Cap. 13. *Narra Rocío*
Titubeo. No sé qué hacer ni qué decir ni responder. ¿La verdad?¡Pero estoy loca!¿Cómo se supone que le dices a tu novio que el mismísimo Pablo Alborán ha estado en casa, me ha invitado a cenar y luego bailamos casi borrachos hasta las tres o las cuatro de la mañana pero que no hicimos nada?¡No me creerá!
¿Qué hago?¡Qué hago!
Siento su mirada llena de furia clavada en la mia. He de decirlo: tengo miedo. Miedo de lo que viene ahora, miedo de todo. Me siento pequeña, minúscula, insignificante. Me siento débil ante él, débil ante el mundo.
Quiero suplicar, gritar, huir...
Pero... ¿de qué? Intento calmarme un poco. Quizás esté sacando las cosas de quicio.
¡Él es mi novio!, ¡él me quiere!, ¡y yo a él!, ¡seguro que me entiende! Él sabe que le quiero, que le amo con toda mi vida y que jamás le haría algo malo.
-Ca-cariño, es de...- titubeo. Demasiado.
A pesar de todo tengo miedo, miedo de su reacción.
No sé qué escusa inventar y este no es el momento de contarla verdad.
-¿De quién?, eh, ¿de quién?- Me dice con tono casi gritando, su expresión es muy amenazante.
¿Por qué tengo miedo de alguien a quien tanto amo? Mi corazón se acelera y late sin control. Estoy muy, muy nerviosa y no sé qué hacer.
Trago saliva, intentando encontrar una respuesta y unas palabras que suenen verdaderas.
Él da un paso hacia adelante, acercándose más a mi. Instintivamente, yo retrocedo otro paso.
Ahora sí que el miedo se apodera de mi. Noto como mis piernas comienzan a temblar. Y sé que ahora mi mirada expresa todo ese temor.
Él se da cuenta de ellos h sonríe de medio lado para enseguida volver a una expresión seria.
-¿Acaso es de tu padre?, ¿o de tu amigo? eh, ¡venga!, ¡dime una escusa!, ¡suéltame una escusa!
Si antes estaba aterrorizada, ahora es mucho peor. Sus ojos expresan rabia, mucha rabia contra... ¿mi?
Tengo miedo, mucho miedo, estoy temblando; pero, no le voy a dar el placer de verme mal. ¡Yo no soy así!, ¡no soy débil!
Intento volver a mi respiración normal para poder hablar como dos personas adultas normales. Pero... ¿y ahora qué?, ¿qué le explico?
Sigue con el semblante muy, muy cabreado. Intento que ya no me afecte esa expresión en su rostro.
Me dispongo a abrir la boca para ofrecerle hablar como la gente normal pero me interrumpe y no me deja.
-¡Ah, no!, ¡ya sé!, ¡es de tu querido amante!, ¿verdad?, ¡dilo claro!, ¡dime quién es ese cabrón!
¿¡Cómo!?, ¿se cree que tengo un amante? ¡no!, ¡yo jamás haría eso!, ¡no me puedo creer que me haya acusado de algo así!, ¡no lo voy a permitir!
-Lucas, ¡no! Sabes perfectamente que no es así, que yo te amo a ti y que esta chaqueta tiene su explicación. - le respondo gritando. Estoy verdaderamente cabreada si piensa eso de mi.
Intento alejame de él e ir a un sofá para hablar como lo hace la gente. Pero él me lo impide pegándome más a la pared. Mi respiración vuelve a ser agitada.
En este momento me acuerdo del dueño de la chaqueta. Pablo... ¡Qué le importaré yo ahora a él y qué le importará lo que me está pasando! Aunque... cómo me gustaría que estuviera ahora aquí para ayudarme y ... ¿salvarme?, ¿salvarme de mi propio novio?
Lucas vuelve a sonreir de medio lado. Ahora sí que el miedo ha vuelto a mí. Mis piernas vuelven a comenzar a temblar. El rastro de valentía de antes se esfumó.
Retrocedo hasta que encuentro de tope la puerta del baño. Él se acerca lentamente. Giro mi cabeza hacia un lado, coje mi barbilla con su mano h hace que le mire. Mantengo mis manos enlazadas en mi espalda.
Mi respiración es entrecortada, pero la suya es como si estuviera haciendo lo más normal del mundo.
-Dime... ¿acaso tu amante no es el tal Alborán ese?- Su tono ahora es calmado pero con un tono siniestro.
-¿¡Qué!?- ahogo un grito.
Retrocedo otro paso y me doy en la espalda con el picaporte de la puerta, la cual se abre y hace que yo caiga. Me duele donde me ha dado el picaporte, probablemente me salga algún morado, pero ese es el menor de mis problemas ahora.
Me levanto rápidamente ante su mirada.
Avanza hasta mi y me coje de ambos antebrazos con sus fuertes manos. Trago saliva.
-Mira, no soy idiota y espero que tú tampoco, eres mía y sólo mía, ¿entiendes?- hace una pausa. Yo asiento. ¿Por qué asiento si yo no soy así? Quizás por el miedo. Él va aumentando la presión de sus manos poco a poco, me está haciendo daño. -Buena chica, pues como mía y sólo mía que eres, te prohibo que vuelvas a hacer nada que tenga que ver con el maricón ese. - su presión y mi rabia va aumentando, aunque el miedo sigue superando a la ira.
Me suelta y me empuja al suelo, dejándome ahí tirada sin poder hacer nada.
-Ni se te ocurra hacer nada que tenga que ver con ése porque me enfadarás y te tendré que enseñar quién manda aquí- su voz suena amenazante. Tengo miedo.
Unas lágrimas amenazan con salir, pero no; no delante de él.
Se da media vuelta, sale del baño y me deja ahí sola, tirada en el suelo. Cierra de un portazo la puerta del aseo.
Una lágrima resbala por mi cálida y enrrojecida mejilla. Cierro con fuerza mis ojos, para intentar retener las demás.
Escucho como también abre y cierra de otro portazo la puerta principal. Se ha ido.
Ahora sí que no retengo más mis lágrimas y empiezo a sollozar desconsoladamente con las manos en mis ojos. Me duelen los antebrazos en donde me cojió y me duele la espalda por donde me dí con el picaporte; pero, sobre todo, me duele que haya sido él, a quien más quiero y me duele lo que piensa de mí.
Soh inferior a él, lo sé, no lo merezco, no merece lo que le hice; tal vez la culpa sea mia.
No sé cuánto tiempo ha pasado, intento levantarme y me vuelvo a caer; definitivamente soy una inútil que no sirve para nada.
Vuelvo a comenzar a llorar.
Oigo como suena el timbre de la puerta y me levanto con algo de dificultad para abrir.
¿Y si es Lucas? Tengo miedo. Me seco las lágrimas como puedo y voy hacia la puerta.
Me pongo de puntillas y miro por la mirilla para saber quién es.
¡Oh, no!, ¡él no!
![](https://img.wattpad.com/cover/34425294-288-k251058.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Un beso, un te quiero y una canción.
FanficÉl, un artista con antiguas heridas en el corazón. Pero, una vez pasados esos malos recuerdos, ¿porqué no volverse a enamorar al volver a sentir esas mariposas en el estómago? ¿El problema? Enamorado de ella... Ella, una chica normal y corriente cen...