Capítulo 34

215 16 0
                                    

Cap. 34 *Narra Pablo*




Y así, finaliza mi penúltimo concierto de la gira por América. Una larga y muy bonita gira llena de sorpresa, de alegrías, de muchas horas de trabajo por detrás, de muchas personas que se han entregado de lleno a hacerla lo más especial posible, de lágrimas de emoción... en fin, un gira en la que ni un solo minuto ha sido desperdiciado.



Todo va genial, el año de gira está a punto de finalizar con mucha alegría e ilusión desde el minuto uno. Y, aún así, siento cierta nostalgia por que ya se acerca el fin de ella. Un fin que más que eso es una coma para volver a continuar con mucho más y mejor. Pero no lo puedo evitar, a mí también me da pena que ya acabe, pero estoy ya cansado de tanto tiempo de un lugar a otro sin parar, a penas sin ver a mi familia.



Ya voy necesitando estar con mi gente para volver a ser yo, el Pablito de siempre, el que va a hacer la compra y no el que está sobre el escenario.



-¡Pablete, hombre! ¡Que estás en la luna! -Lolo interrumpe en mis pensamientos.
Enseguida dirijo mi mirada hacia él y la banda. Ya hemos llegado al hotel y se han empeñado todos en que ya que no podíamos salir a algún bar, estaría bien estar juntos un rato y hablar. Así que como tampoco tenía nada más que hacer y la adrenalina amenazaba con no dejarme pegar ojo, acepté. Y ahora, no sé por qué, pero me entra la melancolía. La gira se acaba, llevo más de dos meses sin ver a mi familia ni a ella...



-¡Que mañana ya se acaba el tour aquí en Estados Unidos! -anuncia con alegría.



Me limito a sonreír, es algo que me llena de felicidad, es un sueño cumplido, otro a esa interminable lista.



Acabamos nuestra charla y la arenga que nos sueltan Porty y Antonio sobre todo lo que hemos conseguido hasta ahora y con lo que, tengo que decir, me siento más que orgulloso de ello y mucho más que feliz. Y, finalmente, casi a las 4 de la mañana se van todos menos mi guitarrista y amigo Lolo. Por suerte mañana no tengo que madrugar.



-Echas de menos a tu familia, ¿verdad? -pregunta él. ¿Cómo es posible que pase de la alegría y el júbilo a un tono tan reflexivo como este?



-Pues sí. Es mucho tiempo sin ellos. Esta gira a veces me supera -le respondo con la mayor sinceridad.



Creo que esta charla se va a alargar más de lo que me gustaría. Tengo sueño y no es precisamente de esto de lo que quiero hablar ahora.



-Pues tranquilo, que enseguida los verás. Ahora, no pienses en ello y disfruta esto que tienes ahora, que no sabes si se va a volver a repetir alguna vez. -Y tras decir esto, se larga. Vaya, por lo visto no iba a ser una charla tan larga como esperaba. Tiene razón, ahora debo de centrarme en disfrutar el presente.



Me quito la ropa, me meto en la cama y acabo rindiéndome ante los dulces brazos de Morfeo.



***



Me despierto sobresaltado y con la respiración agitada. Hace tiempo que no tenía pesadillas. Miro el reloj y son las 9 de la mañana. Quizás debería intentar seguir durmiendo, pero no quiero seguir soñando algo así o me acabaré por volver loco.



En mi pesadilla, la gira se acababa, volvía a Málaga pero en mi casa ya nadie me conocía, no sabían que era yo, no era Pablito Moreno, era Pablo Alborán. Me trataban como un famoso e incluso mis sobrinas no querían jugar conmigo, era un completo desconocido. Salía a la calle y la gente se me acercaba como lo suelen hacer pero, entre esa gente estaban mis amigos de toda la vida y... ellos tampoco me conocían. Ya no era ese chico tímido que tocaba la guitarra en Málaga; ahora era Pablo Alborán y ni siquiera mi familia sabía reconocer lo que quedaba de ese chico en mí. Ni siquiera ella... Rocío también estaba en mi sueño, y tampoco me reconocía. Yo intentaba explicarle todo, que era yo, Pablito, pero nadie me tomaba en serio. Pablo Alborán había devorado por completo cualquier rastro que hubiera habido del Pablito de siempre.

Un beso, un te quiero y una canción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora