Capítulo 26

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Cap. 26 *Narrado por Rocío*


Escucho cómo suena el timbre de la puerta desde la otra punta de la casa y me dirijo a ésta con miedo. No sé quién será ni tampoco que querrá.

En todo este tiempo, desde que discutimos Lucas no ha vuelto y la verdad, solo un media parte de mí lo quiere así, mientras que la otra mitad lo anhela y desea que no esté haciendo ninguna locura.

Quizás mis dudas sobre él y su ausencia se solucionen una vez que abra esa puerta. Pero eso es algo que me aterra.

Por otra parte, estos días, a pesar del temor a que algo pase, han sido los más normales que he podido vivir desde el concierto, y creo que también me he podido permitir algunos momentos de felicidad.

He pasado muchas madrugadas en vela esperando la llegada de Lucas y reflexionando sobre todo.

Todo iba genial, hasta que llegó Pablo y cambió mi vida. Y ahora me encuentro sola entre las paredes que forman mi casa esperando... ¿qué?

Ese es el tema que me ronda por la cabeza todos estos días, ¿a qué estoy esperando? ¿Debería esperar a que un famoso cantante que tiene miles de cosas que hacer muchísimo más importantes que yo y mi vida venga?, y luego, ¿qué? Se volverá a ir y yo volveré a estar sola. ¿O quizás esté esperando a que vuelva Lucas? No, la verdad es que no. Yo ya no le quiero a él desde que me dí cuenta de que todo lo se acabó para nosotros dos.

Me han fallado los dos hombres en los que he confiado durante esta última semana. Ya no puedo confiar en nadie; sólo en mí misma.

Lo único bueno que he sacado de todo esto ha sido la soledad inspiradora y el confiar no alguien tan fácilmente.

Quizás pensaba que el adiós definitivo a mi relación con Lucas iba a ser más doloroso, pero ahora sólo siento un vacío en el corazón y la verdad, no sé ni si es por él. Últimamente mi vida ha cambiado pero sin duda jamás pensé que tanto en tan poco.

Y más que cambiará...

Con pasos decisivos pero insegura de qué hacer al ver quién se oculta tras la puerta, me acerco y me inclino para observar por la mirilla.

Oh, no.

Pablo.

¿Qué hace él aquí?

¿No tiene cosas más importantes que hacer?

Por algún motivo, algo en mi interior me dice que le abra; a pesar de que sea por él que yo estoy así.

Y así hago. Es difícil saber cómo un gesto tan simple como girar una manivela para abrir una puerta se puede complicar tanto al saber que detrás de ésta está la persona que te ha causado un cambio tan grande en tu vida.

Tras la puerta, una vez abierta, puedo ver a alguien diferente que el monstruo que me he estado imaginando todos estos días sin nadie. Le he estado imaginando como el culpable de todo, como un aprovechado. Pero, ahora cara a cara es muy diferente.

Frente a mí está un chico con un brillo especial en sus ojos, alguien que, a pesar de sentir que me ha traicionado creo que volvería a confiar, me inspira una seguridad especial. Quizás si las cosas fueran de otra manera entre sus fuertes brazos sería capaz de olvidar el caos en el que se ha convertido el mundo; mi mundo.

Ahora me siento culpable por haberle culpado de todo, quizás sí que sea su culpa, pero yo no soy capaz de volver a decir que es suya.

Tras verle, todo cambia. Me entran ganas de abrazarle y no soltarle, de consolarme junto a él.

Un beso, un te quiero y una canción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora