y de un salto me coloco a horcajadas sobre su cintura, rodeándole con mis pies.
Los besos aumentan de intensidad sin cesar.Él comienza a caminar conmigo tomada.
Me siento en una nube. Por fin le tengo cerca. Por fin puedo sentir su respiración junto con la mia y por fin puedo sentir su aliento en mi cuello.
En este momento no existe nada más. Sólo él y yo. Una sola puerta nos separa del dormitorio.
No soy consciente de lo que hago, sólo me dejo llevar por lo que mi cuerpo desea. Quizás haga mal o haga bien, pero ahora no es el momento ni estoy en condiciones de averiguarlo. Por otro lado... ¿por qué no?¿es mi novio, no? puedo hacerlo sin sentirme mal, ni mucho menos sentirme mal por... Pablo... No es momento de pensar en ello.
Nos dirijimos desde el salón hacia la puerta de la habitación. No entiendo cómo puede siquiera andar sin ver hacia dónde va. De hecho, casi nos caemos al dar otro paso. Por ello, ambos detenemos nuestros besos y separamos nuestras caras a escasos milímetros, juntando nuestras frentes y nuestras narices. Ambos sonreimos, casi riendo.
Mi mente sigue nublada por el deseo de tenerle.
-<<¿Tenerle a él o a Pablo?>>- Una buena pregunta de mi mente.
Creo que ya no me puedo dejar llevar hasta no obtener esa respuesta.
¿Es a Pablo a quien deseo? ¡No, no! Es a Lucas, ¡a mi novio! ¿no?
Ahora mismo estoy hecha un mar de dudas.
No lo tengo claro, y no quiero hacer nada de lo que me pueda arrepentir.
Aunque, esta situación me pide que me deje llevar y es lo que voy a hacer. No debo tener en mi pensamiento ahora a Pablo porque él no es nada para mi.
Pero, aún así... ¿por qué siento que estoy traicionando a Pablo?¿por qué él? Sigo sin entenderlo, él no es nada para mi. A él le dará igual que yo esté con quien quiera, al igual que a mi él. ¿O no?
Demasiadas dudas.
Un sólo objetivo: liberar toda la lujuria acumulada
-<<¿Por no ver a Lucas o por anoche con Pablo?>>- Buena pregunta sin respuesta de lo que me queda de conciencia.
Lo tengo decidido.
Aumento la intensidad de mis besos y Lucas igual.
Él para automáticamente cual electrodomestico al que acabas de desenchufar y me baja de su regazo.
Yo, al ser más baja intento ponerme de puntillas para volver a alcanzar sus labios, pero él me rechaza ese intento deseperado de continuar nuestro camino a la habitación.
En este momento me doy cuenta de lo que pasa. He sido una idiota por no darme cuenta de que estaba ahí.
Mi expresión cambia a una de alerta y máxima preocupación y todo lo que antes era lujuria, ahora ya se ha esfumado. A penas queda rastro excepto el de mis labios ligeramente inchados.
Trago saliva y él me pregunta algo que no sé responder:
-¿Qué hace esa chaqueta negra en cuero de hombre aquí?
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Un beso, un te quiero y una canción.
FanfictionÉl, un artista con antiguas heridas en el corazón. Pero, una vez pasados esos malos recuerdos, ¿porqué no volverse a enamorar al volver a sentir esas mariposas en el estómago? ¿El problema? Enamorado de ella... Ella, una chica normal y corriente cen...